Segunda Vida, Miles de Historias

Entrevista con el vampiro en Virtual Spain

"Escribo para mí. Para mi placer. Para mi vicio. Para mi propia condenación" Juan Carlos Onetti

Estuve ausente de SL por asuntos de trabajo y regresé unas dos semanas después de la "liberación de Rize". Era un fin de semana cualquiera. Esos en los que SL te quita el sueño, me fui a Virtual Spain un sim latino que frecuentaba a menudo y allí conocí... ¡un vampiro!

Si, una persona que hacia rol play vampiro... Ya han pasado varios años desde ese entonces, sin duda ha sido un tiempo interesante, fructífero y emocionante de mi segunda vida. Mis primeros meses no fueron nada, creo que mi existencia en Second Life se divide entre antes y después de entrevistarme con ese vampiro de mirada fría y cabellos largos y oscuros. Abigor. Ese nombre me capturó al instante, busqué en Google su significado, mientras intentaba seguir la conversación que ya habíamos iniciado. Abi, como empecé a llamarlo desde el primer momento, me llevó a su castillo virtual en los terrenos de su clan y ese día me presentó a dos de sus amigos. Y si algo, además de su nombre robó mi atención fueron sus ideas, empuje y capacidad de liderazgo. Empezó a contarme cómo se jugaba rol en SL, cómo estaban constituidos los clanes de vampiros y lycans, me dijo que quería formar su propio clan y me propuso hacer parte de él, así que me convertí en su primera hija. Deje de ser "humana" en SL para convertirme en vampiresa y el hecho de ser su hija me llevo a ser princesa y la quinta integrante del Clan de los Khedari.

Cambiar de humana a vampiro no fue algo que pensara mucho, el grupo de ayuda a nuevos se había disuelto, a mi regreso muchas veces, entraba a SL sola a explorar por mi cuenta, solo quedaban Yuriko (Andrea) y Rize (Alejandra) que seguían entrando a SL en las mañanas. Me parecía inicialmente divertido hacer parte de un clan de vampiros y concordaba con Abigor, en que si te preciabas de hacer parte de una comunidad virtual como SL, pues lo ideal era hacer parte de un grupo, colaborar y cooperar por un fin común: al final de cuentas, en el mundo real tampoco vivimos aislados, en la vida real constituimos redes de amigos y parientes, así que decidí hacer parte de esa "familia disfuncional" como siempre la he llamado.

Los otros dos integrantes eran Alanis y Bernard. Eran novios tanto en SL como en RL, me lleve con ellos muy bien desde el principio. También estaba Sahara, la pareja de Abigor, ellos dos eran novios en la vida real y un feliz matrimonio en SL.

Al igual que ocurre en el mundo real, cuando tomas una decisión de ser diferente, unirte a un grupo, en este caso tan taboo como uno de vampiros, muchos de mis antiguos amigos se retiraron. Mi ex (Kurt) me dijo que estaba loca. Mi amigo Héctor dijo lo mismo y agregó que seguramente me lavarían el cerebro. En muchos sentidos mis antiguos amigos humanos me dieron la espalda, les aterraba estar junto a mí, pensaban que sólo los quería a mi lado para alimentarme de ellos. De esta forma, mis amistades "vampíricas" aumentaron y las humanas fueron disminuyendo casi hasta la extinción.

Unas dos o tres semanas después de haber ingresado a la familia Khedari decidí hacer un alter, otra avatar que fuese humana. Lo hice por una razón más bien tonta: Sahara, la pareja en RL y SL de Abigor quien, obviamente hacía las veces de mi madre en SL, en una ocasión me contó que su sueño más grande era tener (en la vida real) gemelitas, como yo era su única hija SL, medio en broma y medio en serio, le dije que fabricaría otra yo, para que hacerle su sueño realidad en ese loco mundo virtual. Mi reto estructural era "armarla" ligeramente parecida, eso sí, en un principio fueron gemelas idénticas, ya luego quise que se apreciaran diferencias entre ambas. Abigor me ayudo a darle la sorpresa y fue el primero en conocer a mi "nueva yo virtual", en ese momento nació Caliope (mi alter). Ahora éramos dos musas, Terpsicore, musa de la danza y Caliope, musa de la elocuencia.

Abigor me enseñó muchísimo del mundo vampirico, es mi padre Progeny (que es el sistema que usamos para jugar a ser vampiros) y se convirtió en mi amigo en la vida real. Abigor ha sido uno de los pocos hombres en este mundo virtual que ha sido sincero, que me ha tendido la mano, que me ha consolado, ayudado y secundado en todas mis locuras, hemos construido día a día una relación de padre-hija, de guía-aprendiz, una relación de amigos, de amigos en las buenas y las malas, de parceros, como decimos en mi país. Este capítulo te lo dedico, Abigor, oscuro caballero. Mi aprecio, siempre para ti.