Hermanita (Ariana Grande) ♡

30. De vuelta a Canadá

Pero como dicen, todo lo bueno se pasa rápido. Nuestro viaje a California se hizo muy corto y tristemente ya debía despedirme de mi familia biológica. Era algo que me dolía, no quería dejarlos aquí e irme lejos otra vez, ¿cuándo volvería? ¿En meses? ¿Años? No quería ni imaginar pasar un solo día sin estar con ellos. Cerraba la maleta con súper pocas ganas, no quería volver. Miré alrededor y observé cada detalle de aquella habitación. Me acerqué al tocador, alguien había dejado algo. Eran dos marcos de fotos, observé que había dos fotos: una de Frankie, Ariana y yo cuando era un bebé y otra que nos hizo mi madre hacía unos días. Me cubrí la boca con las manos y lágrimas no dejaban de caer de mis ojos, los quería mucho y no podía irme ahora.

-¡Vas a llegar tarde! -me decía Nonna-.

-Ya bajo Nonna -dije arrastrando la maleta por el pasillo-.

Bajé las escaleras con la maleta a cuestas, tratando de no tropezar mientas los perros se acercaban a mí.

-Bueno, espero que te lo hayas pasado genial -me dijo mi madre-.

-Por supuesto mamá, muchísimas gracias por todo -dije abrazándola-.

-Y era una bebita la última vez que la abracé -dijo Nonna mientras se acercaba a mí-.

-Hace ya mucho -dije sonriendo mientras le daba un abrazo-.

Frankie se acercó, me levantó y me llevó como si fuese un saco de patatas.

-¡Frankie! ¡Suéltame! -dije gritando y riendo a la vez-.

-Hermanita, te echaré de menos -me dijo y me abrazó-.

-Y yo a tí.

Me dí cuenta de que él se puso a llorar, miré a mi alrededor y Mi nonna y mi madre también estaban llorando. No, odio las despedidas, las odio tanto. Entonces yo también me eché a llorar, lloré desconsoladamente como si alguien hubiese muerto. Tenía motivos para llorar de aquella manera, no sabía cuando los volvería a ver.

-Mi niña, no llores -dijo mi madre secándome los ojos-.

-Ojalá me pudiese quedar aquí para siempre -dije a la vez que seguía llorando-.

-Ojalá princesa, pero nos veremos muy pronto.

-¿Qué está pasando? ¿Por qué lloráis? -dijo Ariana cuando llegó donde estábamos-.

-Tu hermana se va -dijo mi madre-.

-No lloréis, ya sabes que puedes venir cuando quieras Emily -dijo Ariana tratando de animarnos-.

-Creo que tenéis que iros ya chicas, ya son las tres -dijo Frankie-.

Ariana me iba a llevar al aeropuerto, ya que los demás tenían cosas que hacer. Cogí mi equipaje, dí un último abrazo a todo el mundo y me metí en el coche, Ariana encendió el motor y nos dirigimos al aeropuerto.

-¿Te lo has pasado bien? -me preguntó Ariana-.

-Me ha encantado estar aquí. Este sitio es maravilloso y bueno, vosotros lo sóis aún más -dije con una gran sonrisa-.

-Viniendo has hecho muy feliz a mamá, nunca la había visto tan feliz -me explicó-.

-De verdad, gracias por todo, esto es como un sueño hecho realidad.

-Cuando llegues a casa, ¿qué harás?

-Supongo que iré a ver a Nate, lo echo de menos.

-Ay, que monos. ¿Cuánto lleváis ya?

-Oficiales podemos decir que cosa de un mes y medio, pero que en plan nos gustásemos y esas cosas algo más de dos meses.

-Oh, que bonitos. Algún día os podéis venir los dos.