Los Digimon Hunters consiguieron la ayuda de varios Digimons del DigiQuartz que accedieron a participar en la búsqueda de la Idol desaparecida. Desgraciadamente, nadie sabía nada de ella. Tampoco había rastro de Sparrowmon, Mervamon o ningún Digimon que se alojara en el Xros Loader de Nene.
Su desaparición no tardó en llegar a oídos de Yuu Amano, quien le exigió a Taiki una explicación sobre su evidente silencio ante la noticia.
— ¡Debiste decírmelo, Taiki! —había reclamado Yuu indignado—. ¡Es mi hermana, tengo que buscarla!
—Ninguno de nosotros quería preocuparte —respondió Taiki tranquilamente.
Aquello, por supuesto, no había sido suficiente.
Tras una acalorada discusión que dejó a Taiki sin argumentos, Yuu salió en camino al DigiQuartz.
Montado en el hombro de Tswarmon, Yuu se dedicó a buscar a su hermana por cada rincón de aquél sitio.
No había rastro de ella.
Un sujeto de cabello gris azulado y bata blanca entró a la séptica habitación donde Sparrowmon seguía sujeto a la fría plancha de metal. Aquél hombre iba conversando con atractivo muchacho de ojos verdes y cabello castaño. Sparrowmon se aterró cuando vio al sujeto de bata blanca tomar un pequeño escalpelo y comprobar el filo de la hoja. ¿Acaso tenía pensado hacerle daño?
—Así que fue ésta cosa la que llegó con esa chica que secuestró Zero —comentaba el muchacho castaño en ese momento.
—Exactamente —respondió el hombre de bata blanca—. La Gobernadora General Cornelia me pidió que lo diseccionara. ¡Es increíble! —exclamó emocionado—. Es una máquina pero tiene signos vitales como un ser vivo.
Sparrowmon comenzó a sollozar y continuaba forcejeando para poder liberarse.
— ¿Sabes qué fue lo que pasó con esa chica que Zero secuestró? —preguntó el hombre al muchacho.
—Pasaron muchas cosas ese día —comentó el chico tras soltar un bufido—. Empezando por aquella otra creatura que peleaba contra Zero… ¡Era una mujer gigantesca!
<< Mervamon… >> pensó Sparrowmon sin parar de forcejear, << Y Nene… Nene debe estar en problemas… >>
Mervamon y Beelzebumon inspeccionaron cada rincón de Britania intentando pasar desapercibidos. Claro que no habían conseguido eso último y por eso se encontraban en aquél momento escapando de un par de esas máquinas de color púrpura que los acribillaban con ametralladoras. Para fortuna de ambos, no tuvieron problemas para destruir a sus enemigos.
—Pan comido —bromeó Beelzebumon tras darle una patada a lo que quedaba de una de las máquinas.
—Ya hemos recorrido todo este maldito lugar y aún no hay rastro de Sparrowmon —se quejó Mervamon—. ¿En qué sitio puede estar?
Beelzebumon se encogió de hombros.
—Ese sujeto que le permitió a Nene vivir en su mansión… —comentó Mervamon con recelo—. No me da buena espina.
—Supongo que es lógico no confiar en alguien que le apunta a otra persona con un arma —razonó Beelzebumon—. ¿Quieres que vaya a vigilarla?
—Sí, hazlo —ordenó Mervamon—. No permitas que ese sujeto le ponga una mano encima.
— ¿Qué hay de ti? —dijo Beelzebumon al tiempo que extendía sus alas para levantar el vuelo.
—Seguiré buscando a Sparrowmon un rato más —respondió Mervamon.
Beelzebumon asintió y se despidió de Mervamon con una sonrisa antes de levantar el vuelo y alejarse de aquél sitio. Mervamon le propinó una última patada a los restos de aquellas máquinas de color púrpura y echó a correr para continuar con su búsqueda.
Yuu bajó del hombro de Tswarmon tras recorrer durante tres horas el DigiQuartz con resultados infructuosos. En su trayecto se había topado con Kiriha, Hideaki y Ryouma.
Ninguno tenía información.
Al encontrarse de nuevo en tierra firme se dejó caer en el suelo y tapó su rostro con las manos en un vano intento de relajarse. El hecho de no tener información alguna de su hermana le provocaba una desesperación tan grande que no cabía en su cuerpo. Aunado a eso, el hecho de que Taiki le hubiera ocultado información sobre un suceso tan terrible también le provocaba un dolor desmesurado. Se sentía traicionado y herido.
—Lo merezco… —dijo para sí mismo aunque su voz fue lo bastante alta como para que Tswarmon lo escuchara.
— ¿Qué mereces? —preguntó Tswarmon angustiado.
—Que Nene se haya ido —le respondió Yuu y se puso de pie, sus ojos estaban anegados en lágrimas—. Estoy pagando por mis errores, por las decisiones equivocadas que tomé cuando…
—Por favor… ¿Es que acaso a ninguno de ustedes se le ha ocurrido que Amano podría estar en manos de un acosador?
Yuu y Tswarmon se giraron al escuchar aquella voz.
Airu Suzaki caminaba hacia el chico, Opossumon avanzaba junto a ella flotando gracias a los globos que llevaba sujetos con la mano.
—Nene es una Idol —comentó Tswarmon—. Si realmente la hubiera secuestrado un acosador, ya habrían mencionado eso en los noticieros.
—Pues yo sigo pensando que fue eso lo que ocurrió —le respondió Airu—. Toda esta búsqueda me parece inútil, no la encontraremos.
—Yo seguiré buscando —dijo Yuu furtivamente—. Así pase toda mi vida aquí, voy a encontrar a mi hermana.
Airu entornó los ojos y se acercó al chico contoneándose. Yuu esbozó una mueca de hastío, no era la primera vez que Airu se comportaba de esa manera estando a solas con él.
A decir verdad, ni siquiera se molestaba en tener discreción cuando sus amigos estaban cerca.
La chica rubia terminó de acortar la distancia entre ambos y rodeó el cuello de Yuu con un brazo. El chico se sonrojo cuando ella le acarició el pómulo derecho con la mano que tenía libre. Soltó una risilla divertida y comentó mientras su dedo índice dibujaba una línea desde la barbilla de Yuu hasta su cuello:
—Esa camisa amarilla te sienta muy bien.
—Por favor, Airu… —se quejó él removiéndose en su lugar—. No es el momento.
—Vamos —insistió Airu y acercó su rostro al del muchacho hasta que sus labios quedaron separados por milímetros—. Será sólo un momento…
Estaba a punto de besarlo cuando escucharon un fuerte zumbido en los alrededores. Era extraño. El sonido parecía provenir de todas partes y, a la vez, no pertenecía a ningún sitio. Airu tuvo que soltar al muchacho para cubrir sus oídos, el zumbido parecía taladrar en sus tímpanos con la única intención de dejarla sorda.
Tswarmon se colocó al frente del dúo con la intención de protegerlos de lo que debía ser un inminente ataque sorpresa. Sin embargo, no llegó ninguna técnica enemiga a impactarse contra él.
Ocurrió todo rápidamente.
Una luz cegadora apareció de la nada, semejante a la puerta que conducía al mundo real.
Airu y Yuu tuvieron que cerrar los ojos para evitar que el resplandor quemara sus corneas y sólo logaron percibir que algo semejante a un par de ganchos los tomaban por el estómago y tiraban de ellos con violencia para trasladarlos al interior de aquél luminoso vórtice. Soltaron un agudo grito que se apagó cuando el vórtice desapareció.
La luz ya no estaba y se había llevado con ella a Airu, Yuu, Opossumon y Tswarmon.
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Digimon R3
FanfictionNene Amano, una idol japonesa. Lelouch Lamperouge, el líder de una rebelión. Tras pasar por algunos baches, intentos de asesinato, búsquedas infructuosas para encontrar a la chica y peleas para hacerse respetar entre el séquito de admiradoras del at...