No sabía que terminaría amándote.

14. Al fin y al cabo, mañana será otro día.

Estiré mis brazos y éstos crujieron, parpadeé un par de veces para adaptarme a la luz, y un fuerte dolor de cabeza me azotó, miré a mí alrededor y no estaba en mi casa, de hecho, no sé donde estaba.

Estaba un poco asustada, por una parte me he podido acostar con cualquiera, pero por otra sabía que estaba a salvo con Harry anoche. Me levanté de la cama y tenía una camiseta que me quedaba bastante grande y la ropa interior, alrededor de la habitación había fotos así que decidí mirarlas.

Estaba en casa de Harry, lo había reconocido en las fotos, de pequeño era tan dulce, bueno, y ahora es un hombre muy atractivo. La habitación era espaciosa, y no tenía mucho color, la cama era enorme, pero por ningún lado se encontraba Harry.

Bajé disparada por las escaleras, nunca había estado en su casa, al parecer era un dúplex, y muy espacioso, bajé las escaleras y fui mirando habitación por habitación en busca de mi príncipe. ¿Pero qué digo? Si ni siquiera estábamos saliendo, tenía un lío con Harry en la cabeza..

Seguí buscando a Harry y lo vi en la cocina, estaba de espaldas, quise darle un susto, por lo que me acerqué silenciosamente a él, yo tenía las manos frías, y él estaba con el torso desnudo, me acerqué por detrás y lo abracé, sorprendentemente no se asustó, ni siquiera se movió de su sitio.

-Buenos días princesita-Dijo mientras se daba la vuelta y besaba mi mejilla-

-Buenos días-Dije mientras bostezaba-Después de las seis de la mañana no me acuerdo de nada. ¿Qué paso?

-Bueno, Luke estaba detrás de ti todo el rato y ya pues me harté y le di un guantazo en la cara y nos echaron de la discoteca, y Luke se fue y dejó a Alice sola, llevé a Alice a su casa, y como tú estabas tan dormida en la parte de atrás del coche y bueno te traje a mi casa-Dijo alzando los hombros-

-¿Le p-pegaste otra vez?-Dije atónita-

-No quiero que te toquen Sam, y menos si tú no quieres, tengo el deber de protegerte-Dijo muy serio-

Quería cambiar de tema, me estaba poniendo muy nerviosa con esto.

-¿Has dormido conmigo?-Dije curiosa-

-Si. Al parecer ayer no querías que me fuese, me amenazaste con tirarme uno de tus zapatos puntiagudos si no me quedaba contigo.-Dijo Harry mientras reía-

-¿Enserio? Sí que estaba mal anoche-Dije un poco avergonzada-Oye, Harry, ¿me das una pastilla para el dolor de cabeza?

Se puse de puntillas para alcanzar un estante que había en frente de nosotros y sacó una caja de pastillas.

-Toma.-Me tomé la pastilla y luego miré lo que Harry estaba preparando antes de que yo me despertase, al parecer eran tortitas, como me conocía este chico-

-Harry te amo. Es el mejor desayuno del mundo-Dije y acto seguido le llené toda la cara de besos-

Escuché el sonido que emitía mi móvil cuando alguien llamaba. Se escuchaba algo lejos, supuse que estaría arriba. Antes de subir el primer escalón resoplé, la verdad es que estaba muy cansada y no me apetecía subir. Subí las escaleras con rapidez ya que si no se cortaría la llamada telefónica; llegué y mi móvil estaba encima de la mesita de noche de Harry, miré la pantalla y vi que en esta ponía “Mamá”; me asusté un poco por saber cómo reaccionaría, ya que no dormí en casa. Decidí descolgar el teléfono antes de que la llamada se cortase.

-Emm.. Buenos días mami-Dije con tono de niña buena-

-Sam, ¿se puede saber dónde has estado metida toda la noche?-Dije alzando el tono, estaba enfadada, se notaba a kilómetros-