I

2.6K 232 131
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Dicen que el tiempo es necesario. 

O bien que podría serlo todo.

¡Por todos los cielos!, cada minuto, por insignificante que parezca en la vida es valioso. 

Cada minuto es vivir.  Y debes vivirlo al máximo.

Sin éste sería imposible hacer otras actividades fuera de la rutina.

O si se abusa de él, el día se volvería aburrido... e interminable.

¿Se oye simple no?

Así como tú, tampoco sabía que pensar además de la hora y el despertador de las 5:00 AM.

Hasta que descubrí la existencia de los lazos del tiempo.

Qué no importa cuantos minutos o siglos transcurran si el destino tiene deparado para ti a una sola persona, con otro nombre, y aun así, la misma pasión abrasadora de dos corazones que se enredan en uno solo y, en la batalla de la seducción; juegos atrevidos, caricias dulces, besos que inflan el pecho, te elevan al paraíso y te hacen pensar que jamás te fuiste, que siempre estuvo ahí, que el amor no se determina en tiempos si están juntos, ni el mismísimo tiempo puede determinar un amor eterno.

Puede decirse que a raíz de ese momento, encaminada al deparo del tiempo, temí por completita mi alma, lloré la perdida de seres queridos y la muerte de mis preciados sueños en la remota ignorancia de si volvería algún día. Mantuve por supuesto avivada la esperanza, pero diré que cada paso que me llevó hasta ahí, no podría ser atribuido como la peor de las condenaciones.


6 de abril de 2017

— ¡Ooooooooooooooooooh! —hice una bola con la hoja de dos líneas y la tiré al final de las escaleras. Me arrepentí al instante, de modo que terminé bajando de dos en dos y alisando el papel con la misma prontitud con la que segundos antes había mallugado.

Caprichosa. No había descripción más acorde que pudiera definirme con tal precisión que esa en este momento. Estaba actuando de una forma irracional, pueril frivolidad, Dios mío que venga alguien, me abofeteé y me devuelva a mis cabales.

El que  Vanesa Ferrer fuera precisamente la candidata perfecta para interpretar a Cosette, me había caído como un balde de agua fría. Vanesa y yo habíamos sido grandes amigas durante una tiempo, hasta que descubrí que la pelirroja era un ardid de manipulación, lengua suelta y la representación de la maldad extrema.

El anhelo del tiempo © [ SERÁ RE-EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora