— ... Amén. Bien, podemos comer ya. — su madre habló e inmediatamente empezaron a degustar la cena en silencio.Los cubiertos rechinando al tocar los platos de porcelana eran los únicos sonidos en aquella sala. Era sábado por la tarde noche, su familia solía cenar muy temprano ese día para después ir a misa, ya que cuando llegaba a casa era muy tarde para cenar, además de que a JungKook le tocaba coro y solía llegar un poco más tarde que sus padres –único día que le era permitido llegar a casa a las 10 de la noche –.
Después de aquella cena tan callada, todos en la casa comenzaron a alistarse. Después de tomar una ducha, el castaño en su cuarto buscaba la camisa blanca de botones que iba a usar. Con una toalla rodeándole la cintura y con otra secándose el cabello caminaba tranquilo por su ordenado cuarto, sin tan siquiera darse cuenta o sentir la presencia de aquel ser que se encontraba viéndolo sentado en su cama con una sonrisa perversa en su cara. Lamió sus labios al ver el esbelto cuerpo de aquel chico, con las gotas de agua bajando por sus abdominales definidos y perdiéndose en sus entradas, admirando esa espalda ancha y marcada.
Esa piel de porcelana, no tan pálida y con algo de colorcito moreno. Le entraba unas incontrolables ganas de morder esa piel y dejar marca a lo largo y ancho. Quería recorrer con sus labios y la punta de la nariz cada parte de su cuerpo y perderse en él. Quería sentir su calor humano, su esencia pura e inocente. Pero sobre todo que percudir con emoción la mente y el cuerpo de ese chico.
Con instinto se levantó de la cama y caminó hacia él, colocándose detrás y poniendo sus manos en su cintura. Ese toque le provocaba al menor sentir un calor intenso en la zona y que además recorría su cuerpo entero. Ya le había pasado varias veces y el chico no sabía que explicación darle. Dejando una camisa que tenía la mano de nuevo en el armario, se dio la vuelta, quedando sin saber cara a cara con aquel ente de aspecto perfecto. Sus narices se rozaban y el calor en si cuerpo aumentaban. ¿Qué le pasaba? Se preguntaba.
Mientras tanto el demonio frente a él se regocijaba en la cercanía con el menor, apreciando su pura belleza y aumentando sus ganas de revelarse en ese momento y tomarlo en ese preciso instante. Pero se contuvo, no podía hacerlo, no aún; sin embargo nada lo detenía tocarlo, así que eso hizo, lentamente colocó las manos en la cintura desnuda del chico y bajó su cabeza hasta la altura del hombro derecho y dejó un par de besos suaves ahí, para después seguir su camino hasta el cuello y mandíbula, dejando una línea de besos en todo el trayecto.
JungKook no sé explicaba que le estaba pasando, se sentía paralizado y el calor que antes habitaba en él se triplicaba. Empezó a sudar y su respiración se aceleró.
— Dios mío... ¿que me pasa? — masculló.
Taehyung siguió atacando su cuello mientras sus dedos se enterraban en la cintura del chico. No sé sabe cuando tiempo pasó desde que empezó pero se dedicó a morder, chupar y lamer la zona, deleitándose le la respiración asustada del menor y sintiendo ese calor cálido emanaba –no cómo el suyo, ese era un calor intenso que quemaba– . Sonrió cuando notó algo en la parte baja del chico, en su zona íntima. No satisfecho aún con el estado del menor, jaló el agarré de las caderas hacia él, quedando ambos totalmente juntos, sin espacio de separación, sintiendo esa deseada erección en su pelvis.
El castaño no sabía que hacer, hace un tiempo había sentido eso, la misma sensación de crecimiento en su zona baja. Fue durante una noche de verano, despertó sudando y agitado con eso entre sus piernas rígido y sin saber que hacer y totalmente asustado se dispuso a rezar y a rogar perdón, él pensaba que había hecho algo malo, que no era normal que despertara en medio de la noche con eso, recordó las palabras toscas de su papá cuando era más niño y había despertado en la mañana con lo mismo en sus piernas, su padre le había dicho que era algo normal, pero a comparación a esas otras veces lo que le sucedió esa noche era diferente, dolía y sentía la necesidad de acabar con el dolor llevado su mano hasta ahí, pero para él eso era pecado, así que con su cuerpo estremeciéndose se arrodilló a su cama y comenzó a orar hasta que la sensación pasara. Lo mismo le sucedía en ese momento, no sabía que hacer y procuraba no mirar hacia abajo.
— Dios mío... padre... perdón... ¡quita esto de mí! — lloriqueó.
Esas palabras hicieron que el maligno ser riera con fuerza, obviamente sin ser percibido por el chico.
— Pequeño, eres tan inocente, me encanta.
Y compadeciéndose del aquel pobre novicio, lo soltó y se alejó, viendo cómo este caída al suelo respirando rápidamente, cómo si estuviera ahogándose. Complacido con verlo así se dispuso a esfumarse del lugar, con el vivo pensamiento de llevar eso que acaba de pasar a más.
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Sinner » VKook [ En HIATUS ]
Fanfiction"-Ruégale a tu Dios misericordia esta noche." Él fue su ángel guardián alguna vez pero pecó y su alas fueron arrancadas, ahora es su demonio personal. » Pareja: Vkook » Secundarias: YoonMin, NamJin, VHope » Contenido con algunas referencias...