Honey
Mis hermanos están en fila, en estos momentos me duele la vida que yo sea la única mujer. Mi padre y mi madre le sonríen a Kerrick, pero él tiene su atención en mis hermanos.
—Oye —murmura—. Creo que veo todo rojo, rayito de sol.
—No me llames así —murmuro de vuelta—. Y sí entendí, sé que te refieres a que todos aquí tenermos cabello rojizo.
Pongo una mano en mi vientre. El olor del queso derretido dentro de los churitos de masa que están en la mesa servidos me llama.
—Papá, supongo que mamá ya te dijo por qué estamos aquí —le digo. Mi padre asiente y le da una mano a Kerrick.
Mis hermanos dan un paso adelante mirando a Kerrick fijamente.
—Kerrick —lo llamo—. Ellos son mis hermanos; Ronnie, James, Landon, Lance, Chase, Gerald y Sebastian.
Cada uno le da la mano a Kerrick, él acepta gustoso. Al parecer todo va bien, en orden.
—Es un gusto conocer a uno que no vaya como presidiario fugitivo —le dice Gerald.
—¡Gerald, por favor! —exclama mamá con una mueca—. Mejor vamos a comer.
Channing sonríe y corre a la mesa, se sienta en medio de mi asiento y el de Landon. A mi lado está Kerrick y mi madre está de un lado a otro, mi padre le ayuda. Él los observa con los labios fruncidos, con una mirada que definitivamente no es de felicidad.
—¿Qué sucede? —susurro.
—Mi padre jamás ayudó así a mi madre.
Tomo su mano en medio de un suspiro y una mueca. Él no quita la mirada de mis padres.
—Espero que les gusten los churitos.
Mi madre nos sonríe. Sin más ni menos, tomo un churito y lo mastico, siento el queso derretido en mi boca.
—A ese bebé le gustan los churos de mamá —ríe James.
Asiento con una sonrisa.
—Están muy buenos —sonríe Kerrick.
Channing agarra un segundo churito y Lance le ayuda con eso, porque no puede estirarse mucho. Miro a Chase, tan callado como siempre, mirando a su alrededor.
—Chase, cariño —lo llamo—. ¿Cómo va el último año de colegio?
—Como siempre —murmura—. Tan patético con las tonterías del baile final. Idiotas.
Kerrick sonríe de lado.
—¡Chase! —exclamo—. Diviértete, es tu último año.
—Déjalo —me dice Kerrick—. Yo era así a su edad, un adolescente ermitaño prendido de una guitarra.
—¿Sabes tocar la guitarra? —Chase ahora tiene su atención en Kerrick.
Kerrick asiente tomando otro churito y se acerca a Chase, incluso si está frente a él, al otro lado de la mesa.
—Tocarla todos sabemos, la cosa es entonarla —le contesta Kerrick.
Al parecer eso le divierte a Chase, porque se encarga de sonreír y eso que no lo hace con todo el mundo.
—¡Lo hizo sonreír! —exclama Ronnie, sonriendo—. Ya me agradas, cuñado.
Cuando reacciono, veo un montón de platos sobre la mesa. Más churitos y un montón de platos más que me hacen rugir el estómago. Incluso hay camarones al ajillo.
—Celestiales camarones, vengan con mamá —murmuro.
Todos agarran lo que quieren o lo que les pertenece. Kerrick parece feliz de estar rodeado de tantas personas, de estar dentro de una familia extensa.
—Bien, Kerrick —dice mi padre—. Ahora cuéntame de ti.
—Kerrick River —él dice—. Padre de su nieto en camino y probablemente padre también del nieto presente, pero aún tengo que conquistar la otra mitad de la confianza del niño. Hombre que no huye y que intentó conquistar a su hija con una obra de Romeo y Julieta. Cantante sin disquera y guitarrista sin banda, ese soy yo.
»Es un gusto estar hoy aquí, conociendo a su muy numerosa pero bonita y rojiza familia.
Sonrío mordiendo mi labio. Mi padre y mis hermanos sonríen ante su muy peculiar presentación. Incluso Chan sonríe.
—¡Qué buena forma de presentarse, cuñado! —exclama Sebastian.
Todos reímos.
—Ya me agrada este muchacho —dice mi padre.
Todos comemos entre conversas y me alegra mucho que mi familia se esté llevando con mi Kerrick... digo, Kerrick.
—Usted me tiene que enseñar a hacer estas cosas —le dice Kerrick a mi madre, señalando los churitos.
Todos terminamos de comer y me siento feliz de haber agarrado los camarones al ajillo.
Kerrick y mi madre se van a la cocina para ver el tema de los churitos. Mi padre y mis hermanos recogen los platos mientras llevo a Channing al baño para que se lave los dientes.
Me termino de lavar los dientes, mi hijo ya se ha ido con Gerald a jugar y yo me dirijo a la cocina. Mi madre le explica un montón de cosas a Kerrick y este asiente.
Sé que se ha comportado bien, sé que merece una oportunidad. Pero quiero avanzar paso a paso, quiero algo seguro, algo que me haga sentir completamente segura de todo. Desde involucrar a mis hijos, hasta involucrar a mi familia.
Pero he ahí el problema; ellos ya están involucrados. Channing a veces recuerda a Kerrick como papá, otras veces simplemente lo mira. No, ya no es tan frío como antes, el niño ya no huye.
—Como hermano mayor, sólo quiero que te sientas segura de él —me dice Ronnie a mis espaldas.
—Lo sé —suspiro—. Sólo que tengo miedo de equivocarme... otra vez.
Me da un beso en la frente y se va. Me quedo en silencio, mirando a Kerrick mientras mantengo una mano en mi vientre.
—¿Qué quieres que sea? —pregunto.
Él se gira para mirarme, seguro sabía que estaba ahí.
—Niño —responde sonriendo.
—Estamos de acuerdo.
Cuando regresamos, se queda en nuestro departamento y tiene que cargar a Channing dormido. Me cuenta que Summer ha salido con Kaleb, así que le cuento que Warren ha hablado con Anika por WhatsApp desde el cóctel.
Ahora lo tengo frente a mí, en el sofá de siempre, con la posición de siempre... y me gusta.
—Oye, ¿quieres casarte conmigo en Las Vegas? —me pregunta riendo.
—No —niego riendo.
—Sabía que dirías eso.
Nos reímos. Nos quedamos en el sofá mientras su mano pasa varias veces por mi vientre. Se me hace un nudo en la garganta, porque ese gesto jamás lo tuve cuando Channing estaba dentro.
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¡Inténtalo, Kerrick!
Teen FictionMi vida era normal hasta que posé mi ojos en ella y sin lugar a dudas Honey Bennett era la mujer más hermosa que había visto... después de mi madre. Pero no solo tenía que conquistarla a ella, tenía que conquistar a su hijo. ¿El problema? El niño, C...