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Narra Reyna

Las cosas no hacían más que empeorar.

Bueno, por lo menos conseguimos llegar a la terminal en una pieza, y con la ropa de verano no hacía tanto calor. Pero el colectivo no salía si no dos horas después, dos horas en las que tuve que estar con el culo aplastado en una silla sin hacer nada.

Al parecer, a eso de las cinco de la tarde la gente comenzaba a despertar, la terminal poco a poco fue llenándose de gente, todos hablaban español, así que podía entender perfectamente.

Finalmente, el colectivo llegó, y pudimos irnos. No me quedaban muy lindos recuerdos de esa ciudad, en especial por el tema de Cacuy. No podía dejar de pensar en que, si Hylla moría, yo quedaría igual que ese monstruo, buscando eternamente el perdón de mi hermana.

Thalia se pasó la mayor parte del viaje dormida en mi hombro, tampoco es que fuese muy romántico, pero tenerla tan cerca me hacía sentir bien, y estando dormida podía mirarla todo lo que quisiese sin problema. En lo que respectaba a mi "asunto" con ella, solamente iba a dejar que las cosas pasaran, porque tampoco es que tuviese mucho control sobre la situación. Para mí el viaje estuvo bastante tranquilo, me la pase escuchando Soda Stereo y acariciando el pelo de Thalia.

La cosa cambió cuando me enteré que Tafí quedaba a 3000 metros sobre el nivel del mar.

No es que me disgustara el paisaje montañoso, era muy bonito de hecho, pero el problema era la manera de subir. La carretera literalmente bordeaba una montaña, y era muy estrecha, de modo que podías ver todo lo que estaba abajo. En cierto momento del viaje, Thalia se despertó.

-¿Ya terminamos de subir?- preguntó, todavía con la cara hundida en mi hombro.

-No.-cerré bruscamente la cortina dela ventana, Thalia no podía ver eso, se volvería loca.

Ella me tomó de la mano con fuerza

-¿Y si el colectivo se cae?

-Volaremos- Supuse. Ella parecía realmente asustada, seguía sin entender cómo podía tenerle miedo a las alturas.

-Moriremos- Corrigió ella, apretándose más fuerte contra mí, empujándome contra la ventanilla.

-No vamos a morir- Aseguré, apretando su mano.

-¿Y cómo estás tan segura?

-Vuélvete a dormir-ordené.

-Tú vuelve a jugar con mi pelo-replicó.

Y eso hice, enrosqué un mechón de su corto pelo en mi dedo, ella suspiró y se acomodó para volver a dormir. Sentía el irresistible deseo de besarla, se veía tan bonita, aun despeinada y con el maquillaje un poco corrido. Pero no podía hacerlo, no ahí, no sabía que reacción tendría la gente. Si tuviéramos una relación, probablemente nunca podríamos demostrar nuestro afecto en público, no es que quisiera comérmela a besos en la vía pública, pero aunque sea tomarla de la mano... Pero no, nadie lo entendería.

Si ni siquiera yo lo entendía.

Cuanta más altura iba ganando el colectivo, más se empañaba el vidrio de mi ventana, hasta podía sentir como se me apunaban los oídos, pero a pesar de eso la vista era genial, en el horizonte solo se veían montañas y vegetación, medida que avanzaba podían encontrarse algunos arroyos o animales. Aquello era naturaleza en estado puro, sin una huella del hombre, y era fantástico.

Luego de mucho subir, por fin llegamos al valle donde era el pueblo, por el camino se asomaban casas y cabañas para hospedarse, más por el centro había restaurantes y tiendas de artesanías, demasiadas. Al parecer no había terminal, porque el colectivo nos bajó en un paseo que quedaba en el centro.

"Compostura, pretora" FanFic TheynaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora