Honey
Warren me mira mientras se mete un par de almendras a la boca. Estoy con Channing detrás de mí todo el tiempo, a pesar de haberle advertido de la compañía de Kerrick, le hace feliz ir al zoológico.
-¿Ya nos vamos, mamá? -pregunta por quinta vez en diez minutos.
Oigo la risa de Warren y yo le echo una miradita de reproche, a lo que él capta.
-No, aún no -respondo.
-¿Es completamente necesario que esperen al tal Kerrick? -me pregunta Warren-. El niño parece tener algún tipo de colapso nervioso.
-Sí, es necesario -respondo.
Enjuago el cabello de una señora que se acaba de teñir de rubio cenizo, tono que no le asienta tan bien.
Escucho como Warren y Channing hablan sobre animales y pinturas, me río por sus comentarios. Sigo con mi trabajo.
-Ya estoy aquí -giro cuando la voz de Kerrick llama mi atención.
Sonrío.
-Bien -respondo.
Channing grita se emoción, ahora con más confianza sube al auto de Kerrick sin esperar ningún permiso, le valió un rábano que el auto no fuera suyo.
-Míralo, qué orgulloso me siento de que al menos se suba a mi auto con confianza -dice Kerrick.
Río, rodando los ojos. Me despido de Warren mientras agarro mis cosas y me voy con Kerrick. Veo como él le hace una seña de "te estoy vigilando" a Warren, así que le doy un golpe con mi codo. Le sonrío a Warren.
Salimos de salón de belleza y subimos al auto, Channing está impaciente y nos apura, cosa que hace reír a mi pobre Kerrick.
-¡Al zoológico! -exclama Kerrick, estoy segura de que aprovecha el entusiasmo del niño.
Channing grita emocionado.
Continuamos nuestro recorrido hasta el zoológico, la entrada está llena de personas comercializando algunos productos y dulces. Miro a mi hijo, está fascinado con la imagen.
Bajamos del auto después de dejarlo parqueado en el estacionamiento del lugar. Entramos después de que Kerrick le haya comprado a Channing un algodón de azúcar, sin embargo el niño lo aceptó de mi mano.
Hacemos una parada donde están los flamencos.
-¡Pájaros! -exclama Channing.
Kerrick ríe, mientras yo me dedico a observarlo. Es demasiado guapo, benditos sean mis ojos al ver a este hombre todos los días.
-Son flamencos -le dice Kerrick.
Empiezan a sacar fotos de cada animal que se les cruza, Kerrick me dice que tiene una idea en mente, sin embargo no me dice de qué se trata.
-¡Leones! -señala a los animales que se dedican a pasearse por las rocas del hábitat en el que están, aunque no sea la natural- ¡Mira, mamá, leones!
-Ya veo, cielo -respondo.
Está tan emocionado, que agarra la mano de Kerrick para arrastrarlo hacia los pavos reales color azul oscuro y negro con un plumaje precioso. No sé si se habrá dado cuenta que no es a mí a quien ha arrastrado.
-¡Más pájaros!
Kerrick sigue sacando fotos de cada uno de los animales. Channing en su emoción se olvida de que por alguna razón no se lleva tan bien con Kerrick.
Suspiro al verlos juntos, me cruzo de brazos y los miro. Recuerdo a Daniel, el padre de Channing. Nunca lo ha visto desde que se dió a la fuga y él no parece estar pendiente de quién es su padre... simplemente vive su niñez.
-¡Vamos, H! -exclama Kerrick.
Le sonrío y avanzo hasta ellos, mi hijo está tomando fotos hasta de las plantas que hay pero a Kerrick parece no importarle.
-¡Mamá, quiero un pavo! -exclama Channing-. O una gallina, como el tío Baxter.
-¿Quieres que meta una gallina en nuestro departamento? -río.
Claro que no voy a meter a una gallina en nuestro hogar.
***
Después de comer una hamburguesa, Channing está doblado como un lápiz de goma en el asiento de atrás, se ha quedado dormido.
-Míralo, disfrutó mucho hoy -me dice Kerrick.
Sonrío mirándolo.
-Gracias por llevarnos -le digo.
-No hay de qué.
Siento su mano sobre la mía, le da un leve apretón y me hace sonreír.
Al llegar al edificio, bajamos del auto y dejo que Kerrick cargue a Channing, dió su vaga y pobre excusa de que yo estoy embarazada y que no puedo hacer tanto esfuerzo. Tonterías.
Subimos por el ascensor y luego de unos segundos, estoy abriendo la puerta del departamento. Kerrick sigue cargando al rubio, parece no querer soltarlo.
-¿Quieres café? -le pregunto.
-Mucho café, aún no me iré -dice.
Sonrío y pongo a calentar el agua para el café.
-¿Mamá? -oigo murmurar a Chan en los brazos de Kerrick. El niño abre sus ojos y lo mira- ¡Ay, ay, ay!
Se escurre de sus brazos y se aleja de él, se va a su cuarto sin decir más.
-No quiero solo tocarlo cuando esté dormido -me dice Kerrick.
Me acerco tocando su cabello color chocolate, paso un dedo por todo su perfil. Sus ojos marrones recorren mi rostro, paso mis dedos por sus lunares.
-Prometo hacer las cosas bien -me dice-. Paso a paso, incluso si estamos esperando un hijo.
-Prometo no embriagarme -río.
Él ríe, tirando su cabeza hacia atrás.
-No puedes, de todas maneras -me dice con burla.
Me alejo para preparar el café, le doy una taza llena a él y me sirvo una para mí. Channing ama el café, pero considero que no es bueno darle esa bebida a un niño.
-Creo que no hemos hecho bien las cosas en estos nueve meses que llevamos conociéndonos -me dice cuando nos sentamos en el sofá.
-Las cosas nos han salido al revés, a decir verdad -digo-. Terminé con un bebé tuyo dentro de mí, después de haberme bebido todo el alcohol del bar de las cabañas.
Él empieza a reír, asintiendo.
-Fue tu culpa -murmura sacando un mechón de cabello de mi cara.
-Pues no soy fea, tienes la suerte de que tu primer hijo sea conmigo -le digo con burla.
-Eso me alegra -sonríe-. Y no, no eres fea. Eres feísima.
Ambos reímos, sé que no es verdad lo que dice.
-Debo ir a duchar a Channing -le digo.
-Te espero.
Me levanto del sofá y tomo mi camino hasta la habitación de mi hijo. Le doy un baño y luego lo visto con su pijama.
-Hasta mañana, cielo -beso su frente.
-Hasta mañana, mamá.
Termino de secar su cabello rubio y salgo de la habitación. Me encuentro con Kerrick dormido en el sofá, me río de él.
Entro en mi habitación y saco una manta del cajón, me regreso a la sala nuevamente y cubro su cuerpo.
-Hasta mañana, Kerrick -susurro depositando un beso en su cabeza.
Remuevo una vez más su cabello, antes de irme a mi habitación y dejarlo dormir en paz. Pero mi corazón no puede evitar acelerarse al tener presente que él está aquí, en mi departamento.
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¡Inténtalo, Kerrick!
Teen FictionMi vida era normal hasta que posé mi ojos en ella y sin lugar a dudas Honey Bennett era la mujer más hermosa que había visto... después de mi madre. Pero no solo tenía que conquistarla a ella, tenía que conquistar a su hijo. ¿El problema? El niño, C...