Capitulo 4.

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Desperté, por mi frente bajaban pequeñas gotas de sudor, mientras que mi pecho subía y bajaba constantemente. Espere a que mi respiración se pusiera lo más normal posible y me levante del sofá, apague la televisión y entre a la cocina. No había absolutamente nadie.

¿Cómo podía haber soñado eso? Me sentía totalmente confundida, tonta, distraída. Sabía muy bien que todo eso que había pasado en mi sueño, NUNCA iba a ser realidad. Suspire frustrada mientras daba un portazo en la puerta y salía por ella.

El frio tiempo de Londres choco con mi cuerpo, haciéndome estremecer; era una muy mala idea salir con este tiempo y mucho más con short. Me maldije y entre nuevamente a mi casa, iba algo distraída pues ni zapatos decentes llevaba. 5 minutos después baje a toda prisa, tome mi libro y salí nuevamente por la puerta.

Camine y camine hasta que encontré una banca desocupada. Me senté tranquilamente mientras me abrazaba a mí misma. Comencé con la lectura. Segundos después sentí como alguien se sentó a mi lado, separe la vista de mi libro y mire a mi lado; Thomas me sonrió haciendo que apartara por completo mi vista de la lectura. Él se acercó un poco más a mi haciendo que me sintiera incomoda.

-¡HEY! Hola Lea. -Decía mientras me sonreía de oreja a oreja.- Me quede preocupado por ti el viernes, pensando si habías llegado sana y salva.

-Thomas, pues ya viste que sí; sigo viva. -Su sonrisa hizo que me sintiera a salvo.- Eres la única persona que me sonríe. -Dije casi en susurro. El me miro sorprendido y me volvió a sonreír.

-¿No crees que está haciendo mucho frio como para que estés fuera de casa?

-Pues no, digamos que estoy más cómoda fuera que dentro; además no me gusta estar sola en casa.

-Ah, somos dos.

-¿Qué te parece si vienes a mi casa y tomamos algún chocolate?

Me gustaba la idea, quería tener un amigo, alguien con quien platicar y sentía que él iba a ser un gran amigo. Él lo pensó por un segundo para después sonreírme nuevamente pararse de mi lado y tenderme la mano. Yo gustosa la tome y salimos directo a mi hogar.

El camino fue largo, pero lo hicimos corto; Thomas era una persona muy simpática, era la persona más alegre que podía conocer.

Abrí la puerta de la casa mientras dejaba entrar a Thom, deje mi libro mientras prendía la tv para irme directo a la cocina; a los pocos segundos Thomas se puso a mi lado.

Comenzamos a hacer el chocolate mientras yo preparaba pequeños panqueques. Todo iba perfectamente hasta que reaccione. El chocolate engorda, tiene calorías al igual que el pan; esto solo me llevaba a algo, si lo comía iba a ponerme como una vaca asquerosa. Le sonreí a Thom mientras el clavaba sus ojos en los míos, serví el chocolate en dos tazas, mientras que los panques los ponía en el centro de la mesa. Comenzamos a comer, yo me sentía en el cielo al comer toda esta cantidad de dulce. La "cena" fue algo maravilloso pues solo era risa, burlas y platicas realmente agradables.

La puerta nos hizo salir de nuestra pequeña plática. Un pequeño gruñido se escuchó desde la sala, para luego escucharse un nuevo gemido. Salimos lentamente de la cocinas para encontrarnos con Harry arriba de Samantha, esa fue una imagen realmente fea; no estaban desnudos, pero Harry besaba todo su cuello mientras que su mano descansaba en el trasero de mi hermanastra. Mientras que mi querida hermana tenía todo su cuello a disposición de Harry, sus manos estaban en la parte prohibida de Harry, mientras los dos se tragaban el uno al otro.

Mire con asco mientras que miraba a Thomas, él tenía la misma cara que yo mientras hacia un ruido raro con la boca. Los dos se separaron para mirarnos, Sam se bajó rápidamente su micro-falda. Harry nos miró a los dos mientras que su miraba se posaba en mí, el me miraba con odio, con total odio.

Anorexia {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora