Sinner » VKook [ En HIATUS ]

20

El clima estaba fresco, ideal para sentarse en el jardín y desayunar bajo la luz tunea del sol mañanero. Los demonios Jin y JiMin lo acompañaban; ellos tomando un té simplemente y JungKook degustaba gajos de manzana y mandarina. Seguía sin tener apetito, días atrás había tomado conciencia de la alimentación que llevaba durante su estadía en aquel lugar, sorprendiéndose al darse cuenta que sólo ingería frutas, ni siquiera agua, incluso llegó a contar tres días sin probar alimento,pero lo extraño de todo era que se sentía sano y parecía no haber bajado de peso.

—¿Por qué ya no como?

La pregunta repentina llamó la atención de ambos hombres, quienes se encontraban conversando de temas triviales. Se mantuvieron en silencio, tal vez algo pensativos en busca de una respuesta para la sencilla pregunta. JungKook no los miraba, tenía sus ojos fijos en la fruta y comía aburrido de esta.

—Deberías... es decir, aun eres humano— el demonio grisáceo susurró —. ¿Qué piensas, Jin?

El pelirosa parecía perturbado, mordía su labio inferior y sus vista estaba ida, por su cabeza rondaban algunas ideas que quería descartar por completo. Y se dio cuenta. JugnKook tenía razón, desde el primer día que llegó no había provado una comida normal para un ser mortal, simplemente se mantenía a base de las frutas que habitaban allí, inclusive desde el día que le cocinó chocolates no lo había visto comer más. Era imposible... ¿no?

—¿Has estado durmiendo bien? — salió del trance de confusión y preguntó indagador pero con voz dulce.

El castaño lo pensó por unos momento. No recordaba haber dormido en la cómoda cama de su habitación, sólo exceptuando el día que llegó y la noche donde TaeHyung y él... estuvieron juntos.

Carraspeó nervioso y apunto de sonrojarse —No, creo que no. He tomado siestas pero no recuerdo haber tenido horas completas de sueño. ¿Qué me está pasando?

Una alarma se encendió dentro de SeokJin, no podía ser. Intentó tranquilizase pensado en que tal vez sólo era parte del cambio pero aun tenía un mal presentimiento. Más todo temor que sentía lo escondió tras una sonrisa.

—No te preocupes de eso, Kookie— bebió un trago del té con gracia—. Voy a comentárselo a NamJoon, veras que no es nada. No te duele nada, ¿verdad? — el menor negó— Eso está bien, mantente tranquilo.

Con esas palabras se calmó un poco, se sentía sano y eso era suficiente.

JiMin quien miraba callado, tuvo los mismos pensamientos que el demonio mayor, sin embargo no le dio más importancia y continuó conversando con normalidad.

—Hace unos días... — carraspeó y empezó hablar, echándose para atrás con la silla mirando al cielo —, iba por los pasillos con YoonGi... ya saben... haciendo nuestras cosas y-