Bienvenido de nuevo

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-Cissy -dijo Sirius con voz apagada- ayudame..
Narcissa estaba en estado de shock, pero sabia que no podía dejar a el único primo que le quedaba abandonado en el parque, lo tomo de la mano y desaparecieron para llegar a la entrada de Grindmund Place. Lo recostó en el sillón y llamo a Kreacher.
-Ayuda al amo Sirius -le ordeno Narcissa- de buen modo ¿si?.. tengo que llamar a Dumbledore
La pelinegra salio rápidamente en busca de los Polvos Flu, y metió la cabeza en la chimenea. Era una posición demasiado incomoda, pero no importaba.. lo que importaba era salvar a Sirius.

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El director acababa de despedir a la Orden, diciéndoles que fueran a descansar a sus casa, él estaba a punto de salir para hablar con sus estudiantes antes de que tomaran los carruajes para su ultima salida a Hogsmade, pero el repentino ruido en la chimenea lo detuvo.
-Albus -lo llamaban- Albus ¿estas allí?
-Si -dijo el director arrodillándose junto a la chimenea- ¿qué es lo que pasa Narcissa?
-Sirius señor -dijo el rostro de Narcissa que salia de la chimenea- esta vivo.. y esta aquí en Grindmund Place
Dumbledore miro a su alrededor, no sabia como era que había pasado esto. Tenia que avisar a Harry rápidamente.
-Voy para allá, primero tengo que decirle a los Weasley y a Harry -indico y Narcissa desapareció

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-¡Tengamos una fiesta! -grito Fred desde las escaleras- ¡por volver a tener a nuestra pequeña Lucy con nosotros!
Todos aullaron de alegría, incluyendo a Zoey. La chica ya se había encariñado demasiado con la pequeña Lucy Pevensie, y con todos sus hermanos.. mejor dicho, con toda la familia Weasley, incluyendo a Hermione, Harry, Oliver, Katie, Angelina, Fleur y Natalie.
-¡PERO! -grito la señora Weasley por sobre todas las voces- tienen que volver a Hogwarts..
-Oh, Molly -dijo Remus entrando por la puerta junto con Tonks- no seas aguafiestas.. al cabo y tendrían que volver dentro de una semana.. ¿para qué hacer dos viajes?
-Y eso que pensé que tu eras el mas responsable de los Merodeadores -dijo Hermione mirando a su profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras
-¿Y quién dijo que no me daba mis escapaditas? -dijo Remus con una sonrisa- recuerdo una vez en la que James, Sirius y yo desaparecimos del colegio por dos semanas..
Todos lo miraban atónitos, las historias de los Merodeadores siempre eran las mejores. Esperaron a que siguiera hablando y así lo hizo.
-Estábamos en la Sala de los Menesteres -comenzo a contar Remus- James hizo explotar una bomba fétida, Sirius lanzo un Expelliarmus y yo lance un Incendio. Fue demasiado que exploto, cuando despertamos nos encontrábamos en Australia y un canguro le estaba lamiendo la cara a James.. el pobre canguro voló diez metros de altura y no volvimos a saber nada de él.. a Peter claro, le dio tanto miedo perderse la clase de Transformaciones que decidió quedarse dentro del colegio
-Y yo que pensaba que no podía haber personas mas dementes que los gemelos Weasley -dijo Oliver mirando a los asombrados Fred y George
-Son unos dioses -dijo George
-Ojala y tu sabiduría perdure para siempre Remus -estuvo de acuerdo Fred
Ambos hicieron una reverencia ante Remus y comenzaron a besarle los pies.
-¡Oh vamos! -dijo Remus con diversión- levántense de allí.. nunca se arrodillen frente a nadie, ni siquiera para levantar algo
Con movimientos iguales los gemelos de pusieron de pie. Pero seguían mirando con admiración a Remus. La puerta se volvió a abrir y todos miraron para ver al recién llegado.
-Profesor Dumbledore -dijo Harry
-¡Abuelo! -salto Belén alejándose de Edmund y abrazando a su abuelo
-Hola querida -saludo Dumbledore sin quitar la vista de Harry- ¿quieres sentarte Harry?.. también tu Remus
Harry y Remus se dirigieron a la sala y tomaron asiento, Dumbledore se sentó frente a ellos con Belén a su lado sin dejar de mirarlo. El resto de los que estaban en la casa se acerco.
-Reúnanse todos al rededor de ellos, pero sin dejar de verme -indico Dumbledore
Tanto Peter como Ginny ocuparon su lugar a los lados de Harry. Tonks se sentó junto a Remus y le tomo la mano. Todos se agrupaban al rededor, esperando lo que Dumbledore tuviera que decir.
-Narcissa acaba de hablar conmigo hace unos pocos minutos -dijo mirando a Draco, quien esperaba nervioso, quería saber si era algo malo sobre su madre- encontró un cuerpo.. -todos se estremecieron- el cuerpo de Sirius -todos palidecieron, no podían creerlo- él esta vivo..
-Tiene que ser una broma -dijo Harry poniéndose de pie
Los Pevensie no entendían de que estaban hablando, por lo que se limitaron a ver Harry de forma interrogante.
-Yo lo vi morir.. yo lo vi caer por el arco -decía Harry tratando de convencerse de que había visto bien- tiene que ser una broma..
-No lo es Harry -dijo Dumbledore poniéndose de pie- él esta ahora en Grindmund Place..
-¡Es que no es posible que mi padrino este vivo! -grito Harry- ¡¿cómo?!, creí que no se podía volver de la muerte..
-No se puede -dijo Dumbledore tomándolo de los hombros- pero averiguaremos como es que Sirius esta con vida Harry
Las lagrimas en los ojos de Harry se acumularon y comenzo a llorar, Dumbledore lo abrazo para hacer que se tranquilizara. Era una imagen muy fraternal. Remus se puso de pie y ocupo el lugar de Dumbledore, ya que este tenia que ir rápidamente a Grindmund Place.
Remus, al igual que Harry, estaba completamente en shock. Lagrimas silenciosas caían por sus ojos.. su amigo, su hermano de toda la vida estaba con vida. Sentía como si todo volviera a la normalidad, como cuando lo vio en la Casa de los Gritos hacia tres años, después de tanto tiempo sin verse.. un reencuentro fraternal. Tonks estaba tan emocionada que su cabello cambiaba de un momento a otro de color, su tío estaba vivo.. después de creer que todo estaba perdido, que el único recuerdo que tenia de él había sido cuando la había perdido por horas en el bosque o cuando estuvo la Orden reunida en Grindmund Place.. ahora podría volver a tener la oportunidad de convivir con él.
Harry se levanto del sillón en el que Remus lo había sentado, y fue directamente a la chimenea. Todos sabían que iría a Grindmund Place. Tanto Ginny como Ron y Hermione lo siguieron, ellos también querían saber sobre como estaba Sirius. Peter, Edmund, Susan y Lucy se levantaron y los siguieron, junto a ellos se levantaron Belén y Clemence. Después de unos segundos todos fueron directamente a la chimenea y desaparecieron dejando la Madriguera completamente sola.

Harry Potter y el misterio de los herederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora