Condenados (Louis y tú) [EDITANDO]

Capítulo 32 "Empieza la verdadera búsqueda"

Narra _____.

Mi mirada había quedado fija hacia el frente. El sonido me había dejado paralizada. Sentí algo húmedo en mi rostro y llevé mi mano hacia mi mejilla derecha. La bala había rozado con esta, formando un hijo rojo que había manchado mi dedo al tocarlo. 

Respiré hondo, pero no quise mirar a Kelé. Ya sabía que estaba en frente de mí, apuntándome con el arma. No valía la pena dirigirle una mirada.

- Así es, perra, tenía un arma aparte de la navaja que te había robado ¿De verdad creíste que sería tan tonto como para morir por ti? - Yo seguía sin mirarlo y creo que eso lo enfureció. Él me tomó de mi brazo vendado, produciéndome una mueca, y puso su arma debajo de mi barbilla, obligándome a mirarlo - Escúchame bien, perra, Tomlinson no será el único que podrá meterte la polla en este juego ¿Entendido?

Yo solté una leve, y cínica, risa.

- No entendido - Respondí y le escupí.

Kelé me golpeó, haciendo que me tropezara, y con el arma intentó dispararme. Pero quedé ilesa. Al parecer la gravedad fue más rápida que la bala. Caí antes de que lograra siquiera rozarme.

- ¿Crees que llegarás muy lejos con Tomlinson? No seas tonta, él solo nos matará a todos y llegará al final para recuperar su puesto en el FBI - Dijo Kelé, mientras me apuntaba de nuevo con su arma.

Yo buscaba como loca la navaja, que se había caído de mis manos en la caída. Pero al analizar lo que me dijo, me quedé quieta.

- ¿D-de qué estás hablando? ¡Dime cómo sabes eso! - Dije y lo miré anonadada.

¿Cómo sabe eso? Si es verdad, ¿Louis me asesinará?

- Fácil. Mi habitación estaba al lado de la suya y lo escuché mientras hablaba con su amigo, Payne - Dijo, mientras se paseaba de un lado a otro, apuntando, algo más que su pistola, hacia mis pechos.

- ¡Deja de mirarme las tetas y de mentir!

Kelé solo rió.

- ¿Para qué mentiría? Louis solo está creando un personaje enamorado para que el público lo ame, y para cuando mate a alguien, la cajita que bajará del cielo vendrá con algo mejor.

Lo que me decía rodaba y rodaba en mi cabeza, causándome jaqueca. Tiene sentido, pero... ¡No! No lo tiene. Louis no es un asesino. Podrá ser muchas cosas, pero no un asesino ¿Verdad?

Dejé de escuchar a Kelé y volví a mi búsqueda de la navaja. Pero de nuevo me vi interrumpida por un balazo, que había terminado en la frente de Kelé. Me quedé sin aire en el momento en el que vi el cuerpo de Kelé caer al piso, pero mi mente solo pensaba en encontrar la navaja.

- ¿Dónde está? ¿Dónde está? ¡¿Dónde está?! - Me repetía a mí misma.

Hasta que encontre la maldita cosa y me volteé enseguida, al sentir una presencia detrás de mí.

- Nunca me cayeron bien los negros, llámame racista - Dijo, con su asento gringo, el señor que estaba en frente de mí.

Bruce Jones, el estadounidense loco.

- Qué linda niña he encontrado - Dijo, mientras se colocaba en cunclillas y se acercaba a mí. Yo solo tomé con más fuerza la navaja y me alejé - Tú debes ser _____ López, la chiquilla que se acostó con Tomlinson - Concluyó, con una cálida sonrisa.

Oh, genial. Ahora todos me recuerdan por ser la que le abrió las piernas a Tomlinson. Simplemente perfecto. Gracias, Payne.

- Pero no te vez muy amigable. No deberías tener esa postura al tener ese color de piel y esos rasgos latinos - Dijo, y el tono cálido de su voz se apagó.