Bien. Llegamos al final.
No dare un discurso largo ni nada de eso. Solo dire gracias.
Si tienen dudas con respecto al fic, como por qué Troy murio, o por qué Boyfriend Ally se volvio predicadora, pueden preguntarme y yo les aclarare todo rápidamente.
Espero les guste el epilogo... Y que no me maten por el.
Lo siento...
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La rutina de la familia Jauregui-Cabello era simple.
Camila se levantaba (o era levantada) temprano para hacer el desayuno mientras Lauren despertaba, duchaba y vestía a la pequeña Michelle para finalmente dejarla en el preescolar e ir a sus trabajos.Lauren: Amor -Llamo a su esposa acariciando su espalda desnuda bajo las sábanas azules colocadas en aquel sofá convertible. Continuaban viviendo en el departamento de Ally, así que no les había quedado más remedio que cederle su habitación a su pequeña hija y mudarse a la sala-. Es hora de levantarse, Camila -Susurro contra su oido besando dulcemente su mejilla, justo en el lugar en donde la chica tenía la pequeña cicatriz de aquella vieja caida de las escaleras.
Camila: No quiero levantarme -Se quejo con voz ronca, cubriendo su cabeza con la sábana y acurrucandose al cuerpo de Lauren, solo cubierto por unas bragas blancas y un brasier de lunares (No hare la aclaración en esta parte porque supongo que el dato de nuestra filosofa favorita ya se habrá grabado en sus mentes).
Lauren: Tienes que hacerlo -Murmuro levantando las sabanas para encontrarse con los ojos cerrados de su esposa.
Camila: No puedes decirme eso cuándo es tu culpa que este tan cansada -Se quejo mientras se quitaba la sabana de encima y comenzaba a estirarse y bostezar.
Lauren: Es tu cumpleaños, y quería ser la primera en regalarte algo... Además, estoy segura de que esta noche estaras muy cansada luego de la fiesta, así que no podremos hacer...
Camila: Lo entiendo -Suspiro levantandose, colocandose la ancha camisa de Lauren que había quedado tirada sobre el suelo la noche anterior sobre su piel completamente desnuda. Tenían suerte de que Michelle durmiera tanto, porque sino ya habrían tenido que pagar varias sesiones de terapia-... Lo que realmente no entiendo es como tu, aun después de ocho años de matrimonio, no me has regalado una estúpida fusta...
Lauren: Te la regalare cuándo la necesites... -Murmuro con voz ronca y una divertida sonrisa en su rostro.
Camila: La necesito ahora.
Lauren: No. Ahora lo que necesitas es preparar el desayuno mientras me ocupo de Michelle. Después podríamos discutir sobre la fusta -Susurro con firmeza antes de levantarse e ir al baño, sabiendo que su esposa había tenido una buena vista de su cuerpo semi-desnudo en el camino-. Y feliz cumpleaños -Dijo girando a mirarla con una sonrisa, encontrando los ojos de su mujer caminando tras ella fijos en su trasero.
Camila: Aun no entiendo como sigues viendote tan perfecta luego de tantos años -Susurro entrando al baño tras ella comenzando a cepillar sus dientes mientras Lauren decidía tomar una corta ducha-. Yo tengo las estrias del embarazo...
Lauren: Son las estrias más bonitas que vi -Afirmo mientras abria la ducha, el agua tibia golpeando su piel con fuerza-. ¿Quieres ayudarme en esto?
Camila: Lo siento, amor. Eso solo nos distraeria,y Michelle tiene que llegar a tiempo, al igual que tu...
Lauren: ¿Qué hay de ti?
Camila: Pedi un día libre. Quiero terminar de escribir mi libro.
Lauren: ¿John y Amy tendran un final feliz? -Quiso saber.
Camila: Terminaran bebiendo cerveza en un callejon y teniendo una charla poco interesante sobre gatos.
Lauren: Es bastante bueno comparado con tus otros finales... Pero sigue sin ser un final feliz... Y eso me encanta.
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Mientras Camila servia el desayuno aun vestida con la holgada camisa de su esposa, Lauren terminaba de atar las agujetas de su hija en la habitación de esta, demasiado rosa para su gusto.
Aun era lenta, y no lo hacía a la perfección, pero le gustaba poder decirle a su pequeña hija que podía, y que el esfuerzo vale siempre más que el resultado.Michelle: ¿Donde iremos luego de la escuela? -Pregunto sin parecer realmente emocionada, mirando fijamente el suelo con sus ojos verdes, hermosos y escurridizos como los de su madre.
Lauren: Iremos a celebrar el cumpleaños de mami en casa de la tía Ally -Informo dulcemente.
Michelle: Eso me gusta, mamá -Afirmo con una sonrisa, aun mirando fijamente el suelo. Lauren también sonrio y surpiro. Ver a Michelle era como ver una versión de sí misma en miniatura. Incluso podría decirse que sus comportamientos eran parecidos, pero Lauren no sabía si atribuirle esto al ADN, a los años de crianza o al Asperger que ambas compartían. Tal vez cada una de estas tres cosas jugaba su papel-. Troy es divertido...
Lauren: Lo se -Afirmo. Lo cierto era que Troy tenía el mismo encanto de su madre, y bueno, Ally era su mejor amiga aun después de treinta y un años, así que Lauren suponía que ese encanto era bastante grande.
Michelle: Siempre me llama Jauregui. Y dice que soy su princesa...-Relato como si Lauren no supiera esto- A veces creo que esta loquito, porque no tengo un castillo ni una corona -Susurro con una sonrisa, como si estuviese contandole un secreto, Lauren riendo ante el gesto-... ¿La tia Mani y la tia Dinah también iran?
Lauren: Claro que si, amor.
Michelle: Alisha y Shaila siempre intentan abrazarme, mamá. No me gusta -Se quejo cruzandose de brazos, haciendo un puchero antes de llevarse su dedo a la boca.