¿te suena?

162 16 4
                                    

Al llegar al hospital me dejan pasar inmediatamente, al estar ante si puerta toco y luego paso.

—pequeño colibrí, has venido.

—si...

—¿que te preocupa?

—¿como sabes cuando suceden las cosas o cuando hay problemas?

—¿el titulo de "El hombre más inteligente del siglo"no te suena?

—presumido (susurré)

—claro que no, más bien sinceró. 

—si claro (bufé)

—ahora dime ¿que te aqueja? Porque sabes que a mi no me puedes cambiar el tema tan fácil.
(Rayos)

—hoy fui a la universidad...

—tu ¿estudiando? (Dijo en tono de mofa)

—¿vas a querer que te cuente si o no? (Contesté molesta)

—huuuy enojona, pero esta bien continúa.

—hoy hablaron de ti y tus obras (el me miro con seriedad)

—entre ellas apareció el retrato (confirmó)

—si además hablaron de nosotros y de una sarta de mentiras , pero mi pregunta es ¿por qué exhibiste el retrato?

—yo no lo hice pero toma en cuenta que soy famoso y alguien le tomo una foto al retrato y lo exhibió en los periódicos, fue un escandalo en esos tiempos y muchos críticos de arte querían verlo.

—entonces no fuiste tú...

—no, no soy tonto para exponerte así, pero dime ¿que hiciste? ¿Te detectaron ?(pregunto preocupado)

—solo un chico... Pero le dije que era mi tía (el rió)

—¿tu eres tu propia tía?(habló entre risas) odio admitirlo pero eso fue muy inteligente y si le hubieras puesto sentimentalismo aun mejor ya que si lo hiciste sentir incómodo no querrá investigar más (creó que ya estamos pensando tan parecido que hasta miedo me da )

—si hice eso, me puse a llorar y le dije que era horrible que por mi, mi padre recordar su dolor y precisamente lo hice con la intención de lo que tú mencionaste.

—wow el colibrí cada vez se parece más a su captor (hablo admirado) pero dime pequeña ¿ya arreglaste todos tus pendientes?

—casi todos... (Susurré)

—¿cual te falta? No espera dejame adivinar, tiene que ver con Eduardo.

—si(respondí apenada)

—ese muchacho, es medio tonto pero es al unico hombre que le confiaría tu seguridad.

—pero tenias razón sobre él.

—si pero eso no quita que sea una persona noble.

—el habla sin pensar lanzando palabras hirientes y ya lo ha hecho varias veces.

—pequeño colibrí nadie es perfecto, por ejemplo tu huyes de los problemas en vez de enfrentarlos y no lo has hecho solo una vez sino que miles.

—tienes razón .

—lo se

—huyy perdone don modesto.

—hay pequeño colibrí ocurrente

—bueno... Tengo irme Alan me espera.

—¿tu hermano? Mandale mis saludos, aunque supongo que ya le contaste todo y si me ve me mata (sonrió de su propio chiste) ¿donde vive?

—en la casa de mis padres.

—¿pero que no esta muy lejos?

—si por eso tengo que irme ya, lo bueno que el aeropuerto este a una hora de aquí así que solo me are 4 horas en total .

—aun asi es mucho y ya es tarde...

—lo se por eso me voy, nos vemos el próximo Lunes Bryan. (Dije dándole un beso en su mejilla)

—nos vemos y con mucho cuidado.

—si (hable mientras cerraba la puerta)

—Sofia espera...

—mande (conteste asomandome por la puerta)

—gracias... Por venir, por tu perdón, gracias por todo (yo solo le sonreí antes de salir de la aviación)

Mientras abordo, me encuentro con una cara conocida, era Logan.

—¿Sofi?

—hola

—que grata sorpresa, supongo que tomaras el vuelo.

—si, ¿tu?

—tambien, aunque ¿que número de asiento es el tuyo?

—el 12 ¿el tuyo?

—el que este junto a ti (y sin más se alejo rápidamente).

Al subir me senté en mi asiento respectivo dispuesta a dormir un poco recargada en la ventana estaba tan cansada que al instante me quede dormida...

Eduardo

Mi padre hoy había insistido tanto que viajara a la universidad para arreglar ciertos papeles de mi maestría, tanto que me dio la hora exacta en la que tendría que comprar el boleto, eso ya no era casualidad y se que con mi padre nada lo es así que me dispuse a seguir sus indicaciones  a pie de la la letra.

Al llegar abordo el avion con sierta inquietud

1...
2...
3...
4...
5...
6...
7....
8...
9  , 10 y por fin el once al alzar mi vista me encuentro con ella...
Mi hermosa muñequita esta durmiendo recargada en la ventana, me senté junto a ella y recargue su cabeza sobre mi hombro para que no se lastimará.

Ella abrió los ojos rápidamente al sentir el movimiento

—Eduardo... ¿Viniste por mi? (Dijo adormilada) que lindo sueño (susurro antes de volverse a dormir profundamente en mi hombro)

—duerme mi amor, duerme que yo estare siempre para ti (dicho esto le di un pequeño beso en su coronilla )

Por fin me sentía completo, después de tanto tiempo podía cerrar los ojos con la tranquilidad de que el amor de mi vida estaba junto a mi.

Chanchan

muñequita de porcelana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora