Condenados (Louis y tú) [EDITANDO]

Capítulo 15 "No pasaré 25 horas con ese individuo"

Narra Louis.

Mi cuchillo roza la garganta mientras que el suyo roza la mía.

Para ser tan mala lanzando cuchillos a distancia, es buena controlándolos de cerca... ¿Pero en qué rayos estoy pensando? La niña que está encima de mí solo sabe hacerme emanar rabia pura. ¿Enserio quiere recordar eso? Y peor aún, ¿ahora sólo soy yo el traicionero?

—No, niña. Sé que no quieres hacerlo —dije con una sonrisa socarrona en el rostro.

—¿Quieres apostar? —dijo ella, clavando su oscura mirada en mis ojos.

Antes de que pudiera contestar algo, llegaron los guardias junto a Liam. Ellos se encargaron de separarnos a _____ y a mí. Liam les dio una orden, la cual yo pensaba que era escoltarnos a ambos hasta nuestras habitaciones. Lo más separados posible.

Pero lo que pensé sucedió al revés.

Liam nos llevó a una habitación compartida. Tenía un baño y una litera al fondo. Los guardias nos empujaron adentro y se fueron. Mientras tanto, Liam se quedó mirándonos con una cara de pocos amigos.

—¿Qué se supone que estaban haciendo allá? —dijo, claramente molesto.

—Tranquilo, Payne. Lo que pasó fue que esta niña quería jugar y me saltó encima, nada serio —dije a la ligera, mirando a _____. Ella solo me fulminó con la mirada.

—Qué lindo que sean tan amigos y les guste jugar de esa manera —dijo Liam sarcásticamente—. Lastimosamente, los juegos así no se permiten aquí.

—¿Es broma, verdad? Dentro de una semana y media nos tendremos que descuartizar entre sí —dijo _____, notablemente enojada

—Escuchen, el lunes murió un jugador y no puedo permitir que otro muera antes de el juego. Más, que veo que ustedes se han evitado todo este tiempo y hoy, que por fin se hablan, deciden matarse entre sí, decidí dejarlos a ambos en esta celda hasta mañana.

—¡¿Qué?! —gritamos _____ y yo al unísono.

—Esto es estúpido. ¿No te das cuenta de que nos podríamos matar aunque sea con las uñas aquí? —replicó _____.

—Aunque sea extraño, estoy de acuerdo con la niña. Tu idea es ridícula. Si casi nos matamos allá afuera, imagínate como será aquí —reclamé.

—Simplemente, sé que los dos no se harían daño bajo ninguna circunstancia. Por lo menos no en este lugar —dijo el castaño y levantó los hombros—. Además, será algo interesante. Ahora  me voy. Los guardias les traerán tanto su almuerzo como su cena. Saldrán a las diez de la mañana.

—¡Estás loco! Son las 9 de la mañana. No pasaré veinticinco horas con ese individuo —chilló _____. Puse los ojos en blanco.

Liam no le prestó atención y salió de la habitación. Escuché cómo cerraba la puerta con llave desde afuera.

—Ya, niña. Chillar no te servirá de nada ahora, ya no podemos hacer nada —dije, sentándome. Recosté mi espalda a la pared, flexioné mis piernas y puse mis brazos encima de mis rodillas—. Si no te hubieras puesto juguetona, ahora estaría cada quien por su lado.

—¡Que ya dejes de llamarme niña! —chilló de nuevo—. Yo no soy la culpable de esto. Tú me llamaste perra y me echaste en cara... lo que pasó —Estaba enfurecida.

—Por una vez en tu vida, no busques culpables y acepta tu culpa —Comenzaba a perder la paciencia.

Suspiró y se sentó al igual que yo, recostada a la pared. Como única diferencia, ella abrazó sus piernas.

—No tiene caso discutir contigo —murmuró y bajó su cabeza.

Suspiré y bajé la cabeza al igual que ella.

****

No hemos dicho palabras y ni cruzado miradas en dos horas. Cabe destacar que seguimos en la misma posición. Estoy aburrido y muy entumecido.

—Me estoy aburriendo. ¿Qué crees que podamos hacer? 

El aburrimiento me estaba matando. Y claro, tampoco recibí respuesta por parte de ella.

—¿Niña? —Siguió sin responder—. ¿_____, estás bien? —dije ya un poco preocupado.

No me respondió y siguió con la cabeza gacha. Me acerqué a ella silenciosamente. Tal vez se haya quedado dormida en esa posición. Raro, pero puede pasar. Me senté a su lado y tomé su mentón. Miró mis ojos y rápidamente desvió su mirada. Tenía los ojos enrojecidos y un poco hinchados. 

—¿Estuviste llorando? —dije sorprendido. Ella me miró a los ojos y asintió débilmente—. Oye yo... Perdóname por haberte dicho perra, no..., no debí... 

—No —dijo, sacudiendo su cabeza y volteó a ver sus rodillas—. No lloraba por eso, sino que..., ¿cómo haces eso?

—¿Hacer qué? —pregunté confundido.

—Esto. No he llorado desde que entré a la cárcel y ahora llegas tú y... me derrumbo —Me miró a los ojos—. Vuelvo a ser la niña de hace un año. Esa niña que era ingenua, que lloraba por cualquier estupidez y creía las mentiras que le decía cualquier fulano que llegara. ¿Por qué, Louis? ¿Por qué vienes a hacerme recordar todo? No sabes cuanto me arrepentí de la muerte de Josh. Nunca quise que pasara eso..., y lo demás... —Sus ojos se aguaron.

—Shhh, ya. No debí decirte eso —dije, rodeándola con mi brazo derecho—. Estaba molesto porque me llamaste traicionero y yo... 

Me interrumpió.

—¿Qué? ¿Tú qué? Me mentiste, Louis. Me mentiste todo el tiempo que estuvimos juntos —dijo _____ bruscamente y dejó caer una lágrima—. Confié en ti y me traicionaste.

—Era mi trabajo. Debía infiltrarme en el tráfico de las drogas de México hacia Estados Unidos y...

—¿Yo era parte de tu trabajo? —soltó _____ en un silbido de voz, volviendo a interrumpirme. 

—¿Cómo dices?

—Entiendo que te infiltraras en eso, porque eras del FBI y toda la cosa. Pero, ¿yo era parte de tu trabajo? —dijo. Noté su tristeza.

—No —dije y bajé la cabeza—. Acepté infiltrarme en el narcotráfico del "Rey del Monte" como un aliado más porque quería parar con eso, pero después te conocí.

—Y pensaste que enredarte con la hija del "rey" te ayudaría a avanzar ¿No? —Al parecer, interrumpirme se convertía en un hábito para ella.

—Déjame terminar, ¿sí? —dije, desesperándome. Tomé aire y me preparé para por fin desahogarme—. Y sí, pensé que utilizarte sería una buena idea para infiltrarme —dije, bajando la cabeza de nuevo y levantándola al segundo para mirar a _____  los ojos—. Pero después, simplemente me mostraste cómo eres y me enamoré. Me enamoré de tus sonrisas, tus gestos, tus miradas, tus locuras, tu manera de hacerme reír, tu manera en la que vez la vida, la manera graciosa en que te enojas. ¿Te han dicho que te vez hermosa cuando te enojas? Ok, ya me fui del tema. Mi amor por ti fue cien por ciento sincero. Dentro de poco seré un vejete de treinta años y tú apenas tenías diecinueve cuando te conocí. Yo no era del tipo al que le gustaban las menores, pero contigo fue muy diferente. También me hice adicto a tus besos, tus abrazos, tus caricias..., ¡todo! Me hice adicto a ti. Me enamoré de todo lo que te forma y te hace. Me enamoré de ti.

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¿Qué contestará rayita? ¿Qué hará rayita con Louis? Tan tan tan

Tarán! aquí está el capítulo que me pidieron cuando dejé el suspenso la última vez, tan tan tan xD Y gracias por los comentarios, aunque sean pocos (2 en el capítulo pasado y otros anteriores), con un simple puntico que comenten me hacen feliz :3