III》"Hijos de KarlHeinz"

134 13 0
                                    

Tougo abre unas grandes puertas de madera, demasiado antiguas a mi parecer. Mis maletas automáticamente también entran y se posicionan junto a mi. Seis chicos bajan unas escaleras y nos quedan viendo con una mezcla de enojo e intriga.

—Hola, queridos niños —dice Tougo, en lo que parece ser un saludo no tan amistoso.

Un chico albino de ojos rojos bufa.

—¿Qué haces aquí?

—Qué malos modales, Subaru.

Entonces él se llama Subaru, ¿no?

—Tiene razón —dice otro chico, de cabello violeta y ojos rosa carmesí, o quizá rubí—, esos fueron malos modales, pero no puedes negar que tu presencia aquí nunca es buena. ¿Qué quieres, Tougo?

Tougo ríe por lo bajo.

—¡Vaya vaya, Reiji! Sabía que pronto serías alguien digno de admirar, no esperaba menos de mis hijos.

Nota mental: el de lentes se llama Reiji, no olvidar.

Ore-sama quiere que ahora mismo nos digas a qué puñetas has venido, ¿no ves que estamos de luto?

¿Ore-sama? ¿Qué clase de idiota con el ego por las nubes se hace llamar así? Es realmente estúpido... ah, ya lo tengo, lo llamaré "ore-baka", qué original.

¿De luto? —pregunta Tougo sin mirarme, puedo ver una pequeña sonrisa en sus labios.

—Así es, ¿no, Teddy? —responde un chico de cabello lila y ojos del mismo color con un oso entre los brazos, el parche que llevaba aquel peluche me recuerda a alguien enseguida.

Shin...

—¿Por quién, Kanato? —el chico del oso no responde y solo observa su oso de peluche en silencio, ignorando a Tougo.

Kanato: el del oso tuerto.

—Por bitch-chan —responde un peli-marrón de ojos esmeralda opacos y sombrero—. Por Yui, la que tu nos quitaste —su voz esta vez suena seria, tanto que me da un escalofrío tremendo.

—Yo no les quité a Yui, ella se suicidó, Laito —un chico de cabello rubio que se encontraba recostado en un sofá abre los ojos, los que por cierto, son de color azul profundo—. Además, todos sabíamos que no duraría mucho, aunque de verdad creí que soportaría un poco más con ustedes.

—¿Ella también es una novia de sacrificio? —pregunta el rubio, Tougo niega serio.

—No, Shu.

Sombrero y cabello marrón: Laito. Ojos azules y cabello rubio: Shu.

Ella es una invitada —continúa, todos me miran interrogantes—, una real invitada. Resulta que, su padre fue mi amigo, y me pidió que la cuidara por si algo pasaba.

—Nfu~ Parece interesante —frunzo el ceño y Laito sonríe, pero frena en seco al ver el rostro de Reiji y el de Tougo.

—Esa no es una manera cortés de tratar a una invitada —dicen padre e hijo al unísono. Reiji frunce en ceño y Tougo sonríe.

Ya, ya, dejémonos de estupideces y di rápido lo que tengas que decir —dice el albino... Subaro, ¿o es Subaru?

—Muy bien...

No, no, definitivamente es Subaru.

—A ella ni la muerdan —dice Tougo mirando a ore-baka—, ni la violen —mira a Laito, quien levanta ambas manos en señal de inocencia—, ni la vuelvan rata de laboratorio —esta vez Reiji es quien levanta las manos, Laito sonríe—, ni mucho menos la conviertan en una muñeca.

Invitada Y No Asesinada《Diabolik Lovers》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora