Condenados (Louis y tú) [EDITANDO]

Capítulo 22 "¡Vete a la mierda, hijo de puta!"

Una semana después. 

Narra Louis.

Faltan 3 días para el dichoso juego, si no cuento el día de hoy. Hasta ahora llevo en el marcador 175 puntos. Los tres primeros encuentros los gané, el segundo lo perdí, y el de este lunes lo empaté. 

No está tan mal, se podría decir. Pero es terrible. Si quieres vivir, como yo, debes ganar cada pelea, pero ¡Joder! no es sencillo estar pendiente de entrenar y de los golpes, si haz tenido a la última mujer con la que follaste en la cabeza todo el tiempo.

Así es, la pelea del viernes la perdí. Y por pensar en la niña y en lo que pasó en la noche del miércoles y la mañana del jueves. El viernes estuve aturdido, y el bueno para nada de Canadá me ganó. Y este lunes empaté cuando peleé contra Zayn. Todas las veces pensé en _____.

Y si me preguntan que ha pasado con la niña _____, pues ahórrense el tiempo porque no tengo idea. He tratado de hablar con ella desde el jueves pasado y no lo he logrado. Ella siempre se escabulle hacia el sitio de supervivencia, y la he visto hablar muy pocas veces con el tal Zayn y la chica francesa, Alessia. Y en las peleas, ha perdido, y  splo logró empatar una; cuando le tocó pelear con Khalan, ya que éste casi no se esforzó. Igual que cuando peleó conmigo. Ella hasta ahora lleva 100 puntos, y algo me dice que la pasará mal en el juego.

He tratado de hablar con ella, pero se escapa. Y hay cierto tema que debo aclarar.

Hoy me encuentro buscándola, como muchas otras veces, en el área de supervivencia. Siempre que me ve, me esquiva y esconde. 

Pero esta vez estoy de suerte, ya que la encuentro recostada al pie de un árbol, que no sé si es artificial o no. Me acerco a ella, y veo que está dormida.

Se ve tierna, hay que admitirlo. 

- ¡BU! - Le grito al oído y la despierto. 

Ella abrió los ojos y gritó asustada. Luego se paró y, por lo que vi en su rostro de confusión, estaba tratanto de decidir entre gritarme o irse; pero terminó tropezándose con sus propios pies y cayéndose.

Traté de contener la risa por un momento, pero fue inevitable estallar en carcajadas. 

- ¡Cállate, Tomlimson! - Chilló claramente molesta. Creo que nunca había visto a alguien que lograra transformar sus cejas en una.

Cuando despierta, toda su ternura se va por el caño.

- Buenos días, mi querida escapista que no logró escaparse hoy - Dije a modo de broma.

- Cállate, idiota. Si vuelves a hacer algo así, nadie me detendrá para matarte antes de tiempo - Amenazó.

Trataba de intimidarme... ¡Ja! Como si fuera posible.

- No te lo tomes a pecho, niña - sonreí - Venía a hablar contigo, y por fin no te escapas. Tenía que aprovechar y molestarte - Me encogí de hombros.

Vaya, me levanté de buen humor esta mañana. Lástima que creo que señorita cascarrabias me lo quitará.

- ¡Que no me llames niña! 

- Bueno creo que... No - Dije y me reí.

- Al punto Tomlinson.

- Pues...

- ¡Habla ya! - Dijo irritada.

Bufé y hablé:

- La otra noche, en la habitación de castigo...

- No quiero hablar de eso, no pasó nada - Me interrumpió y se dió vuelta para irse.

La tome del brazo y la obligué a mirarme.