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Aclaración: Luis y Carlos usan voseo y lunfardo, o sea que hablan como argentinos, si no se entiende me avisan.

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Narra Reyna

Thalia parecía mujer.

No es que antes no lo fuera, pero era una chica, una adolescente.

Ahora tenía diecinueve años, era más alta que yo y tenía un aire completamente diferente. Me gustaba, pero en parte me incomodaba, ya no sabía si era la misma persona, tal vez hasta había madurado. No, imposible, Thalia no puede madurar.

Me sentía expectante, pero no sabía que esperaba, no sabía que esperar de toda esta situación. Lo que sentía por ella seguía allí, igual de fuerte. Pero cada vez que intentaba concentrarme en ese sentimiento, era nublado por vergüenza, culpa y miedo. Ya no podía pensar en ella con claridad, las palabras de Lena no me dejaban, y pensar que había más gente como ella en el mundo me agobiaba aún más. 

No entendía para que seguía insistiendo, yo no iba a tener suerte en el amor, jamás, estaba maldita, no tenía oportunidad. Ningún semidiós curará mi corazón.

Thalia se veía muy triste cuando volvíamos de la reserva, y debía estarlo, perder a Anna no me hacía gracia ni a mí, pero al menos estaba en un lugar seguro y no desaparecida.

Me sentía egoísta, todo esto era con fin de encontrar a mi hermana, pero ella ni se me cruzaba por la mente.

Cuando llegamos a la cabaña, encontramos la puerta entreabierta. Pensé que tal vez en el apuro Anna o yo la habíamos dejado abierta, pero yo recordaba haberla cerrado. Entramos, y todo parecía estar en orden. Fui a la cocina, porque eran más de la doce del mediodía y no había comido nada.

—¡Thalia, ven!—La llamé cuando vi lo que había en la puerta de la heladera. Era una especie de sobre, que se sostenía gracias a un imán con forma muy rara.

Ella vino, de mala gana, pero su actitud cambió apenas vio el sobre, lo descolgó y examinó el imán.

—Es el reloj astrológico de Praga...—comentó. Luego, leyó lo que decía el sobre—Es una invitación, para ¿Un baile de máscaras? Qué horror.

Le arrebaté el sobre de la manos, efectivamente, era una invitación. Me apresuré en abrirlo y leí lo que decía la carta. "Las señoritas Thalia Grace y Reyna Ramírez Arellano están cordialmente invitadas al baile de máscaras que se celebrara en la ciudad de Praga, más precisamente en la catedral de San Nicolás. El evento ha de celebrarse el veinte de diciembre, a partir de las diez de la noche. Asistencia obligatoria o muerte." 

—¿Dónde queda Praga?

—República Checa, Europa—respondió Thalia.

—Voy a comprar los boletos de avión—decidí—Pero no sé si llegaremos a tiempo, es dentro de dos días y los boletos de avión suelen comprarse meses antes.

—Yo me encargó de eso, las cazadoras tenemos un código especial que usamos para los aeropuertos, puedo conseguir un vuelo para hoy, aunque seguramente con una o dos escalas.

—Gracias—dije.

—Dame tu celular, sino no puedo hacer mi magia—dijo alargando la mano, yo le entregué mi teléfono.

Y de repente, las palabras salieron de mi boca sin que yo pueda controlarlo.

—¿Podemos hablar?

—No—dijo—Tengo cosas que hacer.

Dicho esto se fue, y yo volví a quedarme estática, impotente.

Algo en ella si había cambiado, a pesar de que tenía los mismos ojos, la misma sonrisa, el mismo cabello, algo en ella había cambiado y no sabía si era culpa de la poción o mía.

"Compostura, pretora" FanFic TheynaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora