Capítulo XLV: Locura

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     La llegada de los Caballeros Negros se anunció cuando un Slash Harken impactó a Cho-Hakkaimon e hizo que se estrellara contra un muro. Nene había lanzado el ataque. Los Elevens corrían en todas direcciones para buscar un refugio. El plan de Taiki, de no atacar a ninguna persona, no había dado resultado. Al iniciarse la fuga de japoneses, muchos de ellos fueron a interponerse entre los ataques del Xros Heart y fue así como comenzaron a haber heridos. Otros valientes intentaban enfrentar a las bestias pero sólo conseguían enfurecerlas y, sin poder controlar sus fuerzas, las extrañas bestias los atacaban.

     Algunos árboles se incendiaban, había charcos de sangre en el suelo y un par de personas heridas se arrastraban para resguardarse. Tagiru, contrario a lo que Taiki había ordenado, era quien los ayudaba a llegar a un sitio seguro. Subía a los más heridos al lomo de Arresterdramon y a quienes aún podían mantenerse en pie, simplemente los ayudaba a apoyarse sobre los hombros del chico para avanzar.

     Él estaba en el aire trasladando a una anciana cuando el ataque del Gawain llegó desde los cielos. Cho-Hakkaimon perdió su evolución y Airu acudió en su auxilio. Cutemon estaba ya demasiado ocupado curando las heridas de los Elevens así que ni siquiera se fijó en que Airu tuvo que resguardar a Cho-Hakkaimon en el Xros Loader para evitar que se transformara en Datos.

     El Gawain, el Guren, el Galahad y los Akatsuki se posaron en hilera frente al Xros Heart. Taiki y Kiriha encabezaron a su grupo a la hora de encararlos. Tagiru, que debía ocupar su sitio a la izquierda del general del Xros Heart, prefirió mantener sus distancias. Hubo un momento de silencio, la expectación se cernía sobre sus hombros. Nene tenía un dedo encima del botón que activaba el cañón de Hadrones, tan sólo esperaba las indicaciones de Zero para poder disparar.

     Yuu ocupó el sitio que estaba destinado para Tagiru y los tres representantes del Xros Heart adoptaron posiciones de batalla. Zero activó entonces los altavoces para comunicarse con ellos.

     —Les habla Zero —dijo, su voz sonaba tan amplificada que bien toda el Área 11 podría haberlo escuchado—. Retírense ahora mismo si no quieren salir lastimados.

     — ¡Sal de esa máquina y enfréntanos tú mismo!  —exclamó Yuu.

     Kallen tuvo que controlarse para evitar disparar el lanzagranadas en contra del muchacho rubio.

     Así de breve fue su dialogo pues lo siguiente ocurrió rápidamente.

     Con un tubo de acero en sus manos que consiguió en una montaña de escombros, Airu echó a correr hacia los Knightmares con intención de golpear al Gawain. Yuu gritó para evitar que Airu se arriesgara pero la chica no lo escuchó. Antes de que pudiera si quiera acercarse al Gawain, el Guren la atrapó por el cuello con una de sus manos. Podía sentir el filoso metal cortando su piel cuando el brazo la levantó a varios metros del suelo.

     — ¡¡Suéltala!!

     Yuu no se atrevía a acercarse por temor a que pudieran lastimarla si daba un paso en falso. El Guren la aferraba con fuerza y ella lloriqueaba. La sangre comenzó a correr por su cuello hacia abajo, manchando sus ropas.

     — ¡Kudou!  —Exclamó Zero—. ¡Retira a tus tropas o mataré a esa jovensita!

     — ¡Ni pensarlo!  —fue la respuesta que obtuvo de Taiki.

     Todos enloquecieron.

     ZeekGreymon pretendió liberar a Airu pero el Galahad se lo impidió con un golpe de su espada. El Guren entonces utilizó su cuchillo para cortar a Airu por la cintura, a la mitad, mientras ella soltaba un grito ahogado y la sangre salpicaba a chorros.

     El cuerpo de la chica rubia cayó al suelo y la sangre siguió encharcándose debajo de ella. Yuu volvió a gritar, horrorizado, y fue esa la señal para que ambos bandos atacaran. El cañón de Hadrones hizo colisión con el Heavy Metal Vulcan de OmegaShoutmon y así, dio inicio la batalla.

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