Capítulo 34

2.5K 321 85
                                    

La dificultad de destruir la estabilidad de una familia puede variar dependiendo de la situación.
¿Pero que debías hacer exactamente cuando todo aquel caos lograba afectar al más frágil antes que a los demás?.
Eso fue lo que sintió aquella pareja que compartía el nombre cuando regresaron de despedir a sus amigas junto con su hijo, y encontraron a su pequeña hija de tan sólo seis años mirando al suelo, luciendo tan confundida como asustada.
Y el hombre que estaba junto a ella con un semblante frío, explicaba mucho de lo que acababa de suceder.

-¿Qué es lo que has hecho...?.- Pregunto hábilmente el ruso menor.
Necesitaba saber que tanto del mundo de su hija había hecho colapsar en cuestión de minutos.

-Tal parece que a veces, la verdad duele más que un golpe.- Habló el mayor.
Yuuri sentía una mezcla de decepción y odio, su mirada lo demostraba muy bien.

-Fuera de mi casa.- Habló Yuri con las palabras saliendo entre sus dientes.- ¡Largo, ahora!.- Bramó completamente molesto.

Y justo antes de que aquel desconocido pudiera salir de aquella casa, llegó la verdadera destrucción de la familia Katsuki-Plisetsky.

-¡No!¡No pueden hechar a Papá!.- Hablo con desesperación la niña con ojos llorosos.
Entonces Yuri pudo sentir una punzada dentro de su pecho, como si algo se rompiera, porqué una vez más, ese maldito lo derrotaba sin siquiera intentarlo.
No le bastó con enamorar primero y abandonar a un Yuuri embarazado, ahora también quería robar su lugar en la vida de la niña que el crío y cuido desde el momento en que llegó a este mundo.

-Daiki, tú y tu hermana deben ir a su habitación, ahora mismo. Los adultos tienen que hablar.- Habló el hombre de ojos verdes con una mirada sería.

-Si, Papá.- Habló con confusión y tomó a su hermana de la mano y a regañadientes la llevo a su habitación.
Yurio dió una pequeña sonrisa nostálgica, al menos para su hijo, el seguía siendo un padre.

-¡Tú!.- Señaló a Victor.- Antes de que te vayas vamos a solucionar esto de una vez por todas, aquí y ahora porque sinceramente ya me tienes harto.- Habló Yuri.

Y los tres se sentaron al comedor Yurio y Yuuri sentados juntos y Victor frente a ellos.

-Y bien ¿Qué asunto hay que solucionar?.- Pregunto cínicamente.

-¡No te atrevas a hacerte el idiota con esto, Nikiforov!.- El control de Yuri se había ido al demonio.

-No le veo nada de malo, simplemente​ le he dicho la verdad.- Respondió.

-¿Es que acaso tienes mierda en el cerebro?¿O hasta para eso eres idiota?.- Yurio estaba perdiendo el control.

-¡¿Qué diablos sucede contigo?!.- Yuuri comenzaba a perder la paciencia.- ¡No puedes decirle tal cosa a una niña de esa manera!.- Yuuri estaba más que furioso.

-No es mi culpa que ustedes hayan decidido mentirle.- Victor también se hallaba molesto.

-Nosotros no le mentimos.
¡Yo soy su padre, ellos son mis hijos!.

-Deja ya de engañarte a ti mismo, ellos no son tuyos, son míos y de Yuuri.- Respondió Victor.

-Bien, dime entonces, ¿Estuviste durante el embarazo de Yuuri? No, no estuviste. ¿Estuviste a su lado en el momento del parto? Porqué yo sí estuve ahí y no te ví por ningúna parte. ¿Estuviste acaso cuando eran bebés que se despertaban cada tres horas para comer incluso durante la noche? ¿Que me dices de cuando aprendieron a hablar?¿Cuando dieron su primer pasó?¿O quizás cuidaste de ellos cuando tenían cuatro y les dió varicela? No, no estuviste porqué no eres su padre, Yo sí lo soy.- Yuri se había puesto de pie.

The Lost LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora