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  60 (FINAL)


Se que probablemente no leeran esto. Si les soy sincera yo tampoco lo haría, así que realmente no me molestaría que simplemente ignoraran estas lineas y comenzaran a leer el capítulo final de "La Chica de la Ventana".
Si eres de los que seguiran leyendo esto te felicito ¡Te ganaste una de las galletas de Ally! (Miento, las galletas de Ally son solo mias).
Quiero agradecerles a todos los que han llegado hasta aca y han seguido la historia, a los que han dado sus votos y han comentado, e incluso a los que solo leen. El saber que la historia le gusta a tantos es sencillamente increible.
Espero que les guste el final, porque va dedicado a cada uno de ustedes.
Y no se depriman aun. Recuerden que falta el epilogo...
Y dare la misma recomendación que di hace unos cuántos capítulos... Sean fuertes.
-Lore-
***
Camila Cabello amaba leer, y también escribir, aunque sabía que los finales de aquellos hermosos libros, tanto los felices como aquellos dramáticos, eran una completa farsa.
Camila sabía que Lauren y ella no terminarían sus vidas en medio de un paraíso tropical tomando agua de coco y siendo abanicadas por un par de esclavos extranjeros muy mal pagados... También sabía que ningún enemigo del pasado terminaría apuñalandola hasta la muerte, y que Lauren no la vería mientras se desangraba, y que mucho menos daría sus últimos suspiros mirando los verdes ojos llorosos de su mujer, recostada sobre su pecho, susurrando sus últimos deseos, sintiendo como la sangre salía por sus múltiples heridas.
Camila Cabello creía en los finales realistas, y en las vidas realistas. Gracias a esto sus dos primeras novelas se habían vendido realmente bien.
Las personas adoraban la forma en la que lograba crear historias fascinantes con finales tan comunes que podían ser reales. Camila sabía que lo hacían porque los lectores estaban tan acostumbrados a finales dramáticos y finales felices que se habían olvidado de los finales verdaderos.
Su trabajo como editora también estaba dando buenos frutos.
Se podría decir que, con todo su esfuerzo, Camila Cabello estaba triunfando.
Estaba entrando al auto luego de un largo día de trabajo cuándo recibió una llamada de su esposa, una hermosa foto de su sonriente y perfecto rostro apareciendo en la pantalla del celular junto a la melodía de una de las canciones de Lana del Rey.

Camila: Hola amor -Dijo con una sonrisa. Era extraño como Lauren, después de tres años de matrimonio, seguía haciéndola sentir como la chica de diecisiete años que la había visto a través de la ventana.
Lauren: Amor, se que probablemente estas muy cansada luego de trabajar pero necesito que vengas al estudio. Mi auto se averió.
Camila: Te dije que no compraras esa chatarra, amor.
Lauren: Era lo único que podíamos pagar luego de comprar este estudio en Miami, remodelar el viejo departamento de Ally y, bueno... tu sabes que otra cosa.

A pesar de que Camila tenía buenos ingresos y de que el trabajo de Lauren les proporcionaba una buena cantidad de dinero, Camila estaba empezando en su carrera al igual que su esposa, lo cual no les permitía darse todos los lujos que cualquier persona querría.

Lauren: Puedo intentar repararlo si estas demasiado cansada. Estoy segura de que moviendo un par de cables...
Camila: No, yo solo... -Suspiro audiblemente-. Estaré allí en quince minutos ¿Bien? Solo compra un café y...
Lauren: Lo haré -Aceptó-... ¿Te entregaron los exámenes? -Pregunto después de unos segundos.

Por supuesto, Camila sabía que su esposa iba a querer hablar sobre aquello

Camila: Si -Admitio mientras comenzaba a conducir a través de las calles de Miami hacía el estudio de su esposa, dónde trabajaba junto a otro joven fotógrafo y un par de aprendices.
Lauren: ¿Qué tal?
Camila: No los he visto... -Contesto en voz baja.

No era como si Camila esperara un mejor resultado que el de la vez anterior.

Lauren: ¿Crees que funcione esta vez?
Camila: No lo se. Nuestro intento anterior fue un asco, y este podría ser igual, así que realmente no se que esperar...
Lauren: Vamos, Camila Cabello, tienes que ser positiva. Esta vez es mi ovulo es el que esta dentro de ti, y por si no te has dado cuenta los Jauregui somos fuertes, así que no dudo que dentro de menos de nueve meses tengamos a una pequeña niña de ojos verdes llamada Karla llorando en el departamento...
Camila: No la llamaremos Karla -Nego con desagrado, arrugando su nariz al instante-. Y tampoco le colocaremos nombres parecidos a los de las mellizas de Dinah y Mani solo para combinar...

La chica de la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora