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En la iglesia se escuchaban las voces en armonía

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En la iglesia se escuchaban las voces en armonía. Estaban apunto de terminar el ensayo de todos los sábados. Jungkook disfrutaba de ir al coro, le gustaba mucho cantar y lo mejor de todo era que podía estar fuera de su casa hasta tarde.

Cuando el director del coro dio por terminado el ensayo, Jungkook se dispuso a charlar con algunos de los jóvenes integrantes del coro, a pesar de no tener muchos amigos, el chico era muy sociable.

— ¿Notaste al nuevo? El de cabello rubio... ¿Será natural? — Comentó JiSoo viéndolo discretamente.

— Yo lo veo gris, es teñido — Chaeyoung analizó—. De igual manera está guapo, muy, muy guapo – soltó una risilla y JiSoo le siguió.

JungKook negó con desaprobación y miró al mencionado chico, este estaba hablado con el director. Era un poco más bajo que él y tenía una linda sonrisa que llegaba a sus ojos.

— Están en la casa de Dios, dejen de decir esas cosas. — se volvió hacia ellas y dramatizo un poco tapándose sus oídos.

Ellas rieron.

— Kookie no estamos haciendo nada...y ¿a ti te parece guapo, ah?

Jisoo sonrió pícaramente.

— ¿Pero que dices? ¡Claro que no! – las chicas se rieron de nuevo por su reacción. — Ve a confesarte, Jisoo.

—Ya, ya, yo sólo decía... la verdad es muy normal ahora que los chicos gusten de otros, Kookie.

El chico no queriendo escuchar lo que decían esas chicas se alejó y caminó hacía la entrada de la iglesia. La verdad era que JungKook si le había parecido atractivo, sin embargo, no quería admitirlo. Para él eso estaba muy mal y no quería ser un pecador por tener esa clase de pensamientos hacia alguien de su mismo genero. Ya en la entrada se dispuso a esperar a su padre después de haberle enviado un mensaje para que viniera por él. Estando ahí recordó aquel día donde vio aquel enigmático hombre vestido de negro. Un recuerda esa profunda voz que le causaba un miedo, aquellos ojos azules que lo dejaron helado, y su grande y monumental figura masculina. JungKook se preguntó para sí, si alguna vez había visto una persona con ese tipo de belleza. Recordó aquellos extraños y frescos sentimientos que le provocó esa noche, aquellas ganas de juntar piel con piel y de tocar esos húmedos labios. Consternado por los pensamientos impuros que estaba teniendo, se persignó y se prometió no volver a esperar a su padre en la entrada de la iglesia. Sin embargo, aún la espera de ver el carro de su padre llegar, intentaba lo más posible de no dejar que su imaginación saliera y fantaseara con esos momentos.

...

Algo asustado de la demora de su padre, JungKook vio la hora de su teléfono, 10:30, hacía rato que varios chicos del coro habían pasado a su lado para ir rumbo a casa, incluso Jisoo y Chaeyoung, las cuales se despidieron de él molestándolo un poco con lo sucedido minutos atrás. Justo cuando iba a bloquear la pantalla, un mensaje de su madre llegó en su bandeja de entrada.

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