Polos Opuestos

Polos Opuestos (Continuación 30)

Anais: Bien, tendremos que llevarla cuando tú y yo vallamos a hacerle una visita.

Anabel: ¿Cómo que tú y yo?, ¿no íbamos a decírselo a las chicas?

Anais: Ya hemos conseguido lo que necesitábamos, tenemos un arma y no necesitamos poner a nadie más en peligro.- asentí.- Vallamos con los demás o sospecharán.

Entramos de nuevo en el restaurante y nos sentamos como si nada hubiese pasado. Sonreíamos y hacíamos como si escucháramos pero en realidad estábamos pendientes de todos los rincones del restaurante por si aparecía. Me llegó un whatsApp. Entré en la aplicación y vi que mi hermana me había mandado un simple “1 am. Tú y yo. Ascensor.” La miré fugazmente mientras asentía. Louis y Niall nos miraban a ambas extrañados. Los ignoramos y seguimos conversando con los demás.

Cuando acabamos de desayunar cada uno subió a su habitación para vestirse ya que iríamos a ir a dar una vuelta por la ciudad. Esperamos no perdernos. Me puse unos shorts negros, una blusa blanca con tucanes y mis vans negras. El pelo me lo dejé suelto con unas gafas de sol. Cogí mi mochila marrón y la cerré después de asegurarme de que llevaba el móvil y dinero. La cámara la llevaba colgando de la muñeca ya que la necesitaba más a mano. Mientras Niall se cambiaba removí un poco mi maleta para esconder mejor la pistola. Al final acabé metiéndola en la caja fuerte de la habitación envuelta en unas toallas. Cuando me giré Niall estaba saliendo del aseo. Mi conciencia, que estaba mordiéndose las uñas, suspiró aliviada mientras susurraba un “Por poco”. Le sonreí ampliamente. Me devolvió la sonrisa un poco confuso. Bajamos a recepción donde ya estaban todos y salimos. Mi hermana iba a mi lado de la mano de Louis y yo de la mano de Niall. Pasamos la mañana dando vueltas, perdiéndonos, haciendo fotos y comprando tonterías y helados. Nos hemos cruzado a Luke como unas 20 veces en toda la mañana y en total creo que tenemos unas 14 fotos en las que él sale. Tenemos cuartada. Volvimos al hotel a la hora de comer y después volvimos a salir. De nuevo nos encontramos con Luke, pero menos veces. De todas formas seguimos haciéndole fotos. Teníamos unas 23 en total. Mientras los chicos compraban unos helados, mi hermana y yo fuimos a sacar las fotografías en las que salía Luke. De vuelta al hotel y mientras cenábamos estuvimos muy intranquilas. Se nos notaban los nervios a tres mil leguas. A las once y media de la noche cada uno volvió a su habitación con su correspondiente pareja. Me tumbé en la cama con intenciones de esperar a que mi compañero de cuarto, también mi novio, se durmiera. Se sentó en un borde de la cama de matrimonio y empezó a gatear hacia mi poco a poco, provocándome. Entonces empezamos a sentirnos el uno al otro. Mirándome provocadora pero dulcemente, me acercó hacia él con un abrazo. Ya acostado en la cama, desabroché su camisa, y empecé a darle pequeños besos en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón. Me llenó de caricias todo mi cuerpo, exaltándome y haciéndome desear que este momento sea eterno, y al darme un beso en el cuello, miró a mis ojos y sonrió tiernamente. Entonces me di cuenta, no estaba preparada. Le di un beso en los labios e hice que se alejara de mi poco a poco. Me miró extrañado y yo, avergonzada, agaché la mirada.

Niall: Te esperaré.- lo miré sonrojada como un tomate y lo encontré mirándome tiernamente.

Anabel: Lo siento, de verdad, pero desde...- puso su dedo índice en mis labios.

Niall: Shh, no tienes por qué darme explicaciones princesa. Te esperaré, lo prometo.- lo besé tiernamente. Oh Niall, si supieras que podrías perderme esta noche.- Vamos a dormir.- nos tumbamos en la cama y apagó la luz de la mesita.- Buenas noches princesa.- dijo abrazándome.

Anabel: Buenas noches príncipe.- dije abrazándolo también.

Cierro los ojos haciéndome la dormida hasta que escucho como Niall ronca levemente. Con cuidado me deshago de su abrazo. Veo que alarga la mano buscando al propietario del otro lado de la cama, osea, a mi. Cojo rápidamente la almohada y hago que la abrace haciendo que duerma tranquilamente de nuevo. Suspiro. Ando de puntillas hasta la caja fuerte para sacar el arma. Tecleo la combinación y la saco con muchísimo cuidado para no despertar a mi bello durmiente. Ando hacia la puerta de salida pero me paro instantáneamente. Me vuelvo a la gran cama de matrimonio y beso la frente de mi pequeño príncipe. Tengo un mal presentimiento. Dejo resbalar una lágrima por mi mejilla la cual limpio rápidamente y salgo sin hacer nada de ruido. Al salir de la habitación veo a mi hermana andando de puntillas hacia mi con los pelos hechos una mierda. Reprimo una risita.

Anais: ¿Qué miras?.- dijo en un susurro. Frunció el ceño mientras yo reía levemente.

Anabel: ¿Echando un polvo antes de morir?.- chasqueó la lengua. Volví a ponerme nerviosa al notar la pistola en mi cadera.

Anais: Ey, vamos armadas, no nos pasará nada.- asentí intentando convencerme de ello y andamos hacia el ascensor.

Anabel: ¿Traes la llave?.- asintió.

Anais: ¿Y tú la pistola lista para ser utilizada?.- saqué la pistola de mi cadera y la cargué.- Ponle el seguro loca.

Anabel: No tiene.- dije mientras las puertas del ascensor se abrían. Mi hermana me miró blanca como la pared.- Vamos, Luke no se matará solo.

Andamos despacio por el pasillo hasta llegar a la puerta clave. Suspiramos, nos miramos a la vez, agarré la pistola entre mis manos y abrimos la puerta despacio. Miramos a derecha e izquierda repetidamente sin encontrar rastro de nadie. Miramos hacia el balcón y nos percatamos de que la televisión estaba encendida. Tragué sonoramente y apreté aún más la pistola. Mi hermana me dio un pequeño codazo para que me fijara en la silueta que había sentada en el sillón la cual tenia un brazo estirando llegando casi al suelo por el que goteaba algún líquido. Nos miramos extrañadas y a la de tres comenzamos a andar hacia aquel sofá. Cada una gateó hacia un lado del sillón. Mi hermana, la cual se levantó antes de dar la señal, no dejaba de mirar a Luke y después a mi. ¿Pero qué coño?

Anais: Deberías de ver esto.- me erguí pudiendo observar que la silueta que minutos antes habíamos visualizado asustadas se trataba del cadáver de Luke.

Anabel: ¿Quién ha podido hacer algo así?.- andé hacia el interruptor para encender la luz. Al hacerlo me arrepentí.- ¿Pero que...?

Anais: Quien haya sido nos aprecia.

Todo el salón y la cama de matrimonio estaba rodeada de fotos de mi hermana y mías con papeles con supuestos planes de secuestro. En todas ellas ponía “NO LAS TOCARÁS” escrito con sangre o pintura roja. Fui a tocar una de las fotos pero mi hermana me lo impidió.

Anais: No toques nada, la policía podría encontrar huellas.- asentí y seguí observando las fotografías.- Ven.- andé hacia el balcón, que era donde se encontraba Anais, y me agaché junto a ella.- ¿Tienes pañuelos?.- saqué uno y se lo di. Lo utilizó como guante y cogió la carta que se encontraba en el suelo con nuestro nombre.

Anabel: Salgamos de aquí.

Nos encontramos en la habitación de Liam con todos alrededor nuestra a las 2 de la madrugada. Mi hermana y yo permanecemos cabizbajas mientras escuchamos la bronca que nos están echando por haber salido a hacer esa locura y armadas.

Zayn: ¿Entonces era verdad que estaba Luke aquí?.- todos lo miramos extrañados.

Anabel: ¡¿Lo sabíais todos?!.- asintieron.- Estupendo.- suspiré y me dejé caer en el respaldo del sillón de cuero negro.

Anais: Si, si estaba aquí. Pero alguien más lo quería ver muerto.

Anabel: Alguien que nos aprecia.- centraron sus miradas en mi.- Había miles de fotos y planes de secuestros solo de mi hermana y míos en los que había escrito con pintura roja o sangre “NO LAS TOCARÁS”.

Anais: Y eso no es todo...Nos dejó esta carta.

Perrie: ¿Y qué esperáis para abrirla?.

Me acerqué más a mi hermana y abrimos el sobre.

“Sois muy valientes, demasiado. No quiero que os hagan daño, no quiero que sufráis como yo lo hice. No os asustéis, yo no os haría daño, os aprecio demasiado para ello. Solo os aviso de algo. Luke no era el único que quería vuestra muerte. Cuidaros, os quiero.

...S...”

¿Quién diablos es S?