Capítulo XIX: Shoutmon DX V.S el Gawain

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     Nene dejó suspendido su dedo índice sobre el botón que accionaba el cañón de Hadrónes. Se había quedado sin habla al ver a las dos creaturas que acompañaban al Lancelot. ¿Tswarmon y Cho-Hakkaimon? Eso significaba que…

     — ¿Qué hacen esos dos Digimons con el Lancelot?  —preguntó Zero.

     A Nene le pasó por alto que fuera la primera vez que Zero llamara a los Digimons por su nombre.

     —Tswarmon… —balbuceó ella—. Es… Yuu…

     Zero intentó mantenerse indiferente ante la mención del hermano de la chica. Nene dudó si debía atacar al Lancelot, no estaba segura de que el impacto del cañón de Hadrónes fuera a herir solamente al Knightmare blanco.

     Airu y Yuu corrieron hasta el sitio donde el Xros Heart presenciaba la batalla contra los Knightmares. Tswarmon y Cho-Hakkaimon permanecieron a cada lado del Lancelot como si estuvieran resguardándolo.

     — ¡¡Taiki!!

     El aludido se alegró de reencontrarse con Yuu. Hizo caso omiso de las extrañas ropas que portaban el chico rubio y Airu, los saludó con un rápido abrazo y Kiriha tuvo que intervenir para evitar que comenzara el momento emotivo.

     — ¿Dónde estabas?  —le espetó a Yuu.

     —No hay tiempo para explicar —respondió el aludido—. Tenemos un plan.

     — ¿Qué plan?  —preguntó Taiki.

     —Esa máquina negra se llama Knightmare —explicó Yuu apresuradamente señalando el Gawain con un dedo—. Dentro de él, en la cabina de control, se encuentra el sujeto que secuestró a mi hermana.

     —Zero —dijo Tagiru y Yuu lo miró confundido por un segundo.

     ¿Cómo conocía ya la historia de Zero y el secuestro?

     Sacudió la cabeza para aclarar sus pensamientos y continuó:

     —Si conseguimos destruir ese Knightmare, destruiremos también a Zero —dijo el chico y señaló entonces al Guren—. El Lancelot, el Knightmare blanco, peleará contra ese Knightmare rojo mientras nosotros nos encargamos del negro.

     —Ya intentamos todo —intervino Akari—. Es imposible causarles más daño que algunas abolladuras.

     — ¡Yo sé lo que hago!  —Insistió Yuu—. Necesitamos destruir al Knightmare negro —repitió.

     —Bien —accedió Taiki poco convencido—. ¡Zenjirou!  —llamó y el aludido lo miró—. ¡Llévate a los demás a un sitio seguro! ¡Kiriha, Yuu, Tagiru y yo nos encargaremos de la pelea!

     — ¡Entendido!  —respondió Zenjirou y procedió a escoltar a sus amigos en busca de un escondite.

     — ¡Oye!  —Llamó indignada Airu—. ¿Vas a enviarme también con ellos, Kudou?  —reclamó.

     —Es peligroso que te quede aquí, Suzaki —intervino Kiriha—. Ve con los demás y ocúltate.

     — ¡Ni lo sueñes!  —Continuó Airu—. Yo también quiero luchar.

     —No estamos jugando a nada divertido, Airu —le espetó Taiki con severidad—. Ve a ocultarte con los demás y no interfieras.

     Indignada y ofendida, Airu miró de soslayo a Yuu. El chico se limitó a asentir lentamente y ella soltó un epíteto antes de mirar a su Digimon y llamar, aún mostrando el enojo en su voz:

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