Narra Thalia
Reyna se puso un bikini que le quedaba de putísima madre.
Creo que me adelanté un poco, quizás mucho.
Primero tuvimos que encontrar alguien que nos lleve hasta Malibú, éramos cuatro chicas paradas al lado de la carretera, cargadas de las cosas que pudimos rescatar del auto. Pasó casi una hora y ningún vehículo se detenía, tampoco parecían notar el auto destrozado a un lado del camino, bendita sea la niebla.
—Esto es ridículo—se quejó Reyna—Nadie se detiene.
—¿Tienes alguna idea mejor? —pregunté.
Ah, mi querida pretora, que bien que besa la desgraciada, hasta me arrepentí de no haberlo hecho antes, y su pelo era tan suave...
Y de repente recordaba que era una Cazadora de Artemisa y se iba todo a la mierda. Lo que hice con Reyna estuvo mal, la verdad fue genial, pero quebrantaba el juramento de las cazadoras, ahora que lo pienso rompí el juramento desde que comencé a enamorarme de ella.
No sé en qué estaba pensando cuando la besé, no pude resistirme, sentí una necesidad tan grande de hacerlo, aunque creí que ella me rechazaría o me golpearía, pero me devolvió el beso, y fue increíble.
Luego de esperar media hora más por fin se paró un auto. Lo conducía un chico joven, no más de veinte años, y sonreía con suficiencia, el muy pajero debe creerse suertudo de encontrar cuatro chicas solas a mitad del camino.
—¿A dónde van, chicas?—preguntó el chico, era rubio caramelo.
—A Malibú—respondió Jocelyn, de seguro la amazona ya se imaginaba al chico con un enterito naranja.
—Yo las llevo, suban—dijo el chico.
Jocelyn se subió al asiento del copiloto y Anna, Reyna y yo en el asiento trasero, como no podía ser de otra manera, me tocó sentarme al medio, de modo que estaba junto a Reyna, para colmo el auto era bastante pequeño, así que estaba apretada contra ella.
Resultaba algo incómodo estar tan cerca de ella, no habíamos tenido tiempo para hablar de lo que pasó, y el hecho de ser mujeres lo hacía muchísimo más raro y confuso, la pobre debía tener mil cosas rondándole por la cabeza, ya que no creo que Reyna haya dudado de su sexualidad hasta que llegue a su vida (modestia aparte).
Ella estaba mirando por la ventana, yo puse una mano en su rodilla, ella se volteó para verme. Ahora hasta mirarla era diferente, ella apartó mi mano bruscamente.
Al parecer alguien quería hacerse la heterosexual conservadora.
O tal vez aquello había sido un error, quizás ella no me quería... ¿En qué estaba pensando? No importaba si Reyna me amaba o no, esto no podía convertirse en nada más, era imposible.
También era imposible reprimir mis sentimientos.
Jocelyn le indicaba al chico como llegar, y también charlaba con él. En poco tiempo llegamos a la ciudad, el tráfico estaba horrible y había turistas por todas partes. El arena de la playa era blanca y el mar azul, con un suave oleaje. Había algunas casas cerca de la costa, pero la mayoría de los edificios se encontraban cerca del puerto (creo que nunca vi tantos barcos juntos)
Nunca imaginé que el cuartel de las amazonas fuese un hotel cinco estrellas. El edificio se alzaba a pocos metros de la playa, era bastante grande y había varios autos estacionados frente a él.
El chico se sorprendió bastante cuando Jocelyn le dijo que nos dejara ahí, estacionó frente al hotel y nosotras nos bajamos, esta última sonreía.
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"Compostura, pretora" FanFic Theyna
FanfictionReyna Ramírez Arellano siente que algo falta en su vida, cree que alejarse del campamento por un tiempo aclarará su mente, pero se encuentra con que su hermana ha desaparecido. Ella deberá seguir una serie de pistas que la llevaran a lugares bastan...