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Lean la nota del final, es importante.

Narra Thalia

Las cosas iban bien, de momento.

Habíamos llegado a Praga, en el único aeropuerto de la ciudad, el Ruzyne. Aquí eran más o menos las ocho de la mañana.

El casco histórico de la ciudad se dividía en cuatro distritos: Hradčany, Malá Strana, Staré Město y Nové Město, aquí se encontraban los lugares de interés turístico y todo lo demás. Habíamos tomado un tren que nos dejó en Malá Strana, pero yo quería que nos quedáramos en un hotel que estaba en Staré Město, así que teníamos que caminar.

¿Quieren que les describa Praga? Un castillo por aquí, una iglesia por allá y rubias tetonas por todos lados. Claro, la ciudad de los cristales de Bohemia también tiene otros encantos, como su frío polar y su idioma incomprensible. Tiene cosas super divertidas, como shows de marionetas y teatro negro, ¿Ya mencioné que hay muchas iglesias y castillos?

Bueno, si te ponías a ver el lado bonito, Praga era igual que todas las ciudades de Europa, llena de edificios antiguos, monumentos y museos. Era bonito a la vista, pero ya había venido un par de veces, y me acostumbré al paisaje de la edad media.

Iba a aprovechar el día para mostrarle a Reyna la ciudad, de seguro le fascinaban las cosas aburridas, porque ella era aburrida. Me dijo que estaba algo inquieta porque todo territorio que quedase cerca del mar Mediterráneo estaba prohibido y blablablá, tampoco es que me importen las reglas.

Caminábamos por el emblemático puente de Carlos, como siempre, lleno a más no poder de gente y de vendedores ambulantes. El Moldaba corría caudaloso bajo nuestros pies. Más adelante podía verse la cúpula color aqua de una de las muchas iglesias y los edificios de la parte más vieja de la ciudad.

Nos registramos en un hotel bastante bonito, nos cambiamos de ropa y desayunamos, para luego salir a recorrer Staré Město. Me voy a sincerar, no sabía ubicarme en esa ciudad, pero creí que no sería muy difícil.

—Insisto en que necesitamos un mapa—dijo Reyna.

Andar sin un rumbo fijo había sido muy bonito, hasta que Reyna comenzó a insistir en que podíamos perdernos entre tanto laberinto de calles.

—No lo necesitamos, mira, por allá está el río, es nuestro punto cardinal para ubicarnos—señalé. —Entiende, ciudades como esta están diseñadas para no perderse.

—Están diseñadas para que gente inteligente no se pierda.

—¿Y qué si nos perdemos?—Me encogí de hombros—Podría besarte en alguno de los callejones hasta que se nos ocurra como volver.

—También podríamos morir de hipotermia—observó.

—Te juro que sé dónde estamos—Mentí— Por allá esta la Torre de pólvora, entonces por ahí debe estar el hotel.

—Por ahí—repitió Reyna. .

—Cerca de ahí—afirmé.

Ella suspiró.

Nuestro objetivo era llegar hasta el reloj astrológico, para eso debíamos ir a la plaza del ayuntamiento, cosa que no nos estaba resultando muy fácil. Quizás habría sido fácil si hubiésemos seguido la ruta convencional, pero había tanta gente que no se podía ni caminar, por lo que optamos ir por barrios y calles menos concurridas en vez de ir por las grandes avenidas.

Tal vez sí me había confundido un poco, habíamos llegado a la catedral Saint Martin, una horrible estructura que parecía más bien un castillo, pero uno de pobres. El edificio era bastante antiguo y desgastado, lo que le quitaba todo lo lindo que pudiese tener.

"Compostura, pretora" FanFic TheynaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora