XX

18 6 0
                                    

Ah no, estos chicos son demasiado exagerados. Están usando mascarillas y mantienen a Shin en un torre con sólo un acceso lateral, al que sólo se puede llegar con un mapa y la llave correcta. Realmente se tomaron en serio eso de la "cuarentena" que mencionó Shu.

—¿Realmente te importa ese tipo? —pregunta Subaru entrando a la cocina, yo asiento y miro por la ventana.

—Está por amanecer y tú estás cocinando —murmura Kite—... No debí dejarte sola, Ai Ai. No me gusta verte tan preocupada y con la mirada perdida como estás ahora.

—Son cosas de la vida, Kite —susurro cortando la carne con cuidado—. Ahora mismo debo preocuparme de no morir, y mantener en orden todo en la escuela.

—¿Crees que podrás hacerlo? —pregunta Reiji, asiento sin mirarlo. No tengo por qué, después de todo podría cortarme y accidentalmente llamar la atención con mi sangre humana— Shin está en un estado crítico de recuperación.

Y toda mi concentración se dirige a Reiji...

—¿Cómo lo sabes? —pregunto nerviosa.

—Fui a verlo, y digamos que las cosas que grita no son muy normales —responde, yo me encojo de hombros—. Si deseas puedes quedarte aquí hoy, yo podría dejar la llave contigo y así podrías ayudarlo. Realmente está luchando con lo que sea que hay dentro de él.

—No creo que sea buena idea —interrumpe Subaru—. ¿Y si la cosa dentro de Shin escapa y quiere atacar a Ai?

—No sería algo bueno para nosotros —dice Hayato, Reiji y Subaru asienten leventemente.

—Ai-chan no puede quedarse sola —dice Laito esta vez, yo hago una mueca.

—Ai-san estará con Kite, Teddy dice que todo estará bien si él está cerca.

Todas las miradas se dirigen a mi mascota, y está se cruza de brazos. Me pregunto si puede tomar forma humana, porque se comporta como un humano, tiene pensamientos humanos y acciones humanas bastante comunes. En pocas palabras, es un humano.

—Soy más fuerte que todos ustedes —gruñe él, los Sakamaki sonríen con arrogancia—. Cuidaré de Ai mejor que seis idiotas.

—No nos llames idiotas —dice Shu caminando hacia mí lentamente, como buen perezoso que es.

Cuando por fin está frente a mí, y estoy a punto de babear por estar perdida en sus profundos ojos azules, siento que me falta el aire. De seguro Yui quiere hablar, pero este es mi momento, no el de ella. Shu tiene algo en la mirada, además de pereza, que realmente llama mi atención. Es algo profundo e interesante que no me molestaría conocer. ¿Por qué no conocerlos a todos? Me quedaré aquí por un tiempo, y ellos habían acordado pasar tiempo conmigo para concerme. Quizá podamos aprender el uno del otro.

Los Sakamaki guardan secretos que causan intriga, y yo quiero conocerlos. Aunque sea una simple humana que pasa por una invitada, quiero conocer a estos chicos, porque sé que el tiempo que pase aquí será bastante, y no quiero ir descubriendo cosas al último momento. No quiero, yo quiero saber qué es lo que ocultan estos seres, estas miradas, estos corazones.

—Maldita Yui —susurro cuando siento mis párpados pesados, la típica señal de cansancio que no tiene sentido ahora mismo. He pasado más tiempo con los ojos cerrados que otra cosa esta noche.

¿Y si esto de las creaciones se lleva mi energía?

No, Yui quiere hablar con los Sakamaki.

[...]

Abro los ojos, y noto que estoy sola en mi habitación. Debí desmayarme en la cocina. Genial, ¿no? Si sigo teniendo estos repentinos desmayos no podré ser considerada una humana sana, o normal.

Normal no soy desde hace mucho, pero sería considerada una chica con alguna enfermedad y eso no me gusta.

Me quedo mirando el cielo de la habitación por... ¿Cuánto? ¿Media hora? Lo que sea, mi perfecto silencio es interrumpido por un ruido proveniente de la torre que se encuentra varios metros alejada de mi habitación, o de la mansión en general.

¿Qué demonios le habrá pasado a Shin? Eso que parecía tan difícil de vencer no era un ente agradable. Si no fuera porque se encuentra dentro de Shin podría asegurar que con sólo verlo saldría corriendo del miedo. ¿Quién le hizo esto y qué es lo que planea? Es obvio que nos quiere dañar, pero, ¿por qué? ¿Por qué a nosotros? Y, ¿qué ganan con eso?

Quizá sea hora de dormir un poco, con o sin Yui pidiendo mi cuerpo para comunicarse me siento cansada. ¡Soy humana, joder! Necesito descansar de manera apropiada si no quiero terminar enferma y con ojeras como las de Kanato.

—Kanato... —susurro con los ojos cerrados.

¿A qué se deberán aquella enormes ojeras? ¿Pesadillas? Obviamente algún trauma, porque siendo sincera, este lugar no es muy normal. Bueno, los vampiros no son normales ante cualquier humano, pero el ambiente en mi casa era diferente. Era... Normal para mí.

—¿Me llamaste? —escucho la voz de Kanato y por incercia abro los ojos, encontrándome al peli lila recostado a mi lado, y sin Teddy.

—Oh, no, bueno, sí, pero no es nada importante —respondo, Kanato me mira fijamente y luego asiente sin despegar su mirada de mí. Sus ojos son más claros que los de Shu, pero sé perfectamente que también guardan secretos.

¿Qué esconden los Sakamaki?

—¿Qué se siente tener a Yui dentro de ti? —trago saliva un poco incómoda por la pregunta y cercanía de Kanato—Teddy también tiene a alguien dentro, por eso pregunto.

—Yo —susurro—... Bueno, en realidad me siento normal. Yui me hace dormir cuando quiere salir así que no me siento afectada. Es como si no tuviera el alma de una chica dentro, no la siento, aunque al principio mi personalidad se vio un tanto diferente por la suya.

Kanato me mira atento, y eso me pone nerviosa. No me gusta, es como si estuviera burlándose de mí en su mente, aunque admito que la vista de sus perfectos ojos me tiene más que contenta.

—¿Te gustan mis ojos? —pregunta él, haciéndome volver a la realidad. Me sorprendo y juro que soy una cereza, aún con eso en la mente asiento lentamente, como queriendo negar al mismo tiempo.

—Sí, bueno, no —Kanato suelta una risita que nunca había escuchado, y yo le miro cono una boba. ¿Es la primera vez que Kanato ríe así?—... Es decir...

—A mí me gustan tus ojos —dice él de pronto, yo me quedo en blanco—. Es como si en ellos pudiera ver el universo, y los quiero sólo para mí.

—Bueno... —susurro sorprendida.

—Eres como una muñeca, ¿sabes? —alzo una ceja— Te imagino con dos coletas, un vestido corto y zapatillas de charol. Si fueras una muñeca estaría feliz de ser tu dueño, y todas las mañanas observaria tu belleza —unos segundos de silencio y un Kanato pensativo me hacen sentir incómoda. Es extraño que él hable sin diriguirse a Teddy, y que no lo tenga cerca es aún más extraño—... Pero tú no eres una muñeca, eres una invitada —dice susurrando las últimas palabras, yo asiento.

—Soy una invitada que tienen que proteger, ¿verdad?

—Será mejor que descanses —sugiere Kanato, yo suspiro y cierro los ojos, aún nerviosa por tener a Kanato a mi lado.

No sé si es nerviosismo o miedo, porque de un Sakamaki se puede esperar cualquier cosa.

Cualquier cosa...

-.-.-.-.-

Faltas D:

Invitada Y No Asesinada《Diabolik Lovers》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora