CAPITULO 27

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Lauren no se había preocupado más de lo necesario cuándo Camila había dejado de contestar a sus mensajes. Pensó que probablemente se había quedado sin bateria, o que las clases habían comenzado, o que Dinah había comenzado a acosar a Normani más de la cuenta y había tenido que inerponerse para evitar que la chica polineasia cometiera una locura. Jamás imagino que Austin podría haberla golpeado... Según le había contado Camila a través de mensajes, el chico y su amigo no habían vuelto a molestarla. Y cómo el dejar a Camila en paz parecía haberse convertido en una rutina, la chica de ojos verdes simplemente respiraba hondo, no recordando que el echo de tener que seguir una rutina no obligaba a los demás a hacerlo.
Toda la paz en sus pensamientos fue interrumpida por los gritos de su madre, Clara Jauregui, provenientes del piso inferior.


Clara: ¡LAUREN MICHELLE JAUREGUI MORGADO! ¡BAJA AHORA MISMO!

Bajo lentamente las escaleras, procurando no apresurarse, sintiendo dolor en sus costados y a su corazón agitarse con el simple esfuerzo que conllevaba descender los escalones.
Cuándo llego a la base de la escalera estaba completamente agotada, pero a Clara no pareció importarle, pues de inmediato llego hasta ella con Lucy y Vero más atrás, tomadas de las manos, sonriendo como si aquello fuese un chiste, sin siquiera mirar a su hija con algo en su mirada que no fuese rabia absoluta.

Clara: ¡¿POR QUE NO ME LO DIJISTE?!

Lauren intento responder, pero tenía la boca seca, el corazón acelerado y los pulmones le dolían en un esfuerzo de conseguir oxigeno, así que lentamente se sentó sobre el ultimo escalón de la escalera y coloco su cabeza entre sus piernas, tomando aire, intentando que su corazón trabajara correctamente y evitar un desmayo por falta de oxigeno.

Clara: ¡¿POR QUE NO ME DIJISTE QUE VERO Y LUCY AHORA ERAN UNAS ESTUPIDAS LESBIANAS?!
Vero: Más respeto, señora Jauregui. Mi novia no es estúpida. Tiene uno de los mejores promedios, en realidad... -La escucho decir, el diccionario mental de Lauren identificándola como enojada. Aunque algo no parecía encajar. ¿Era aquello orgullo? Orgullo a los logros de su novia, tal vez...
Clara: ¡Cállate estúpida!
Lucy: ¡NO LE DIGA ASÍ A MI NOVIA!
Clara: ¡No me grites! ¡Y no la llames novia! ¡Solo estas confundida, Lucy!
Vero: La única confundida acá es usted, señora Jauregui. Ella es mi novia y la amo, y se que ella me ama a mi, y no estamos para nada confundidas con eso...
Clara: ¡Callate de una maldita v...!
Lucy: ¿Estás bien, Lauren? -Pregunto, ignorando a la mujer mayor luego de haber visto el estado de su vieja amiga, que intentaba recobrar el aire con todas sus fuerzas. Sin saber como, Las manos de Lucy tomaron las suyas. Lauren de inmediato las aparto. No se sentía bien con el contacto de los demás. A veces, ni siquiera se sentía bien tocándose a sí misma. La única que podía tocarla y hacerla sentir bien era una chica llamada Camila Cabello, y su mamá seguramente se enojaría en cuánto lo supiera, no considerando lo positivo.
Lauren: No me... toques... solo... necesito... aire -Susurro, las palabras saliendo con dolor de su garganta.

Esta vez Clara si pareció preocuparse, porque Lauren noto que se sentó a su lado y la rodeo con su brazo, acariciándole los costados débilmente.
Sus dedos comenzaron a chasquear de inmediato. No quería que su madre la tocara. No quería que nadie allí la tocara.
ELLA QUERÍA QUE CAMILA LA TOCARA.

Clara:¿Puedes dejar de hacer eso, Lauren? Me pone nerviosa...

Lauren lo intento. Realmente lo hizo. Pero entre intentar convencer a sus dedos para que no se movieran y respirar, el sonido se hizo más fuerte y constante, su cerebro tomando la decisión inmediata de que respirar era lo más importante en esos momentos.

Clara: ¡TE DIJE QUE BASTA, LAUREN! -Grito, apartándose de ella, cubriendose los oidos.
Lauren: ¡No... puedo! -Intento gritar.
Clara: ¡SI PUEDES PERO QUIERES HACERME CREER QUE NO PARA QUE NO TE GRITE POR OCULTARME EL ECHO DE QUE TUS ESTÚPIDAS AMIGAS SON LESBIANAS!
Lauren: ¡Cállate! -De nuevo el grito ahogado. Su madre no solo estaba ofendiendo a Vero y Lucy. Sin saberlo, también había ofendido a su propia hija.
Clara: ¿Sabes que? Hablaremos cuando dejes de hacer eso... Lucy y Vero irán contigo a tu habitación porque ahora mismo no quiero estar contigo, pero escucho algo sospechoso y juro no regresan. ¿Entendido, Lauren?

La chica de la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora