Es mi primera novela, una historia corta que tiene de protagonista a dos personas que se desean demasiado, solo buscan un placer pero al final se dan cuenta que no es solo eso lo que necesitan.Aquí no vas a encontrar un jeffrey cariñoso, tiene un to...
-¡Llegas tarde!- exclamó quién ahora sería mi nuevo jefe si tenía suerte, era un señor con barba, ojos verdes, y bien cuidado, puedo llegar a decir que es bastante guapo, estaba recostado de su gran sillón como el mandamás.
-Lo..se me discul..-no me dejó terminar la frase.
-No tendrás el trabajo, puedes irte-dijo serio.
-Trataré de llegar temprano la próxima vez, en verdad, necesito el trabajo- expresé desesperada mirandole a los ojos.
-Ja, en serio? Trataras?-dijo haciendo mostrar esa sonrisa cínica,unos dientes perfectos, sonrisa que al decir verdad era preciosa.-No esta bien...- dijo con una voz ronca que me dejó fría mientras me miraba fijamente.
-Lo haré señor, pero por favor podría darme este trabajo? Haré todo lo que me pida- pedí.
-Todo?...wow- dijo mientras se levantaba, caminaba hacia a mi y sonreía de nuevo de forma cínica. -Eso lo veremos,como te llamas?- cuestionó alzando una ceja.
-___, señor- dije dándole la mano, gesto que ignoró por completo.
-Jeffrey-dijo dándome la espalda. -Ahora dile a víctor que te explique como debes trabajar, estoy en todos lados, te vigilaré mientras trabajas y veré si eres adecuada, si no, entonces...-dijo haciendo una pausa para así voltiarse y mirarme con aquellos ojos verdes impactantes. -Ahí si veremos si es que eres capaz de todo por conseguir dinero,vete-. Terminó con su discurso.
Salí rápido y confundida.~que carajos se cree?~ Frote mi cabello y ahora me dispongo a buscar a Víctor.
-Victor! donde..?-diciendo esto no me dejo terminar.
-Dime, tienes el trabajo?-dijo con un poco de preocupación en su mirada.
-Creo que si, por ahora estoy siendo vigilada es un poco intimidante ese señor...-dije asustada.
-Eeh, si un poco. Pero vamos y te doy un uniforme-
Fuimos al baño y podía notar que victor no dejaba de sonreir,no dejaba de verlo era un pelirrojo con los ojos grises, una mirada tierna que te perdias en ella, barba corta y unos labios rosado muy lindos. Estaba perdida...
-___?ey? ponte esto- dijo riéndose de mi expresión.
-Oh si si,lo siento estaba pensando en otras cosas- sonreí levemente. Era un camisa con mangas largas blanca igual a la de el,solo que yo he puesto las mangas por encima del codo porque es más comodo, una falda negra ajustada, por arriba de las rodillas y un lazito negro en el cuello.
-Como me veo?-pregunto sonriente.
-Mm bien, supongo-dijo el y luego reímos los dos.
-Vamos!-dijo.
Me ha mostrado todo y he hecho todo bien ya cae la noche, empieza la acción, tendré que atender a los clientes. La noche estuvo un poco forzada habían muchas personas pero nunca perdí la calma. El jefe siempre estaba en su oficina se veía como una persona poco trabajadora.
-Lo has hecho bien-dijo víctor tomando mi hombro.
-Gracias, ahora a limpiar...- suspire de lo cansada que estaba.
-Si,pero tranquila yo te ayudaré- respondió.
Una voz ronca se hizo presente en el lugar haciendo que nos pusieramos nerviosos, era el, el cabron que se hacía llamar jefe.
-Lo que hacen es solo hablar?-dijo el jefe riendo.-Creo que has hecho una nueva amiga campeón- en su cara no se le puede borrar esa sonrisa siniestra que incómoda. -Víctor ve a casa, la nueva chiquilla limpiara todo sola esta noche- dijo riendo aún más.
Ok señor, lo siento ___.- diciendo lo último entre susurros para que el mayor no escuchara.
Víctor se fue y solo quedábamos el y yo, no podía evitar ver sus perfectos ojos verdes, y su sonrisa cínica que por algún motivo además de incomodarme, me encantaba.
-Tu linda, tienes que limpiar toda esta mierda y por favor no tardes-dijo guiñando un ojo caminando así a su lugar de siempre.
Habían muchas cosas que limpiar, fue muy agotador eran casi la 1:30am cuando ya había terminado,fui a la oficina para avisar que ya había terminado y estaba por irme.
-Puedo pasar?- pregunte.
-Adelante querida-respondió sonriente.
- He terminado todo, estoy por irme a casa, buenas...-No me deja terminar la frase.
-Eh,eh, a donde vas ? Acaso he dicho que podías irte?- dijo acercándose hacia mi confundido y serio.
-Amh- mordi mis labios por dentro. -Creo que no tengo que hacer más nada-dije nerviosa ya que estaba muy cerca.
-Aah...crees?- dijo el viéndome fijamente.
No podía moverme, el me tenía paralizada. Me toma por la cintura y su perfume varonil inunda mis narices, es exquisito, estamos a unos centímetros pero se me es imposible mirarlo, estoy cabizbaja.
-Mirame cuando te miro- dijo serio, sosteniendo mi nuca para así levantar mi mirada. Acto seguido que me mira el besa mi cuello.
-Que haces?- lo empuje tratando así de alejarlo. Era inútil. Eso lo hizo molestar, y tomó mi cintura más fuerte, pegándola más a mi cuerpo, haciendo así que ella sintiera la erección que el tenía. Esto la a excitado un poco a ella.
-Señor...-susurró ella.
El la mira sorprendido y deja de besar su cuello.-Te ha gustado?-pregunta sonriendo.
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