No sabía que terminaría amándote.

28. Cuídame.

Sábado, era la fiesta tan famosa que llevaba un tiempo preparándose y por supuesto iba a ir, sería una fiesta legendaria y no estaba dispuesta a faltar. Iría sola, si, porque no creo que Harry apareciese y la verdad agradecería que no se presentara. Íbamos en el coche de Roger, no me fiaba mucho de él pero era el único que nos podía llevar a la fiesta. Yo estaba sentada en la parte de atrás con un chico a cada lado, muy pesados. Llevaba un vestido corto negro, ceñido y sólo una manga hasta la muñeca, adoraba el negro, y por supuesto no podían faltar mis tacones negros altos. Una vez que llegamos a la casa mi boca casi tocó el suelo, era una casa enorme, mi casa comparada con esa parecía una casa de muñecas, era una pedazo de mansión.

-¿Quién vive aquí?-dije mientras admiraba aquella mansión llena de gente-

-Andrew, bueno, todo el mundo lo conoce como Andy-me quede un poco en shock. ¿Andy vivía aquí? Espero no cruzármelo en toda la noche porque después de todo lo que me dijo y como acabamos, nos odiábamos. Al principio iba todo bien, quedábamos y me gustaba bastante, él pensó que teníamos algo serio cuando no lo era-

Salí del coche y fui directa a por Alice.

-Dime que no es el Andy que tú y yo conocemos-susurré en su oído-

-Me temo que si-sonrió forzosamente. Supongo que tampoco sería el fin del mundo-

A medida que avanzábamos la casa se veía más grande, intimidaba bastante. Fuimos siguiendo a la multitud y llegamos a la parte de atrás de la casa, en realidad mansión, donde había un jardín hermoso y una piscina alucinante. Nos adentramos en la casa que estaba llena de gente coreando "Andy" mientras un chico volaba, supuse que sería Andy. Nuestras miradas se cruzaron por un segundo y empecé a sentirme muy incómoda, no habíamos acabado demasiado bien y yo estaba irrumpiendo en su fiesta. Andy bajó de los brazos de aquellos chicos y se dirigió a nosotros, invitó a Roger porque eran buenos amigos, pero Andy paso a la universidad mientras que Roger repitió curso. Saludó a todos dándole la mano y a Ali le dio un beso en la mejilla. Mi nerviosismo aumentaba por momentos, lo más posible es que saliese de esta casa en un par de minutos. Se acercó a mí, besó mi mejilla y sus labios fueron directos a mi oreja.

-Hola, Samantha-susurró de manera lenta, casi sensual-

Me quedé atónita ante su comportamiento, se separó de mi oreja y me sonrió lascivamente, después de eso se marchó con otro grupo de gente. Justo después de eso Al me arrastró a la barra junto con los demás.

-¡Ronda de chupitos!-gritó Alice-Vamos a celebrar tu cumpleaños como se merece-

Cogieron todos vasos de plástico y Alice encontró vodka, sinceramente no sabía de donde la había sacado.

-Esta ronda de chupitos va por Sam-todos chocamos nuestros vasos y nos bebimos el contenido. Mi garganta ardía y bastante-

Al cabo de un rato perdí la cuenta de cuantos veces habíamos chocado los vasos de plástico y tragado el vodka.

Las luces se apagaron y la música empezó a sonar más fuerte que antes, ahora no nos oíamos entre nosotros. Alice se fue a bailar con Roger y yo me quedé en la barra mientras mi cabeza daba vueltas.

-¿Estás sola?-me di la vuelta para ver quién me había hablado y me encontré con Andy-Puedo hacerte compañía-y de nuevo esa sonrisa lasciva-

-Estoy bien, mareada pero bien-sonreí y miré al suelo-

-Se nota que necesitas un buen polvo. ¿Acaso el rizado no te da lo que quieres?-rió muy alto-

-Seguro que más de lo que tú podrías darme-lo desafié-

-Podemos comprobarlo-sus labios estaban sobre los míos, moviéndose lentamente, justo como a mí me gustaba. Por alguna extraña razón no me aparté de él, simplemente lo seguí besando. Después de un rato, mi mente se volvió clara y lo aparté de un empujón. Andy siempre había besado bien, pero no quería hacerlo-