*Créditos al autor*
No sé qué es lo que me sucede, ya no sé quién soy, no sé ni siquiera que sucedió aquí, solo, me encuentro en el cuarto de baño, con un hermoso vestido color negro que me llega a las rodillas, cubierta de sangre, sentada justo frente al espejo, sé que esto está mal, pero no siento terror, no siento miedo a lo que haya pasado, solo, no sé porque hay tanta sangre a mi alrededor, siento necesidad de saber que ha pasado aquí.
Decidí levantarme del suelo e investigar mi casa, tenía que saber, de dónde provenía la sangre. Mi cabeza no para de darme vueltas, estaba mareada, caminaba por el pasillo hacia el comedor viendo como todo el pasillo estaba cubierto de sangre, las paredes tenían marcas de manos ensangrentadas, el suelo estaba, como si algo pesado se haya arrastrado por allí, pero seguía sin tener miedo.
Al fin cuando llegue al comedor, todo estaba cubierto de sangre, había muchos cuerpos en el suelo, todos eran familiares y amigos míos. Aun, sabiendo que esas personas asesinadas, eran mi familia y mis amigos, seguía sin sentir miedo, tan solo faltaban mi hermanita y mis padres.
Fui lentamente hacia la habitación de mi pequeña hermana, fui arrastrando mis pies, como si quisiera retrasar mi llegada allí, como si supiera que algo horripilante había allí. Con pasos desganados y siempre mirando el suelo, llegue a la puerta de su habitación, su puerta estaba abierta, no quería quitar mi mirada del suelo, pero sabía que tenía que ver que había allí dentro, lentamente, como si estuviera en cámara lenta fui levantando la mirada, hasta situarla en su cama, allí yacía el cuerpo de mi pequeña hermanita luna. Me acerque lentamente hasta su cama. Mi pequeña hermana, se encontraba boca arriba, con sus ojitos cerrados, tapada hasta el cuello, parecía estar dormida, solo que estaba demasiado pálida para estar viva, lentamente la destape, preparándome para ver una atrocidad, pero al destaparla por completo, vi que tenía marcas en todo su cuerpo, como arañazos, tan solo eso, nada más. Mi pequeña hermana se encontraba muerta, con tan solo seis años de edad justo enfrente de mí, pero eso no era lo que me inquietaba, sino el no sentir pena, no sentir miedo, ni siquiera incomodidad por ver un cadáver, no sentía nada.
Decidí volverla a tapar a mi hermana como estaba y caminar hacia la habitación de mis padres, aun sabiendo, que seguramente, habían tenido el mismo trágico final que mi hermanita.
Caminaba como si de un muerto se tratase, arrastrando mis pies, con mi cabeza mirando hacia el suelo, pero sin verlo en realidad, mis brazos colgando a mis lados, sintiendo el pegajoso suelo cubierto de sangre con mis pies descalzos. Lentamente avanzaba hacia la habitación, no sabía que estaba pasando, porque había sucedido esto, ni porque yo actuaba de esta manera, como si no me importara, como si no tuviera sentimientos, solo sabía que esto no era normal, pero que lo estaba tomando como si fuera lo más normal del mundo, eso me inquietaba.
Al llegar a la puerta, esta también se encontraba abierta, mis padres, se encontraban en el suelo, cubiertos de sangre, pareciera que los habían golpeado salvajemente entre muchas personas, al igual que mis amigos y demás de mi familia.
Me quede allí observando, como si no me importara, como si todas esas personas que realmente amo no estuvieran muertas, no entendía porque actuaba de esta forma en una situación así.
De repente, tuve un impulso sobrehumano de entrar a la habitación y comenzar a golpear todo, sin aun saber lo que hacía, comencé a destrozar la habitación, las fotos, los muebles, todo, destruí todo lo que se encontraba allí, pero cuando fui a destruir el espejo, me quede observándolo, allí, estaba mi reflejo, pero no era yo, no, mi cabello de color azabache, se encontraba desaliñado, cubierto de sangre, mis labios, completamente negros, mi piel mucho más pálida que la nieve, hasta se podía ver mis venas con total facilidad, pero lo que más llamó mi atención, fueron mis ojos, mis ojos que una vez fueron de un color gris, ahora estaban completamente negros, no había ni un punto blanco, nada, solo negro. Me acerque al espejo, no podía creerlo, aunque no me daba miedo, ni tristeza, ni pánico, nada, solo me observaba, hasta que vi detrás mío algo que llamo mi atención, era una silueta oscura, podía saber que era como una persona, pero solo su sombra, tampoco me asusto eso, solo me quede observándola, estaba detrás de mí, sabía que sonreía, no veía más que una sombra pero sabía que estaba sonriendo. Me di la vuelta y como suponía, no estaba, solo estaba yo en la habitación, junto a los cuerpos de mis padres.
camine sin sentido por la casa, viendo todo, como si fuera una obra, malvada obra por cierto, pero malvada en fin, observaba todo, los cuerpos, las heridas de estos, la sangre, pero, no sentía temor, lastima, dolor, no sentía nada.
Decidí volver al baño, lentamente sin perderme nada del recorrido hacia allí. Al estar en la puerta voltee hacia el pasillo, viendo, como la sombra se encontraba en el medio de este, tan imponente, no le hice mucho caso y entre.
Y ahí estaba nuevamente, en el suelo del baño contemplando el espejo, viéndome, pero no viéndome en realidad, no era yo esa persona que el espejo reflejaba, no, no podía ser yo, no, no quería ser es persona, “claro que eres esa”, escuche una voz sombría en mi cabeza, de repente, la sombra se encontraba junto a mí. No, no soy esa persona “si, esa persona eres tú, ahora esa persona eres tú”, no quería ser esa persona en el espejo, esa que esa voz sombría me decía que era, esa muchacha con mirada asesina, con sus ojos completamente negros, con esa sonrisa de maniática, no, yo era una muchacha que tenía mirada dulce y una sonrisa de amabilidad, “eras, solo mírate al espejo”, cierto, el espejo me muestra que soy esa, aunque no lo quiera, soy esa, pero ¿porque?, “porque tú lo has querido”, no, nunca quise ser así, como soy ahora, no, siempre me gusto mi forma de ser, “mientes, nunca te gusto, siempre te utilizaron, por eso te convertiste en lo que eres ahora”, no, no. O tal vez, si, nunca me ha gustado ser esa persona a la que usan cuando se les da la gana, pero solo quisiera saber una cosa, ¿Qué fue lo que sucedió?, le pregunte a esa voz sombría, que sabía perfectamente que era la voz de esa sombra que se encontraba imponente detrás mío, “tan solo te vengaste”, ¿vengarme?, ¿vengarme de qué?, si a las personas que se encuentran muertas allí, las amo, o amaba, no lo sé, no siento nada, “jajaja, no puedes amar a lo que te hace mal”, cierto, pero, no, no se puede amar a la gente que alguna vez te daño, pero no lo sé, me siento extraña, no sé muy bien que ha sucedido, “tú me invocaste, tu necesitabas mi ayuda para librarte de los sentimientos, los sentimientos no sirven, tan solo te alejan de la realidad”, ¿tú me quitaste mis sentimientos?, “sí, eso era parte de tu deseo”, ¿mi deseo?, ¿Cuál fue mi deseo?, “vengarte de todo lo que alguna vez te ha lastimado, te ha hecho sufrir, te ha engañado, de todo lo que te ha molestado, lo que te estorba, sin importar quien sea, sin importar nada, no tener sentimientos, no sufrir por culpa de ellos, tan solo, poder ser libre, ese fue tu deseo y te lo concedí”, mi deseo, ese fue, vengarme de los que alguna vez me han molestado, me han lastimado, ¿pero y ahora qué?, ellos no lo merecían, puede que me haya molestado algo, pero ¿haberles quitado la vida?, no, no puedo creerlo, no esto no lo quería, no, “lo siento, así fue tu deseo, así se cumplió, y no hay vuelta atrás”, no hay vuelta atrás, no hay vuelta atrás, no, solo, no, yo no lo quería así, ellos no me dañaron, mi hermanita no me daño, mis padres, mi familia, mis amigos, no, “si, así fue tu deseo, ja, tus amigos te lastimaron alguna vez, te engañaron, tu familia, te estorbaba, recuerda, si quieres ser libre, no tienes que estar atada a nada, ni a tus sentimientos ni a nadie”. No lo quería así, no, mi deseo no fue ese, “así fue tu deseo”. No, no, quiero que todo esto sea solo un sueño, quiero poder ser la de antes, “como ya te dije, no hay vuelta atrás”. ¿Pero tú que ganas en esto? “¿Qué gano?, almas en pena”, almas, ¿y si te doy la mía a cambio de la de todos ellos?, “no, ya hice un trato contigo, y a tu alma a fin y al cabo la tendré, tu alma cuando mueras, será un alma en pena, por todo el dolor que has causado, aunque ya no tengas sentimientos, lo serás y así te tendré a ti también”.
Al terminar de decir eso, la sombra desapareció, sabía que esta vez se había marchado, dejándome allí, sola, en el cuarto de baño, sola, sin nadie, ni siquiera tenía mis sentimientos, ya no quería esto, ya no.
Decidí que tendría que pagar por esto. Fui hasta la cocina, caminando lentamente, como lo había hecho desde que había reaccionado, tome un cuchillo, luego busque y tome una hoja y un lápiz, y fui nuevamente hacia el cuarto de baño, allí me senté y escribí esto, lo que estás leyendo, solo para decirles, a los que encuentren esto, que piensen muy bien lo que desean, yo, solo por un momento de rabia, decidí hacer un trato, que, termino con todo lo que amaba en este mundo, y terminara conmigo ahora, pagare por lo que hice, sé que ellos también serán almas en pena, pero sé que yo estaré mucho peor que ellos y me lo merezco, solo quiero dejar en claro algo, cuidado con lo que deseas…
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Historias De Terror Y Leyendas Urbanas
KorkuHistorias de terror de diferentes fuente. Nota: ninguna historia hasta ahora ah sido creación mía.