Invitada Y No Asesinada《Diabolik Lovers》

XIII

Lo odio, lo detesto y lo quiero golpear.

La clase del suplente Yuzuriha fue aterradora, entendí sólo un cuarto de todo lo que explicó y lo demás lo escribí a medias, realmente no esperaba que fuera alguien tan estricto y rápido a la hora de hablar.

Todos habían salido del salón, Shizuku no había dejado de mirarme, señalando que era la culpable de todo.

Demasiadas películas de policías, Ai...

Me duele la mano de tanto escribir, ni siquiera con el profesor de historia había escrito tantas cosas en toda mi vida.

Lo odio.

—¿Señorita Sumeragi? —susurró el profesor cuando me acercaba a la puerta para salir, me tensé, lo admito, pero puedo jurar que Kite también lo hubiera hecho, de no estar en la mansión.

—¿Qué ocurre? —pregunto con fingida indiferencia, pero mi voz se quebró antes de que terminara delantándome de manera inevitable.

Yuzuriha sonrió de lado, ¡y vaya que dientes perfectos tiene! ¿En realidad él será un vampiro? Eso explicaría por qué decidió sustituir al profesor Kanon sin problema o miedo de ser devorado por chupasangres.

—Sólo me preguntaba... ¿Cuánto quieres tú a Shin?

¿Cuánto quiero yo a... Shin?

Frunzo el ceño desconcertada por la pregunta del profesor, y él no demoró en notarlo, así que habló para aclararlo.

—Oh~... Tranquila, yo no le tengo si eso es lo que crees

¿Tenerle?

—Pero creo saber quien sí, y me gustaría saber cuanto quieres a Shin, para ver si mi ayuda servirá de algo.

No respondo, aún estoy procesando lo que ha dicho. ¿Acaso alguien tiene a Shin? ¿Él sabe quién es? No, no puedo fiarme de sus palabras. No le conozco, y él no me conoce. Sin embargo... Conoce a Shin, y sabe de mi relación con él pese a que muy pocas personas nos han visto juntos. ¿Será él algún tipo de brujo?

—¿Qué no lo sabías? —pregunta Yuzuriha, yo niego y él suspira— Entonces tu relación con él es más débil de lo que pensé —susurra antes de levantarse de la silla en la que se encontraba—... Lástima, él parecía un buen chico.

Tranquila, ha de estar jugando. Shin es demasiado hábil como para que alguien le dañe o capture, aunque...

—Alto —digo al escuchar que la puerta se abre, y aún sin saber si el reemplazo del profesor Kanon me escucha, continúo hablando—. Dime todo lo que sabes, y puede que te de algo a cambio.

Una pequeña risa burlesca se escucha, luego de que la puerta se cierra.

—Parece que no me has escuchado bien, Sumeragi —dice Yuzuriha—. Soy yo quien te estaba dando algo, no recuerdo haberte pedido nada.

—No, pero si tu intención no era pedir algo a cambio, ¿por qué revelarías una información tan importante? No creo que por sentido común, a estas alturas ya nadie hace obras buenas porque sí, no creo que tú seas la excepción

Doy media vuelta sobre mis talones y camino hasta quedar frente a frente con Souta. Él sonríe perverso, y yo frunzo el ceño con determinación.

—Así que dime —continúo con voz firme, sin siquiera temblar o dudar por un segundo—, ¿qué quieres?

Yuzuriha ríe como si hubiese escuchado el chiste más grande en la historia humorística, pero de pronto se detiene y me mira con seriedad.

Vaya que cambios de humor tiene el suplente.