Conexión. [En Edición]

1: El comienzo. 🎶

Ángela: Oye, debes cumplir el reto.

Robert: ¿Y qué quieres que haga?

Ángela: Debes llevar a una chica a la fiesta de *graduandos.

Robert: Pero sabes bien que la única chica con la que me llevo bien eres tú, y aún no estás de vacaciones así que no puedes venir.

Ángela: Ya lo sé, pero si no cumples el reto me voy a enojar contigo como nunca me he enojado 😤.

Robert: ¡Vale! Vale

La fiesta es en dos días, lo voy a cumplir.

Ángela: Bien, debo irme tengo clase en 5 minutos

Te hablo más tarde.

Robert: Claro nena, ve, yo te espero.

Faltan dos días para la fiesta con mis compañeros de último grado del bachillerato, una semana para mi graduación y la excursión a la playa, y para colmo faltan dos semanas para mi mudanza que se atrasó bastante. Desde hace dos semanas que el departamento debía haber estado completamente terminado, pero a causa de los retrasos que provocaron ciertos fallos eléctricos en la zona, mi casa es un laberinto sinfín de cajas, maletas y bolsas que llegan apiladas hasta la puerta. Duermo en el piso de la que alguna vez fue mi habitación, los muebles ya emplasticados, y los baños ya limpios, ahora no puedo cocinar ni guardar comida, es mi segunda mudanza en tan solo dos años, la primera desde mi ciudad natal hasta la capital para estudiar mi último grado del bachillerato y hacer mi exámenes de admisión a la universidad y ahora que fui admitido compartiré un departamento con mi mejor amigo en un edificio de mi padre que queda mucho más cerca.

El estrés me inunda desde hace ya unas semanas, mi única y mejor amiga, Ángela, trata de que haga actividades para despejarme un poco de todo. Ahora salió con que debo llevar a una chica desconocida a la fiesta, y no se que hacer y mucho menos a quién invitar. Ella es la única chica que accedería sin mayor complicación; tal vez deba pedirle a una chica que finja ser mi novia o algo parecido, esos son los términos del reto. Si logro cumplir con su reto, Ángela a cambio me dejará enseñarle a jugar basketball cuando venga. Ella me ha ayudado mucho estos años, aún estando tan lejos me conoce mejor que las personas que veo todos los días.

Después de hablar con Ángela me dispuse a planear un poco este día, y el siguiente, y el siguiente, tres días en los que mi mente estará en la realidad al fin. De repente un pequeño sonido interrumpe el beat de la música en mi teléfono, es un mensaje de Niles: "Llego en 20 minutos a traerte". Son las 8:00 A.M., debo arreglarme para ir al centro comercial con él, así que me levanto del sofá emplasticado tan rápido que el mundo dio vueltas por un segundo; pongo mi teléfono a cargar en el tomacorrientes del baño, mientras escucho el nuevo álbum del artista que está en boca de todo el mundo y me doy una ducha, rápidamente me visto con ropa cómoda y me dirijo a la puerta cuando recibo una llamada de Niles:

—Llevo unos cinco minutos esperándote afuera, ¡¿a qué hora tienes pensado bajar?!

—Lo sé, lo siento. Espera, ¿vienes en tu "superauto"?— dije de forma un tanto burlona refiriéndome al descuidado y viejo auto color verde menta que compramos ambos hace mucho tiempo a su abuelo.

—Ja ja ja. —rió Niles con tono sarcástico—. Si quieres puedes irte a pie y evitarte la vergüenza de viajar en el "superauto" unos... veinte o veintiún kilómetros hasta el centro comercial.