Capítulo 5:
Alex
Me los quedo mirando como una auténtico idiota. Me cuesta respirar; siento que la maldita pajarita me aprieta ahora demasiado. Debo reconocer que está espectacular con ese vestido azul oscuro, aunque ella siempre ha sido muy bella.
No vayas por ese camino, me digo. Su marido le coge la mano y la lleva hacia el otro extremo de la sala, pero su mirada sigue fija en mí.
-Alex, ¿estás bien?-me susurra Mark a mi lado haciéndome volver a la realidad.
-Sí, tranquilo. Solo me he despistado un momento.-le aseguro. Venga concéntrate en lo tuyo. No permitas que esa niñata te vuelva a joder la vida. Aunque de niñata tiene poco. Mierda.
-Vamos, a tomar algo-dice no muy convencido con mi respuesta. Se disculpa al anfitrión y sus acompañantes para dirigirse a la barra caminando a mi lado.
-¿Qué demonios te ha pasado ahí hace un momento?-me pegunta después de pedirle dos Martini al camarero.
-Está aquí-le respondo mientras inspecciono la sala buscándola.
-¿Quién está aquí? No entiendo por que actúas de forma tan extraña, Alex.
-ELLA está aquí-recalco con los dientes apretados. Si sigo sujetandoasí el vaso acabará hecho añicos.
Su rostro se pone pálido de repente y me mira con los ojos abiertos como platos.
Inspecciona la sala como estaba haciendo yo hace un momento.
-Es imposible-dice por lo bajo.
-Sí es posible, créeme.-digo burlonamente. Esta noche va a ser un infierno.
Kathia
No me lo puedo creer; él está aquí .A penas me doy cuenta de que Jacke me a cogido la mano y me está arrastrando hasta la otra punta del salón.
-Escúchame bien, Kathia. Ni se te pase por la cabeza acercarte a él. Ni le mires; haz como si fuese invisible, ¿me oyes? Recuerda que tenemos un pacto: tu no te acercas y él sigue vivo. El pacto aun está vigente, cariño.-me advierte con una sonrisa lobuna en su cara. Cómo me gustaría quitársela de un guantazo.
-Tranquilo, maridito-le contesto con ironía-Eso no va a pasar. No te voy a dar la oportunidad de hacerle daño. No he soportado cuatro años esto para tirarlo ahora por la borda.
-Yo también me esperaba más cuando me casé contigo. Sexo, por ejemplo. Ni eso eres capaz de darme. Realmente me pregunto qué vio el tío ese en ti, por que ya se sabe que solo se acercaba a una chica para echar un polvo-suelta con desprecio.
-No te preocupes, cuando quiera firmamos el divorcio.-digo mientras cojo una copa de champán del camarero que pasa por mi lado y me la bebo de un trago.
-Eso te gustaría, ¿verdad?. Lo siento Kathia pero el juego no funciona así.-dice mientras mira un punto delante de nosotros-Tengo que reunirme con alguien. Quédate aquí, y recuerda lo que te he dicho: si juegas con fuego te acabas quemando.
Se va dejándome sola en medio de una sala llena de desconocidos, así que decido salir al jardín para que me de el aire.
Estoy apoyada en la balaustrada de las escaleras que bajan al jardín cuando oigo que alguien me llama.
-¿Kathia?-me giro y veo a mi amiga Chloe delante de mí.
-¡Chloe! Cuanto tiempo sin verte-le digo mientras la abrazo. Ella se queda quieta, sin devolverme el abrazo.
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El pacto
General FictionKathia es una chica de 22 años atrapada en un infierno de matrimonio. Tuvo que sacrificar su amor cuando solo tenía 18 años para proteger a sus seres queridos. Alex con solo 23 años ya ha disfrutado de todo en la vida pero, aunque lo intente ocultar...