Capítulo 14

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Las cosas no se han calmado mucho por casa.

Dario y yo no nos hablamos, no más de lo necesarios delante de nuestros padres, pero poco a poco nos vamos perdonando, aunque aún está un poco resentido conmigo y yo con Nerea no por hacer lo que hizo, tal vez yo hubiera hecho lo mismo y ahora pensando en frío lo entiendo, pero sí por no darme la oportunidad de decírselo yo primera.

Fuera de nuestro drama personal, del cual creo que Alonso se dio cuenta de algo y, nos han nombrado encargados de preparar la fiesta sorpresa de mi madre, aunque creo que nos estaba obligando a pasar tiempo juntos para arreglarlo.

Gracias a ese detalle volvimos a hablar un poco, aunque en un ambiente tenso.

No soporto esto y menos en mi casa. Pero ahora las cosas están así por culpa de un festival.

Me miro por quinta vez en el espejo y suspiro.

Hoy es el cumpleaños de mi madre y Dario y yo hemos preparado una comida familiar en el jardín. Alberto también viene y aprovecharemos para anunciar que estamos saliendo, se lo comenté a Dario para que no le pillara por sorpresa y aunque no me dijo nada no se mostró muy a favor con la idea.

Le pedí disculpas y dijo que no pasaba nada, que él ahora estaba empezando a conocer a la verdadera Nerea.

He de confesar que eso me molestó un poco. Pero me molestó porque no confío en Nerea. Si me hubiera dicho que era otra chica la hubiera invitado a la comida pero siendo ella me cuesta mucho compartir esto con su presencia delante. Sé que estoy siendo una completa egoísta pero no confío en Nerea.

Aún así la invité (bueno le dije a Dario que la podía invitar si quería que él era tan dueño como yo de la fiesta, pero Dario negó y dijo que no estaban saliendo y que eso le haría creerse una cosa que no es.

Me vuelvo a mirar al espejo esta vez fijándome en mi vestido y peinado y no perdiéndome en mis pensamientos.

Llevo un vestido negro a la altura de las rodillas con un escote en pico. El pelo suelto con unas pequeñas trenzas arriba que recogen mi flequillo. Pinto levemente mis labios con un color oscuro y retoco el maquillaje de los ojos.

-Lista-me digo en voz alta, aunque no sé si estoy lista para todo lo que me viene hoy encima emocionalmente o solo estoy lista físicamente.

-¡Zoe!-Grita Dario desde abajo.

-¿Dime?-Grito de vuelta.

-Necesito que me ayudes-Responde.

-Ya bajo-Grito.

Cojo los tacones del suelo y bajo saltando las escaleras.

Es cierto que ya no me pasea por su habitación como si fuera la dueña pero me permito ser la hermana mayor (solo por dos meses) que va a visitar a su hermano sin miedo a que le cierren la puerta en la cara.

-¿Qué ha pasado?-Respondo entrando a su habitación.

Dario gira su silla para mirarme y veo que va perfectamente arreglado con una camisa blanca y una americana fina de un tono claro.

-Que elegante-Digo.

-Gracias, es una pregunta de moda ¿pajarita o corbata?-Pregunta.

-¿En serio?-Pregunto.

Él asiente sonriente.

-Tú entiendes más que yo.

-Bueno no pienses que sé mucho...

No te vayas nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora