Polos Opuestos (Continuación 23)

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* NARRA PERRIE *

¿Y ahora que cojones le pasaba a esta?. Lleva una semana insoportable la verdad. No quiere saber nada de nosotros ni de nadie y eso me preocupa. Ella siempre a intentado ser todo lo social que podía ser pero esta semana a cambiado. Creo que será mejor que suba y hable con ella porque esto me está preocupando. No quiero que vuelva a autolesionarse aunque ya habíamos buscado por su cuarto y no había indicios de que lo estuviera haciendo. Bueno, como he dicho me disponía a subir cuando sonó el timbre. Cambié de rumbo y me dirigí hacia la puerta para abrirla y encontrarme con Liam, Harry, Dani y Rou. Estos tres últimos venían dispuestos a ir de compras. Wii, mañana nos iremos al Caribe jaja. Que ganas. Llamé a Anabel por teléfono para que bajase para irnos ya que no quería más problemas con ella. Cuando me lo cogió noté que tenía la voz un poco quebrada, ¿acaso había estado llorando?, y si era así, ¿por qué?. Esperamos a que bajase como unos cinco minutos o así hasta que la vimos bajar por las escaleras de la casa con unos pantalones negros pitillos, un jersey beige con estampado étnico, un gorro beige de lana y sus vans negras. Iba realmente bien. Una vez que estábamos todos en el coche nos fuimos rumbo al centro comercial. Poco después llegamos al centro comercial. El camino en el coche había sido divertido exceptuando las miradas y la mente perdida de Anabel. Bajamos corriendo del coche poniendo rumbo hacia la primera tienda que vimos pero nos dimos cuenta que faltaba una de los 6. Me di la vuelta y vi que Anabel se había quedado estampada en el cristal de un escaparate como si se tratase de una mosca. Creo que estaba viendo una camiseta de estilo hipster, bueno y unos vaqueros, y un jersey y... COSAS HIPSTER COÑO. Entramos en la tienda y compramos de todo. Después repetimos esa misma acción como en veinte tiendas más. Nos tiramos alrededor de 3 horas comprando. Al final acabamos cada una con cuatro bolsas en cada mano excepto Harry que llevaba el doble que cada una. Volvimos al coche, metimos todas las bolsas en el maletero y pusimos rumbo de nuevo hacia casa. Desde que entramos en la tienda hipster, Anabel se había animado bastante. No es una chica a la que le guste comprar demasiado pero cuando encuentra una tienda que le gusta no hay quien la saque de allí. Si no recuerdo mal, en la primera tienda, osea la de estilo hipster, le compró una camiseta a Niall blanca en la que ponía en mayúsculas WTF en negro y debajo were is the food en pequeño y en negro también. La verdad es que esa camiseta era muy apropiada para Niall jaja. Cuando llegamos a casa subimos directas a las habitaciones, tiramos todas las bolsas en la habitación y bajamos a comer algo. Bueno al menos bajamos Anabel y yo ya que los demás estaban haciendo las maletas.

*NARRA ANABEL*

Cuando vi la tienda hipster todos mis problemas se fueron por completo. Me compré unos cuantos bikinis y un montón de ropa, zapatos y complementos, es más, no compré en ninguna tienda más. Llegamos a casa cargados de ropa así que subimos a soltarlas a nuestras habitaciones. Cuando entré en la habitación encontré una nota de Niall.

Hemos ido a comprar la cena. Venimos en una hora. Siento como me comporté antes. Te quiero princesa :) xx Niall”

Sonreí como una boba mientras leía la nota. Lo quería demasiado como para estar enfadada con él más de cinco minutos. Busqué entre todas las bolsas la camiseta que le había comprado a Niall. Una vez que la encontré me dispuse a envolverla en papel de regalo. Mientras tanto reflexioné sobre mi comportamiento de estas semanas llegando así a la conclusión de que no vale la pena joderse la vida por todos estos imbéciles, así que de aquí por delante nada de cuchillas ni nada. Me iba a poner a tirarlas todas pero recordé que Perrie me estaba esperando abajo para merendar así que escondí el regalo de Niall y bajé corriendo las escaleras tropezándome de nuevo con el puto último escalón.

Perrie: Y por fin te dignas a aparecer.

Anabel: Perdón es que estaba envolviendo el regalo de Niall.

Perrie: Sois tan monos.- sonreí como una boba.- ¡Si hasta te sale la sonrisa de enamorada perdida!.- dijo mirándome con ternura mientras yo me sonrojaba a más no poder.

Anabel: ¡Cállate que me estoy poniendo como un tomate!.- las dos reímos. La verdad estaba muy a gusto hasta que Perrie tuvo que romper ese magnífico ambiente.

Perrie: ¿Te has vuelto a cortar?.- utilizó un tono de preocupación y sospecha por lo que no le pude mentir.

Anabel: Si.- dije mirando al suelo.

Perrie: ¿Por qué?.- dijo poniendo su mano sobre la mía.

Anabel: ¿Se lo dirás a alguien?.- una lágrima corría por mi mejilla.

Perrie: No, te lo prometo. No llores.- me limpió la lágrima con su pulgar. Le conté todo lo que me había pasado durante todo este tiempo.- ¿Por qué no nos contaste nada?. Sabes de sobra que te habríamos ayudado.

Anabel: Si, y Niall se habría puesto hecho una furia y hubiese ido matando a todo bicho andante que se metiera conmigo.- Perrie agachó su cabeza.- No quería preocuparos, pensé que podría salir de esto yo sola pero veo que me equivoqué. Que volví a equivocarme.- Perrie me dedicó media sonrisa.- ¿Sabes?, echo de menos a los peques.- pensé que lo mejor de todo sería cambiar de tema.

Perrie: Si, y yo. No escucharlos reír a todas horas entristece.- asentí.- Bueno vallamos a hacer las maletas que mañana nos iremos al Caribe.- se levantó de la silla y empezó a hacer un raro bailecito.

Subimos a las habitaciones y empezamos a empaquetar la ropa en nuestras maletas.

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