Capítulo 13

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Me siento la peor persona del mundo cuando salgo por la puerta de llegadas del aeropuerto y al primero que veo es a Dario con una sonrisa enorme y los ojos brillantes.

Suelto la mano de Alberto y me acerco a mi familia abrazando primero a mi madre, después a Alonso y por último a Dario.

Antes de irnos me acerco a los padres de Tess y los saludo. Tess me abraza y me pide que le cuente como ha ido todo después de contárselo a Dario.

Pero no sé cuándo se lo voy a contar si tengo a Alberto rondando por casa hasta el martes que sus padres vuelven a casa. Se ve que se ha muerto un amigo de la infancia de su padre y se han ido al entierro. Lo malo es que vive en otra ciudad y no estarán por unos días, su hermano pequeño está en casa de un amigo y él, por insistencia de mi madre, se queda en la mía.

Nos sentamos en el asiento trasero del coche y dejo que Dario hable contándome lo que ha hecho este fin de semana.

-¿Has hecho vídeos?-Pregunta al final de su discurso haciéndome conectar en la conversación.

-Sí, pero los tengo que mirar primero, por si salgo haciendo tonterías por la borrachera...digo por la música, ¡no bebí, mamá!-Grito intentando cambiar de tema.

-Seguro que no...-Responde ella al volante. ¿Y Alberto tampoco no?

-No, yo sí que bebí, pero solo un poco. Nada que me hiciera hacer estupideces.

Me río tensa junto a la carcajada de mi madre y Alonso y miro de nuevo a Dario.

-A mí no me importa verte así.

-Pero a mí sí. Te montaré una proyección y os la enseñaré a todos mañana por la noche.

-¿Me vas a hacer esperar tanto tiempo?-Pregunta él-Quiero ver ya lo que me he perdido. Nerea me pasó varias fotos.

-¿Nerea?-Pregunto-¿Vuelves a hablar con ella?

-Sí. Creo que se lo merece, se está currando mucho que la perdone.

-El otro día nos envío magdalenas-Aporta mi madre desde la parte de delante del coche.

-¿Magdalenas?-Pregunto.

-Sí, las hizo ella y se las envío a Dario con una carta.

-Vaya...eso no me lo habías contado.

-No estabas aquí. Fue la tarde en la que cogiste el avión.

-¿Y qué más te contó Nerea?-Pregunto.

-Luego te cuento.

-Vale...-Canturreo sonriendo.

-Tranquilo, cariño, no nos sentimos excluidos-Añade mi madre y Alonso se ríe asintiendo a su lado.

-Son cosas nuestras-Defiende Dario.

Y mi madre sonríe mirándonos.

Seguramente estará pensando en lo bonito que es que sus dos hijos se lleven bien. No sé como voy a argumentar que hoy nos llevemos bien y dentro de unas horas no me quiera ni hablar.

Cuando llegamos a casa y descargamos las cosas Alberto y yo nos turnamos para ducharnos. Yo voy primero y luego se ducha él. En ese instante de tiempo en el que Alberto está en la ducha me armo de valor y voy a la habitación de Dario para contarle la noticia.

-Dario, ¿puedo pasar?-Pregunto tocando a la puerta con tres golpes suaves.

-Claro, pasa-Dice.

Entro en su habitación y cierro la puerta.

No te vayas nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora