3. Podré odiarte más pero no quererte menos

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Hoy, domingo a las nueve de la mañana, estaba pensando en ir al gimnasio o ir a correr.

Opté por ir al gimnasio.

Me puse mi típico atuendo para hacer deporte. Desayuné bastante ya que hoy sería un día bastante movidito.

En cuanto llegué al gimnasio me encontré con algo muy extraño, pero a la vez tan interesante y excitante, era Harry, estaba boxeando, era un entrenamiento, se veía tan imponente en ese momento, era asombroso mirarlo, ver sus ágiles movimientos, ver como su espalda se tensaba cada vez que propinaba un puñetazo, simplemente asombroso.

Supongo que Harry acabaría dentro de un buen rato de su entrenamiento, así que decidí irme con Brad.

-Hola Brad-Dije mientras sonreía-

-Ey Sam ¿qué tal los exámenes?-Dijo Brad mientras sacaba unas cosas de su mochila-

-Bueno, los hice todos bien, ya sólo falta que me den las notas, estoy muy nerviosa-Dije, y acto seguido empecé a comerme las uñas-

-Seguro que apruebas todo-Dijo con una sonrisa deslumbrante, Brad era guapo-

-Eso espero-Dije esto acompañado de una risa-

Ambos reímos con un par de bromas que me contaba Brad, era bastante gracioso este chico.

-¿Empecemos ya no?-Dijo mientras sus ojos miraban con atención los míos-

-Claro

El entrenamiento por ahora iba bien, estaba avanzando, poco a poco pero estaba avanzando, que de eso se trataba, olvidé por completo mi nariz dolorida hasta que Brad me agarró el pie y caí al suelo y me di en la nariz un fuerte golpe, el suelo tenía pequeñas gotas de sangre, me puse boca arriba y mi manos haciendo un intento de parar la sangre, supongo que mi expresión de dolor era notoria.

Automáticamente Brad me levantó y me sentó en uno de los taburetes.

Apartó las manos de mi cara, éstas estaban llenas de sangre. Rápido me llevó hasta el vestuario de las chicas, que ahora estaba vacío y me dejó allí sola.

Al rato, escuché como la puerta se abría.

-¿Sam?

-Sí, aquí estoy.-Dije con la voz entrecortada-

Dejé que la sangre cayese sobre el lavabo

-¿Sam que ha pasado?-Dijo mi héroe de rizos castaños-

-Bueno, ya sabes, la defensa personal tiene sus riesgos.-Dije intentando relajar el ambiente-

-Déjame que te ayude. Brad ha ido a hablar con Tom-Dijo Harry con tono de preocupación-

Cogió papel higiénico, lo puso debajo del grifo, y una vez húmedo lo pasó por mi labio superior y por mi nariz.

No sabía que terminaría amándote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora