Lujuria Adictiva

capítulo 8

He seguido teniendo pensamientos morbosos con Liam y conociendo la mente de los hombres sé que el sentía lo mismo, podía apostarlo, podía oler su lascivia y deseo, aunque él era a quien me entregaría no le pondría el juego muy fácil. He aprendido a darme placer yo misma y aunque aún no me he entregado a un hombre se cómo excitarme y llevarme a la más alta lujuria, aunque a veces tan solo a veces es necesario que algún más te lleve a la cima, además de que te haga experimentar cosas dicen ser geniales pero aún no lo sabes hasta no hacerlas.

Me gusta Liam es obvio, y aunque seamos tan opuestos, creo el también siente eso por mí. Dejo de pensar en esa parte de él y me voy a la acción, me recosté en mi cama y quite mis bragas, lleve mis dedos a mi excitada y húmeda zona, empecé a mover los dedos sobre mi clítoris sintiéndome cada vez más húmeda, hasta estallar de placer, dejar mi mente en blanco para sentir el éxtasis de culminar un orgasmo y entonces me quede allí, deje caer mi mente en un sueño profundo.

Al cabo de unas horas me desperté con un grito que salió de mí, mi corazón estaba muy rápido y mi cuerpo lleno de sudor, había soñado con mi pequeña hermana, mi sueño se encargó de repetirme una y otra vez su muerte,

Flashback

—Danna por favor vamos a casa.

Danna como siempre me miró, sonrió y luego saco su lengua, y hecho a correr, fui tras ella y la atrape justo antes de que se cayera. Danna padecía de síndrome de Down y era demasiado inteligente, ella era una niña especial que todos amamos.

Una tarde del año 2011 fuimos a pasear a un lago y ese día jamás lo olvidaré, mi hermana me buscaba en muchas formas para que yo jugará con ella y la ignore, estaba enfrascada en terminar unas tareas de la universidad, no tenía tiempo para sus juegos.

Entonces sucedió, ella salto al lago sin su salvavidas y no sabía nadar, además de que tampoco supo pedir ayuda, tan solo transcurrieron diez minutos para que todos estuviéramos buscándola.

—Dannaaa ven ya termine vamos a jugar. —gritaba a voces.

Y esto fue lo último que pude decir antes de ver su diminuto cuerpo en el agua, sin pensarlo me lance al agua y casi corrí con la misma suerte que ella, en ese momento olvide que no sabía nadar tampoco, no sé cómo llegue a su cuerpo sé que desde que lo hice empecé a ahogarme, hasta que sentí alguien me sacaba del agua y lo hacía con Danna también.

Vi llegar una ambulancia y la policía, mi madre estaba en shock no soltaba el cuerpo de mi hermana sin dejar de susurrarle mientras le mecía en sus brazos.

—Ya paso mi nena duerme mi bebé.

Aunque mi madre me decía que no era mi culpa, no dejaba de sentirme así, sentía que la culpa jamás se iría de mí.

Volví mis pensamientos a la actualidad, tenía que apartar esto de mi mente, así que busque en mi teléfono la ubicación de Liam y fui a su casa sin avisarle.

Luego que estuve afuera le llame, y lo hice privado para darle un toque de misterios a mi llamada, contesto a tercer toque.

—Buenos días.

—Buenos días gatito.

—Alexa ¿cómo estás? —Pregunto.

—Bien, ¿Preparas café? —Sugerí

— ¿Perdón?

—Estoy fuera de tu casa, y la verdad es una estupidez.

Entonces el abrió la puerta de su casa para ver si era cierto, y tan solo tenía puesto unos jeans y la parte de arriba estaba totalmente descubierta, sentí mi zona palpitar, y sí que deseaba este hombre.

Me saludo con las manos de lejos y le hable por teléfono.

— ¿Me invitarás el café?

— Si claro pasa.

Me desmonte de mi auto y fui a su casa, me extraño no viviera en un apartamento o algo así.

—Hola, ¿Porque no avisaste que vendrías?

—Pues no sé, quise caerte aquí, aunque tú novia, o esposa o tal vez novio se enfadara.

— ¿En serio? ¿Novio?

—Pues sí, que trae de malo, hoy en día no se lleva una etiqueta que defina a que sexo decides pertenecer.

Ambos reímos y el cerro la puerta, su casa era muy grande y bonita. El me guío hasta la cocina y se dispuso a preparar café, seguí mirándolo y mis senos se pusieron duro.

—Aquí está su café, señorita misterio.

— ¿Misterio?

Él se sentó en frente de mí y se quedó viéndome, entonces vino y soltó mi pelo.

—Sí, es que no tengo predicciones de ti, llevo poco tiempo conociéndote y me haces sentir en confianza, además de que a sinceridad eres un misterio para mí.

Me pare de mi asiento y me dirigí hacia a él.

—Qué extraño, también me haces sentir así.

Lleve un dedo a mi boca haciéndome ver inocente y luego con ese mismo dedo recorrí su pecho hasta llegar a su pantalón, y pude notar que él estaba tan excitado como yo.

El tomo mi cabeza y me beso, me senté sobre él y le escuche gemir, me moví sobre el volviéndolo loco y bese su cuello, deslice mi lengua sobre él, recién se había bañado, su pelo aún estaba húmedo. Me seguí moviendo sobre él y tome sus manos y la lleve a mis senos pero él se detuvo y me abrazó, situando su rostro en medio de mis senos.

—Despacio, Alexa.

—No Liam, vamos a una habitación.

El volvió a besarme, toco mi zona íntima por encima de mi diminuto pantalón, y empecé a gemir y mientras el besaba mi cuello yo me movía sobre el tuve un orgasmo y pude notar que con el sucedió lo mismo.

Nos quedamos abrazados y en silencio un buen rato.

—Eso Liam, se llama sexo con ropa.

—Tú sí que sabes cómo volver loco a un hombre.

Me puse de pies y subí mi blusa para acomodar mi brasier y me quede viendo como volvía a excitarse y aunque yo también lo hice, le iba a dar una probada de su propio chocolate, pues me hizo esperar hace un rato.

—Por Dios santo Alexa.

—Ah de seguro has visto miles de chicas desnudas.

—Pero ninguna eres tú.

Termine de acomodarme el brasier me puse mi blusa y salí de su casa. Dejando a Liam totalmente excitado con la vista de mis senos, de vuelta a casa todo el camino la pase en risa a tal punto que me dolía el estómago de tanto reír.