Epílogo

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Cuatro años después.

París, Francia.

Narra _____.

Ok. Hoy es la boda y tengo que cumplir con lo que me comprometí. Enserio, ¿cómo me metí en esto? Es cierto, quiero mucho a esa persona y toda la cosa. Pero no soy buena comprometiéndome en las cosas. Lo digo con toda certeza. No soy buena en los compromisos, pero accedí. Me comprometí a estar con una gran sonrisa y con un vestido que, debo admitir, no era lo más bello del planeta. 

—Y... ya... está —dije, subiendo el cierre de su vestido—. Hoy es el día, amiga. ¿Estás lista?

Suspiró. —Lista.

—Lo digo enserio, Alessia. Ayer, tu despedida de soltera fue cumplir con la tarea que nos encomendó Zayn antes de morir —dije, acomodando unos detalles de su vestido blanco. Sin duda, el hablar de Zayn me traía mucha nostalgia. Extraño a mi hermano— ¿Estás bien? Sé que no debería preguntar eso el día de tu boda, pero soy tu amiga y quiero lo mejor para ti. Todavía puedo organizar un escape ninja si lo deseas.

Alessia rió. —Estoy bien, _____. La visita de ayer, me hizo estar más segura aún de esta decisión. La vida sigue, ¿sabes? —dijo ella, con media sonrisa— Y la señora Malik es un claro ejemplo de eso.

Ayer, viajamos a Bradford y visitamos a la mamá de Zayn. Eso fue lo que pidió Alessia para su despedida de soltera y yo, como su dama principal, se lo concedí. Quiso estar lo más cerca posible de Zayn y la única manera era esa.

Flashback.

—¿Estás lista? —murmuró Alessia.

—Han pasado cuatro años desde que Zayn nos encomendó esta tarea. Claro que estoy lista —dije—. La pregunta es si tú estás lista.

Alessia respiró hondo. —Lo estoy.

Ella tocó la puerta y luego de unos segundos, una señora la abrió. No me di cuenta de que aguanté la respiración hasta ese momento. Estaba muy nerviosa y no sabía por qué.

La señora tenía piel blanca y el cabello castaño. Era una señora muy guapa en realidad, Zayn se parecía a ella en algunas cosas. La señora nos veía a Alessia y a mí, con un rostro bastante confundido y pasmado. Era como si en frente de ella hubiera un fantasma.

—¿Tricia Malik? —preguntó Alessia y la señora asintió—. Nosotras somos...

—Yo sé quienes son, señoritas —dijo la señora y nos abrazó a ambas. La confusión afloró en mí. ¿Por qué nos abrazaba?—. Ustedes eran las amigas de mi hijo. Alessia y _____, ¿no?

—Sí, señora —respondí.

—Oh, por favor. Llámenme Tricia, no son unas niñas y yo no soy una anciana todavía —dijo ella— Pasen, por favor.

Alessia y yo nos adentramos a la casa. Por lo que sabía, la familia de Zayn estaba mal económicamente. Pero esta casa se veía bien, no era una casa gigante, pero era bonita y espaciosa. La sala era sencilla, con un poca decoración, pero así se veía muy bien. Menos es más.También, tenían de esos muebles que te tragan al sentarte, muy cómodos. Allí es donde estamos Alessia y yo.

Conocí a las hermanas de Zayn, por un breve momento. Debo decir que la pequeña Safaa me cayó muy bien. Pero hablamos la mayoría del tiempo con Tricia, sobre su vida, sus hijas. Y, claro, sobre Zayn. 

Tricia era una señora muy amable, que había conseguido mantener a sus hijas. Consiguió trabajo y se casó de nuevo. Con razón, la casa no encajaba en lo que había dicho Zayn. 

Condenados (Louis y tú) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora