1. Nada ocurre por accidente

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Los días pasaban, tenía algunos exámenes así que no podía perder el tiempo en el gimnasio, tenía que estudiar bastante y apenas salía de mi casa, hoy era sábado, la semana que viene sólo tenía dos exámenes, decidí escaparme un rato e ir a correr, así no vería al cretino de Harry en el gimnasio.

Salí de mi casa, llevaba un ritmo algo acelerado, mientras llegaba a mi destino, que en este caso era el Hyde Park, iba pensando en Andy, me ha desconcertado, cada día me busca y me da un suave beso antes de entrar en clase, no sé porqué nunca le di una oportunidad antes, él podía tener a cualquier chica, era guapo, pero por lo que decía yo era la más guapa.

Sin darme cuenta ya llegué al Hyde Park, me distraje unos segundos mirando al lago, que simplemente siempre que pasaba por allí me quedaba admirando. En ese lapso de segundos, un robusto cuerpo chocó contra el mío, haciendo que cayera hacia atrás y aquel cuerpo sobre mí.

Levanté la cabeza para ver de quien se trataba, y la persona con la que me encontré fue una sorpresa.

-Sam cuanto tiempo, no te he visto estos días en el gimnasio-Dijo Harry con una sonrisa torcida-

-No he tenido tiempo. ¿Te quitas de encima?-Dije de mal humor, como la mayoría del tiempo estaba-

-Lo que tú digas

Antes de incorporarse, sus ojos se centraron en mi rostro, y un brusco beso fue depositado en mis labios.

Automáticamente puse una mueca de repulsión, y me quité el sabor de sus labios con el dorso de mi mano.

-¿Tan mal beso?-Dijo Harry mientras me tendía su mano para levantarme y emitía unas risas-

-Más de lo que imaginas-Orgullosamente me levanté sin la ayuda de Harry-

Iba a seguir con mi camino cuando Harry me quitó el móvil del bolsillo del pantalón trasero, rápidamente me di la vuelta y vi que tecleaba unas cosas.

-Harry devuélveme mi teléfono-Dije con mucha seriedad-

-Espera un segundo, quiero hacer una cosa

-Ah bueno, si es solo eso me quedo más tranquila-Dije con cierto tono de sarcasmo-Que me devuelvas el maldito teléfono

Harry seguía sin devolvérmelo, intentaba alcanzarlo pero debido a su gran altura, cuando estiraba el brazo para que no alcanzase a cogerlo.

-Tú lo has querido-Posicioné cada mano sobre su hombro-

-¿Acaso vas a besarme?-Dijo con una sonrisa pícara-

-Algo mucho mejor-Dije con una sonrisa, claramente hablaba con sarcasmo-

Me acerqué lentamente a él, flexioné mi pierna haciendo que mi rodilla estuviese en contacto con su entrepierna.

Automáticamente el teléfono salió de sus manos, y él cayó al suelo mientras ocultaba con sus manos la parte dolorida.

No sabía que terminaría amándote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora