Capítulo 10

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Flashback 2013

La verdad es que no me hacía mucha ilusión ir a esa fiesta. Sabía como eran las fiestas en casa de alguien sin ningún adulto vigilando. Llegaba un momento en el cual con solo respirar del mismo aire te quedabas embarazada.

Pero Alberto iba. Y si él iba yo también es lo malo de ser siameses, si uno va el otro le sigue.

Así que aquí me encuentro en medio de la pista de baile con un vestido blanco, corto, de encaje y unos botines negros. Imitando el estilo de Miley Cyrus en uno de los eventos informales a los que fue este último mes. Llevo el pelo suelto, no muy largo, rizado y voy con mis lentillas de un solo uso que solo utilizo para fiestas y salidas como esta.

Miro a Alberto tras mis pestañas hipermaquilladas por Tess e intento que me mire a mí en vez de a cualquier cuerpo danzante que pase por su lado.

La verdad es que aun no entiendo como el chico más guapo y popular de la clase sigue siendo mi mejor amigo. Tampoco entiendo como he sido capaz de, conociéndolo desde pequeña y sabiendo como es, enamorarme de él.

Pero no puedo apartar la mirada de sus leves ondas en el pelo que se mueven a ritmo de sus saltos, ni de sus ojos azules moviéndose por toda la pista admirando a la gente.

Vacío el contenido de mi vaso, una cerveza tan rancia que podría asegurar que no era cerveza si no hubiera visto el barril, y continúo bailando intentando no prestar mucha atención al caso nulo que me está prestando Alberto.

Busco a Tess con la mirada, pero no la encuentro en ningún lado. Al que sí encuentro es a Andy que está con sus amigos bailando.

Sigo mirando a la gente y cuando vuelvo a Alberto lo veo mirándome.

-¿A quién buscas?-Pregunta.

-A Tess-Respondo.

-Estaba con esa tal Gretel-Dice él.

-¿La chica del teatro?

-Sí, la bohemia esa-Responde él bailando.

-Ay pobre-La defiendo riéndome.

-No me he metido con ella. Es bohemia, además me parece mona.

-A ti todas te parecen monas-Respondo rodando los ojos.

-Tú no-Bromea.

-Lo sé, yo no te parezco mona te parezco preciosa-Respondo apartándome el pelo de forma cómica.

-Una diosa del Olimpo. Eres mi musa-Responde él.

-Pelota-Afirmo dándole un golpe en el brazo.

-¿Quieres que vayamos a por otra?

Lo miro y me señala mi vaso vacío.

-No, ya voy yo. Que tú has ido antes. Así, de paso, busco a Tess, tú quédate aquí por si vuelven.

-Vale-Responde él bailando de nuevo mientras me da su vaso.

Sonrío.

Me giro y me encamino al barril de la cerveza donde a su lado está Dario, el hijo del marido de mi madre, con todo su grupito de cerdos y guarras.

Me acerco intentando no mirarlo, ya que siempre se está metiendo conmigo, y me dirijo al barril rellenando mi vaso y el de Alberto.

-Pero que pedazo de piernas, ¡Zoe, si tus piernas son las vías como será la estación!-Grita uno de los amigos de Dario y yo me hago la loca aunque no puedo evitar la cara de asco.

-No seas capullo-Le dice Dario dándole un golpe en el brazo-A las chicas como Zoe se las piropea diferente, mira: Zoe, si lo bonito fuera pecado tú cumplirías cadena perpetua en el infierno.

No te vayas nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora