Epílogo

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Dedicado a todos los que leyeron y me motivaron a terminar esta historia

El sol brilla de tal manera que es necesario usar sombrilla, parece un día alegre, pero para mi no lo es, he perdido a mi padre y el mundo a una mente maestra.

El panteón tuvo que ser cerrado para evitar a los medios los cuales parecen hambrientos de sacar provecho del dolor ajeno.

Y aunque la entrada fue restringida hay una gran multitud de celebridades y científicos como si este fuera el evento del año.

-¿en qué piensas mi niño?(pregunto Laura de una manera apenas audible)

-las únicas personas que realmente conozco son a ti y a mamá, los otros solo lo toman como evento social.

-no todos, hay estudiantes de tu padre que realmente lo apreciaron.

-pero estoy casi seguro que somos minoría los que realmente estamos sufriendo.

Dije antes de que iniciara la ceremonia y así terminando aquella conversación.

Narrador Omnisciente

Su hermosura podría no pasar desapercibida fácilmente pero pudo mezclarse tan bien en la multitud que nadie ponía mucha atención a ella o eso al menos esperaba, su hermano no había podido acompañarla así que tendría que enfrentar esto sola.

-¿que hace un ángel tan lindo por aquí? (Le pregunto un joven coquetamente, lo miro extrañada) si te hablo a ti.

- estamos en un panteón, claramente ya sea de dos estamos acompañando a la familia con su dolor o estamos sufriendo con ellos.

-si...¿y que harás después?(lo miro aun más extrañada)

-no lo se (contesto aun con ese gesto)

-¿te gustaría ir a tomar algo?

-lo siento no salgo con desconocidos(el rio de forma arrogante)

-¿acaso no sabes quien soy?

-nop, pero creo que es irrespetuoso hablar en la ceremonia (y así Sofia se alejo de aquel actor).

La ceremonia fue solemne, la madre de Eduardo lloro junto a Laura, mientras Sofia y Eduardo intentaban no hacerlo.

Cuando termino esta, Sofia se alejo de la multitud esperando que todos se retiraran, al creer que ya no había nadie se acercó a la tumba se agachó frente a ella y dejo un tulipán blanco, porque ella lo había amado, no de la forma que el a ella pero si ocupaba un lugar en su corazón como aquel ser querido que aunque tanto mal le hizo también se preocupo por ella protegiéndola siempre.

Sin poder resistirlo más comenzó a llorar, entonces sintió que la abrasaban al voltear a ver de quien se trataba sus lágrimas comenzaron a caer con mayor frecuencia.

-¿Eduardo?

-mi pequeña Sofia

Los dos se abrazaron con mayor fuerza y las barreras que habia puesto Eduardo para no llorar se destruyeron con solo el tacto de los brazos de su amada.

lloraron como una misma alma, dejaron salir el dolor y no solo por la muerte de aquel ser querido que los había unido, sino también por ellos, porque finalmente después de tantos obstáculos se tenían el uno al otro y ninguno estaba dispuesto ha volver a huir.

Los dos estaban destinados a amarse. Ella estaba dispuesta a volver a confiar y él a no decepcionarla.

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