CAPITULO 24

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El tiempo iba pasando y andrus y renata poco a poco conseguían lo que se proponían juntos. La casa que andrus había comprado tiempo atrás ahora la estaban preparando para mudarse allí, faltaba poco para que terminaran de organizarla a su gusto y hacerla su acogedor hogar. Los negocios de toda la familia habían mejorado, pues renata junto con andrus se encargaban de toda la parte administrativa y amelia y alana ponían orden completo a cada asunto que se presentaba. 

La familia completa estaba cada vez mejor, helena la hermana de andrus estaba bien, andrus no veía la hora de que su sobrino naciera, y cada vez el momento estaba más cerca.

Dos meses después.....

-Madre, ya hemos terminado con nuestra casa, está toda amoblada y decorada.Ahora está lista para que nos vayamos a vivir juntos. Es una casa hermosa y quiero que la conozcan. -dice andrus-

-Que buena noticia hijo, no sabes cuanto me alegra. Ya quiero ver que tal ha quedado su futuro hogar, no aguantaba más las ganar de ver como estaba quedando todo -dice amelia-

-pues si gustas madre, podemos ir ahora mismo, porque esta noche renata y yo dormiremos allí. Nos mudaremos hoy -dice andrus-

-Tan pronto hijo!?, quería que se quedaran un tiempo más -dice amelia-

-Madre, ya es suficiente tiempo aquí, y nosotros también necesitamos nuestra privacidad, antes te agradezco porque nos has tenido aquí sin reproche alguno -dice andrus abrazando a amelia-. Bueno, vamos a empacar lo necesario y en un rato no vamos para la nueva casa, avísale por favor a alana.

Renata y andrus empacan rápidamente sus pertenencias y un instante después toda la familia se marcha para la nueva casa de la pareja.

-Pero que hermosa propiedad, y que bien ubicada está hijo-dice amelia- No imagino lo bella que debe ser en el interior.

-No puedo creer que vas a vivir aquí hermano, de verdad que me sorprende tu alcance cuando te propones algo, es de verdad hermosa -comenta alana- Ahora no voy a salir de este paraíso  nunca

-Pueden venir cuando quieran, esta también es su casa y a nosotros siempre nos hará felices compartir con ustedes. Pero no nos quedemos aquí, entremos por favor, aun hay mucho por hacer -dice andrus-

-Señora amelia, gracias a usted andrus y yo hemos podido hacer realidad muchos de nuestro sueños, y eso se lo agradeceré toda mi vida -dice renata-

-Hija, para mi siempre será un placer brindarles mi ayuda -responde amelia abrazando a renata- Ahora entremos, vamos a desempacar todo y a terminar de ordenar.

Tal como amelia había dicho, el interior de la casa era magnifico, daba mucho placer estar allí. Era una casa amplia, rodeada de naturaleza, y llena de luz. Con pequeños detalles tradicionales que le  daban el toque acogedor

-Tenia razón, es hermoso su hogar, los felicito porque fueron ustedes mismos quienes crearon esta belleza -dice amelia-

-Me siento tan bien aquí, que no quisiera irme nunca -dice alana-

-Me siento tan bien aquí, que no quisiera irme nunca -dice alana-

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CUANDO ME ENAMORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora