Tal como mencioné al inicio de esta historia esta es una crónica ficcionada, lo cual quiere decir que está basada en hechos reales, pero cierta información ha sido cambiada. Para empezar, lógicamente los nombres de los avatares, no son los mismos, sin embargo se relacionan estrechamente con los reales. También ciertas circunstancias del relato las he transformado un poco, en la mayoría de los casos para darle más ritmo a la historia. Hay mucho que he omitido y mucho que he contado de otra manera diferente a como en realidad sucedió. Estas son ocho verdades (de las muchas que existen) que quiero compartir con mis lectores, ya casi en el final del relato de mi segunda vida:
Verdad número 1. Creo que a nadie en SL, nunca, le conté realmente como llegué a este simulador (o por lo menos le conté la versión completa). Bien, esta es la historia de cómo incursioné en SL. La primera vez que escuché de SL fue en un programa de TV que se llama CSI, no pensé realmente que este mundo existiese de verdad. Luego llegué a este simulador porque otras personas de mi RL me hablaron de Second Life. La primera persona a quien le escuché hablar de SL fue a un conferencista que hablaba de educación virtual, lo primero que supe es que este mundo virtual es usado por muchísimas universidades para lo que se conoce como e-learning. Unos meses después, una compañera de trabajo que asistió conmigo a esa conferencia, me invitó a su casa y estando allí recibió una llamada de su prima que le pedía entrar a SL para verse allí. Ella abrió su laptop y me enseñó como ingresar y un poco lo que se podía hacer allí. Básicamente me mostró como vestir el avatar, hacerlo caminar, tele portarse...cosas muy sencillas. A mí me pareció que era como jugar a la "Barbie virtual". Le dije que me haría una cuenta y probaría a ver qué tal, y a la final no lo hice, se me pasó, estaba bastante ocupada con el trabajo y la universidad. Sin embargo, más adelante, si llegó el momento...
Verdad número 2. Nunca llegué acompañada a SL, en realidad llegue sola. Es cierto que Second Life llegó a mí de manera muy simple y casual, lo conocí a través de otras personas pero nunca entré con ellas al simulador o les agregué a mis contactos. La primera vez que escuché sobre SL fue en una conferencia sobre entornos educativos virtuales a la que asistí (ya lo había dicho), me pareció interesante pero no hasta el punto de hacerme una cuenta. Una de las asistentes, que era mi compañera de trabajo, intervino en la sesión de preguntas y dijo que ella ya conocía el simulador y que tenía una cuenta, señaló que, aunque no usaba SL en el ámbito educativo, el simulador le permitía compartir con algunos de sus amigos y miembros de su familia que vivían en otras ciudades. De hecho, después de la conferencia, mi compañera (a quien llamaremos Paulina), me invitó a "jugar", por diversas razones no lo hice, básicamente porque estaba muy llena de trabajo (esto también, ya lo había dicho). Casi un año y medio después, vi un anuncio de Google sobre SL, vi varios videos del canal de Second Life en You Tube y me animé a hacer mi cuenta y mi avatar. Para ese entonces Paulina, ya no estaba trabajando conmigo, sin embargo, tenía su número de celular y le envié un mensaje contándole que había abierto una cuenta en SL y le di mi nickname para que me agregara a sus contactos in world. Pero nunca lo hizo, le insistí un par de veces y al final lo dejé así. Estaba sola frente a esa aventura virtual, con mucha curiosidad por explorar, así que lo que hice fue seguir adelante por mi cuenta.
Tal como lo cuento en el segundo capítulo de esta historia. A los pocos días de hacer mi cuenta conocí in world a quien llamo Natalia en este relato. Ella estaba con dos amigos más en un sim llamado Virtual Spain, Había ido hasta allí porque me dijeron que podría conseguir un shape y un skin bastante bonito y gratis (todavía estaba con el avatar que da SL por defecto). Ella se dio cuenta que apenas tenía dos días de haber entrado (esta información es visible en el perfil) y me pidió si podía participar en un proyecto de investigación que mediría, como usuaria del simulador, que tanto aprendía por mi cuenta en SL y que tanto lo hacía con ayuda de otros, Le dije que me explicara un poco. Me pidió que hiciese una bitácora por treinta días de lo que me iba sucediendo, además dijo que tendría que llenar una encuesta, como vi que no pedía datos de mi vida real y que ella y sus amigos eran colombianos igual que yo (además se trataba de un proyecto de grado de una universidad de mi país bastante conocida) acepté e hice mi parte. Tanto a ella como a sus dos compañeros los agregué a mis contactos de SL, luego que les entregué el relato de mi mes de experiencia, empecé a verme con Natalia para, principalmente explorar lugares en SL. Al principio tanto Natalia como sus dos compañeros eran muy constantes entraban casi todos los días y coincidíamos a menudo. Con sus dos compañeros solo los saludaba por el chat y eso era todo. Luego de un tiempo, ellos no entraron más pero Natalia siguió haciéndolo, nos hicimos muy amigas.
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Segunda Vida, Miles de Historias
Non-FictionSumergirse en la web, a veces puede ser una experiencia apasionante y peligrosa. Puede ser bastante común que en este planeta interconectado, un amigo te invite a unirte a un nuevo juego y lo que percibas en un principio no sea ni la mitad de lo que...