—¡¿Por qué?! —exclamo llevando mis manos a mi rostro para cubrir las lágrimas, Hayato sonríe con su típico toque sádico.
—¿Qué esperabas? ¿Un abrazo? No querida, aquí termina tu historia.
Unos segundos de silencio llenan el gimnasio, ahora convertido en una sala de teatro, y poco después los aplausos comienzan a sonar cada vez más fuerte. Busco con la mirada a los Sakamaki y los encuentro a todos juntos en la primera fila, seguidos de los Mukami, a quienes sólo les dedico una sonrisa amistosa.
Han pasado ya dos meses, y me alegro de pensar que las cosas se han estabilizado. Nadie ha intentado morderme y la escuela va bien. Las cosas en la mansión se han quedado estáticas, pero no me molesta en lo absoluto. Shin sigue encerrado, y las únicas veces que he ido para verle me ha gritado que corra y que no vuelva por él.
Me preocupa su estado, pero no puedo hacer nada.
Ahora mismo acabamos de estrenar una obra de teatro en donde Hayato, Kou y yo somos los personajes principales, mientras que Kathia y Yahiro tienen un papel secundario. La obra es un pedazo de cielo, y no exagero. Podría besar los pies del que escribió esto sin problemas.
Siento unos brazos rodear mi cintura, y un rostro pegado al mío.
—No tenía idea de que actuabas tan bien, a pesar de que eres un asco mintiendo —dice Hayato sin mirarme, tuerso la boca y reprimo un bufido.
—La práctica hace al maestro —susurro.
—Sólo espero que cuando necesites algo o tengas una emoción muy fuerte no actues para intentar ocultarla.
Muerdo mi lengua para no reír. ¿Quién es este chico y qué ha hecho con Sakamaki Hayato?
—¡Vaya! ¿Tú preocupándote por alguien que no seas tu mismo? Eso es nuevo —comento con una sonrisa. Una extraña sensación me hace mirar por el rabillo de mi ojo derecho, y para mi sorpresa, tanto Kou como Yahiro tienen la mandibula tensa, cosa que pasa muy a menudo.
—Sólo sonríe, pero recuerda que todos esos aplausos son para ore-sama.
—Piri ricuirdi qui tidis istis iplaisis sin piri iri-simi.
[...]
—Teddy dice que Ai-san ha estado sensacional en el escenario —sonrío y revuelvo el sedoso cabello lila de Kanato con una mano, mientras siento cómo los demás nos asesinan con la mirada.
Acostumbrate Ai, que aún queda tiempo para que te vayas y no les vuelvas a ver.
—¿Por qué el rostro de Ai-san está tan apagado? —pregunta Laito, yo bufo y antes de que diga nada, los Mukami hacen acto de presencia en el camerino.
Trago saliva someramente, sólo espero que no sea nada malo ahora.
—Cerda —dice Yuma en forma de saludo.
—Titán —digo arrugando la nariz.
—Ganado.
—Adoptado.
—Ai-chan~
—Copia de Laito barata.
—Ai... -san...
—Azusa-san.
—¡¿Le has llamado Azusa?! —susurra Subaru en mi oído, yo bufo y asiento.
—¿Estás sordo? —susurro, los hermanos Mukami ríen por lo bajo.
—Pero cuanto amor hacia mi hermanito —dice Kou golpeando suavemente el hombro de Azusa.
Amor...
—¿Qué hacen aquí? —me atrevo a preguntar.
—Bueno cerda, nos parece que has actuado bien y venimos para decírtelo. Ah, y Kou quiere pedirte que asistas a su conciert-
El titán no logró terminar porque un rubio tapó su boca y me miró nervioso. Estúpido Kou, no toques a mi titán.
Me ruborizo.
¡¿Qué acabo de pensar?!
—Bueno Ai-chan... Estaré dando un concierto está semana y pues... ¿Te apetecería venir conmigo? —pregunta el idol nervioso, los Sakamaki ríen por lo bajo.
—Ella no irá —dicen los seis al unísono.
—Estaré en primera fila —digo sonriendo, él también sonríe y luego se aleja del camerino con sus hermanos. Volteo y... ¡Boom! Todos los Sakamaki me asesinan con la mirada—... ¿Qué? ¿Se les ha perdido algo?
—¿Cómo que irás? —gruñe Subaru cerrando sus puños.
—Ore-sama no permitirá que vayas a un concierto del adoptado —hago una mueca de disgusto. Estúpido pelirrojo.
—En primer lugar: no soy una novia de sacrifio para que estén encima de mí como sanguijuelas, segundo; iré lo quieran o no, y tercero; Kou es uno de los artistas favoritos. Siempre lo escucho al bañarme.
—Nfu~ Ai-san, ¿qué más haces con la música del adoptado?
Maldito pervertido...
—Nada que te interese —respondo guiñandole un ojo, él se ruboriza. Quizá en qué cosas pervertidas pensaba este idiota.
—¡No! —exclama Hayato tomándome con fuerza desde los hombros— ¡Tu eres mía!
—Que yo sepa no tengo tu nombre escrito en la frente, Hayato —digo seria, él gruñe y se acerca a mi rostro más de lo que debería, y aunque intento zafarme, no puedo.
—Ore-sama no permitirá que seas de nadie más —susurra cuando nuestras narices hacen contacto y nuestras respiraciones de combinan. Ay Jesús, ¡sácame estos pensamientos impuros!
—¡Y yo no permitiré que toques a nuestra invitada! —exclama Reiji antes de quitar a Hayato de mi vista y, de una manera especial, abrazarme con fuerza, como diciendo "aquí mando yo, no tú".
Últimamente los Sakamaki están muy raros.
—Reiji, quita tus manos de mi novia.
Apostaría un millón de dólares a que ahora soy un tomate. ¡Estúpido Kanato, no me confundas!
—¿Tu novia? —pregunta Shu con pereza— Ella es mía, sólo que aún no lo sabe.
Maldito vago...
—¡Oye Reiji! ¡Quita tus manos de ella! —Reiji se aleja de mí y sonríe, yo le agradezco internamente a Subaru.
Un silencio incómodo llena cada lugar de la habitación, y creo que en cualquier momento uno de ellos me mordera hasta dejarme sin mi preciada sangre.
—Esto no está bien —decimos todos al unísono.
No, nada de esto está bien.
![](https://img.wattpad.com/cover/106700502-288-k234744.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Invitada Y No Asesinada《Diabolik Lovers》
Fiksi PenggemarMi hermana se fue a otro continente, mi hermano abandonó la mansión, mamá sufrió un colapso nervioso y poco después murió apuñalada, papá se suicidó el mismo día, la mansión se incendió y casi muero dentro, Shin me salvó, Tougo me llevó con sus seis...