SOTUS la serie: Capítulo 6.1

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WAD POV

Me gustaba estar solo, era muy normal en mí estar en lugares donde no hubiese tanta gente, el ruido de sus comentarios me molestaba demasiado, hasta el punto en querer darles un golpe, simplemente sus palabras me molestaban, mucha morbosidad en ellas, y no lidiaba con ese tipo de personas. Para evitar problemas, prefería estar apartado del mundo y de ellos, además, no era bueno escondiendo mis emociones irritables.

Era por eso que siempre venía a éste lugar cuando casi todos se habían ido a sus casas. Podía sentir una enorme paz y tranquilidad en el cual no lo cambiaría por nada, tampoco le envidiaba nada a los demás, preferiría estar solo que mal acompañado. Lastimosamente, para mí, así fue como había crecido, con una mentalidad un poco cerrada en cuanto a lo que era la vida y sus grandes designios. No entendía del todo como funcionaba este mundo, tampoco estaba tan interesado, lo mejor que había en todo esto era que estaba solo, no se podría cambiar jamás.

¿Tenía familia? Sí, la tengo pero hace un largo tiempo que decidí independizarme por mi propia cuenta, no quería seguir bajo las reglas de mi padre. No estábamos en una época dictatorial, y no iba a permitir que él quisiese gobernar mi vida, especialmente cuando tenía muy claro que estudiaría, y ésta fue la carrera que escogí, Ingeniería Industrial, siempre lo había soñado. Él pudo haberme truncado muchos sueños, hasta el punto en frustrarme, pero éste no se lo permitiría, era mi vida y había aprendido de eso cuando empecé a ver diferentes perspectivas que el mundo tenía.

Fue ahí en donde me armé de valor y le dije que me iba de la casa. Recuerdo muy claro sus palabras "¿Te vas a ir? ¿Quién va a querer a un chico huérfano? Sin mí, no serás nada. Ya te veré arrodillado pidiéndome que te deje regresar" ¡Qué genial fueron sus palabras! ¿No creen? Y acá me encontraba, había pasado casi un año, no me quejo en las condiciones que vivo, más bien, me sentía sumamente orgulloso de mí mismo haber podido encontrar mis cosas por mis propios medios, sin la ayuda de nadie, simplemente yo.

Aún era un chico sumamente joven, únicamente tenía dieciocho años recién cumplidos ¿Qué hacía para mantenerme? Tenía una muy buena habilidad, y era buen dominio en el idioma inglés, siempre me había gustado el idioma, hasta el punto en ser autodidacta y estudiarlo por mi propia cuenta. Solía hacer algunas traducciones, no legales, redacciones de ensayos entre otras cosas, aunque eso no era lo que me daba el sustento, trabajaba por las noches en un restaurante de comida rápida, y hasta el sol de ahorita, me había ido bien.

Mi jefa, P'Kulap (Es su nombre original que significa Rosa en tailandés, pero a ella le gustaba que le dijéramos P'Kul), se había comportado muy bien conmigo, hasta el punto de ser amigo de ella. Ella fue la primera persona a quien le conté acerca de mi vida, le tenía confianza a esa chica. Además, me colocó un horario flexible en el trabajo mientras yo estudiaba, en pocas palabras, no podía quejarme.

Vivía a unos treinta minutos de la universidad, un poco retirado, pero era lo que tenía para poder pagar el alquiler de la habitación donde estaba hospedándome. No me importaba vivir en la pobreza, pero mi alma se sentía muy feliz por haber conseguido lo que tenía por mí mismo, y ese sentimiento me mantenía a mí en querer seguir progresando cada vez más, superarme, y mejorar para tener un mejor futuro. Ahora, hoy más que nunca debía hacerlo, porque tenía a alguien bajo mi cuidado, y no pude haberle dado un NO rotundamente, especialmente cuando se trataba de mi hermana.

Como antes había mencionado, nuestro padre no era el hombre más amoroso de la faz de la tierra, más bien, él nos detestaba, nunca se ocupó de nosotros, solamente mi madre fue quien dio la cara por mi hermana y por mí. Pero, desafortunadamente, veía injusto lo que la vida tomaba. Mi madre había muerto hace más de diez años, mi hermana tenía dos años. Recuerdo perfectamente, nítidamente, y sentía que estaba viviendo de nuevo esa emoción, había llorado como un niño. Para mí, mi madre lo fue todo, mi mundo y la luz de mi camino.

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