Cuando creces, tu visión de la vida misma cambia por completo. Le llaman madurar, "madurar" como una semilla a fruto, en el hombre o mujer en el que te has convertido.
Las cosas que solían gustarte, ya no lo hacen más, y de pronto irte de parranda es sólo una diversión inapetente, y casi sin sentido. Tus amigos, dejan de serlo porque creen que has perdido la cordura, porque no te reconocen, ya no eres quien solías ser, cuando simplemente es un giro de intereses.
Pero otras veces, serán los mismos amigos quienes intenten sacarte del lado oscuro, velarán por ti, como saben que harías tú con ellos y, de vez en cuando se reunirán para revivir los viejos tiempos, y en la plenitud de la madurez de la treintena recordarán las buenas épocas.
Y en otras peculiares ocasiones, hay épocas en las que creas lazos irrompibles por el tiempo.
Casa Mervale, tres semanas después...
Dejé salir un suspiro al cerrar la tapa del libro y pasé la mano por el forro corrugado, abrazándolo fervientemente contra mi pecho. Sin duda aquél habría sido el libro más alucinante de piratas y de héroes en altamar jamás leído por alguien cuya generación correspondía a los noventas del siguiente siglo. Su narración era de un clásico impecable, delicado y de gran verso prodigioso. También había sido el último de cinco clásicos de antaño en devorarme en tres semanas. Eran grandes volúmenes, de esos que posiblemente le gustarían a tu abuelo, o tatarabuelo, pero también contaba con muchísimo tiempo de sobra, así que me perdí en cada una de sus páginas y me adentré de lleno en sus increíbles aventuras.
Los primeros días fueron bastante difíciles, necesitaba urgentemente mi teléfono, revisar mi cuenta de facebook para enterarme de las últimas noticias, mi aplicación de fotos de instagram, internet; algo de televisión, o una radio por lo menos, pero incluso estas cosas en 1856 no eran más que ideas vagas en las mentes más ingeniosas del siglo antepasado, incluso la gran mayoría aun no habían nacido.
Levanté la vista justo en el momento en que una sombra pequeña corría a ocultarse al otro lado de la ventana detrás de los arbustos. Me puse de pie, dejando el libro sobre la mesita y me aproximé a la ventana de la biblioteca. Retiré el picaporte y asomé casi la mitad del cuerpo simulando no haber reparado en él antes cuando terminaba mi lectura.
—Mmh...me pregunto quién habrá sido. Es una pena tener todas estas golosinas para mí sola. ¡Qué el cielo me libre!, podría provocarme una tremenda caries.
— ¿Qué es caries? —preguntó el niño, saliendo de entre los arbolitos.
—La caries es una enfermedad dental provocada principalmente por el exceso de azucares y falta de higiene bucal—le expliqué.
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El anhelo del tiempo © [ SERÁ RE-EDITADA]
Historical FictionAQUÍ NO. Ya se actualiza su nueva versión en este mismo perfil y con el mismo nombre.