The Lost Lovers

Capítulo 26

Las competencias se presentaban una vez más y Yurio estaba más que dispuesto a dar todo de sí en la pista de hielo una vez más​, la seguridad inundaba su ser, Victor podría ser una amenaza, pero con el amor de su Yuuri asegurado, ya no tenía nada que temer.

Cada vez que una duda intentaba entrar en su mente un 'Te amo' de los que Yuuri solía regalarle llegaban a su mente y hacían que su pecho se sintiera cálido.

Aunque si no funcionaba siempre podía recordar alguno de los deliciosos suspiros que el japonés le regalaba por las noches, aunque este era más en caso de emergencia debido a que tenía reacciones secundarías difíciles de ocultar.

Esperaba con tranquilidad a que fuera su turno y de vez en cuando le regalaba algunas miradas rápidas a su familia que se encontraba en las gradas.

La familia Katsuki-Plisetsky se encontraba lista para dar todos sus ánimos al rubio en su participación de aquella noche.

Con su característica manta con letras gigantes que decían el nombre de Papi Yurio cubierto de corazones.

Y para rematar a la perfección, ambos niños traían una pequeñas orejas de gatito que hacían memoria a la etapa de Yurio como el gatito que solía ser a los quince años.

Y Yukia más que nadie portaba esas orejas con orgullo, ya que ella era la máxima y también la más bonita representante de las Yuri Angels.

Y en cuanto a Yuuri, el ya no estaba dispuesto a perder de vista otra vez a sus hijos y por eso, los tenía a los dos firmemente tomados de la mano, no volvería a perderlos.

Desde un lugar no muy lejano, más que observar las competencias observaba a su 'Familia'.
Victor también había asistido a la competencia, más que nada quería ver a Yuuri, sabía que el asistiría, debido a que Yurio competiría y Yuuri y los niños no faltaban nunca a una competencia suya.

Victor había dejado ir a sus dos grandes amores, dejó el patinaje para siempre y dejo a Yuuri y a sus hijos en el olvido, en su defensa podría decir que el no estaba enterado de su existencia, aunque para estás alturas ya no estaba para echar culpas.

Que si justo ahora estaba molesto con Yurio, claro que lo estaba, de hecho aunque le hiciera sentir mal, podría llegar a aceptar que incluso sentía odio y envidia hacía el rubio.
Después de todo tenía todo, su carrera era increíblemente exitosa y no parecía que alguno de los otros patinadores fuera un verdadero rival para él, tenía a Yuuri esperándole en casa después de un largo día y sus hijos lo querían más a él como un padre que a el verdadero.
Por Dios, su propia hija le había llamado 'Anciano' esas sin duda alguna eran palabras de Yurio.

Siempre le había visto como a un hermano menor, un pobre niño que muy pequeño había perdido a sus padres y que sólo tenía a su abuelo, que se había convertido en un joven malhumorado y gruñón.
No entendía como ese chico llegó a tener todo aquello, el amor incondicional de Yuuri y el cariño de esos dos niños.

No queda más que decir que la presentación de Yurio fue impecable una vez más, impresionó a los jueces, Yakov se sintió orgulloso, Yuuri estaba conmovido por la bella presentación, los niños estaban emocionados, todos estaban felices con los resultados. Yuri estaba a un solo paso del Grand Prix, había llegado en primer lugar a la final, ya solo faltaba que presentará su programa corto y largo en la final, y si seguía con el esfuerzo justo como ahora no había duda alguna de que ganaría, después de todo es el mejor de Rusia, si, el mejor.
Había superado la marca impuesta por Victor hace mucho tiempo.

-Felicidades.- Dijo Yuuri besando los labios de Yurio cuando pudo encontrarlo entre tanta gente.

-Gracias.- Expresó con una sonrisa.

Ambos niños se encontraban abrazados a cada una de las piernas del rubio, provocando la escandalosa risa de los tres.

Mila y Yakov se acercaron a la escena a felicitar a Yurio y también a ver cómo era casi derribado por dos niños de cinco años.

Yuuri reía viendo la situación, pero a lo lejos pudo apreciar la silueta de Victor alejándose y por un momento pensó que sería una buena idea ir tras el para saludarle, el albino no se veía de un buen estado de ánimo, y a pesar de todo, seguía siendo el padre de sus hijos y al parecer estaba sólo.

-¡Hey Victor!.- Grito Yuuri casi al alcanzarlo logrando llamar la atención del ruso.- ¿Que te trae por aquí?.- Pregunto recuperando el aliento.

-Hola Yuuri.- Respondió con una media sonrisa.- Escuché que Yurio competía, sólo vine a ver cómo le iba.- Respondió sin mucho ánimo la familiar escena anterior le había entristecido un poco.- Por lo visto le fue genial.

-Si, se ha esforzado mucho.- Respondió Yuuri sonriendo con orgullo.

-Yuuri, hay algo de lo que me gustaría hablarte.- Respondió logrando que la sonrisa de Yuuri se esfumará.

-¿Que sucede?.- Pregunto con desconfianza.

-Es acerca de nosotros...

La cara de Yuuri demostró un leve cansancio.

-No es lugar para hablar de estas cosas.- Dijo Yuuri comenzado a caminar a uno de los pasillos que ya se encontraba vacío en su totalidad.-¿A que te refieres con nosotros?.- Pregunto Yuuri una vez que estuvieron solos.

-Me refiero a tí y a los niños, se que me equivoqué pero ellos necesitan a su padre, al verdadero.- Dijo acercándose a Yuuri a lo que esté retrocedía.

-Victor, ellos ya tiene uno.- Dijo con molestia.

-Yo soy su verdadero padre, ellos nos deberían tener a ambos, que su familia sea normal, tú y yo debemos estar juntos por el bien de nuestros hijos.- Dijo Victor mientras acorralada a Yuuri contra la pared.
Y esta escena era observada a lo lejos por alguien que estaba más que dispuesto a interferir, cosa que no fue necesaria.

-¡No me vengas con esa mierda ahora!.- Exclamó Yuuri mientras de un leve empujón apartaba a Victor.

-Yuuri...- Susurro su nombre sorprendido.

-Victor, yo te amé demasiado y por muchos tiempo esperé a que regresaras, y no lo hiciste. Yo tuve que aceptar que nunca fuiste mío, ahora acepta que ya no te pertenezco, no puedes venir y decir cosas como esas, si te dejo ver a los niños es porqué no soy tan malo como para hacer que te pierdas su vida, no me hagas arrepentirme.- Dijo Yuuri al tiempo que se alejaba de Victor.

Victor le vió marcharse y una vez más no le siguió.

-Ya no es el de antes Victor.- Una voz resonó a las espaldas del albino.- Se ha vuelto fuerte, ya no teme decir lo que piensa y estoy muy orgulloso de mi Katsudon.- Dijo Yurio tocando el hombro de Victor mientras caminaba detrás de Yuuri.

Algo que al parecer debería aprender de Yurio es que siempre que Yuuri se marcha, este lo sigue y le busca sin hacer ninguna excepción.

Y no ir detrás de él siempre fue su error, y probablemente siempre lo sea.

★★★★★★★★★
Hola! Esperó que les haya gustado, justo cuando termine de escribir el capítulo anterior se me fue el internet ( ੭ ˙꒳​˙ )੭
No esperan que Victor se quedara tan tranquilo ¿O sí?
No se las va a poner fácil, pero Yuuri esta decidido.
Gracia Por Leer 💖